Amar Entre Dos Mundos. 2

Centella se recuesta a lado de Cupido y besa sus labios una vez más, es la única forma que consiguió de controlar su mente, sin embargo cada vez que lo hace piensa en el hombre musculoso que la desafía constantemente… en Kreto. Ella en su cabeza retorcida y perversa piensa demostrarle al dios de las almas perdidas que están hechos el uno para el otro y su destinos es estar juntos, por eso va a matar todas las vidas que sean necesarias para regresar a su lado y una vez que lo logre se va a deshacer del debilucho de Cupido.

Luego de pensar por unas horas, solo desea descansar, encantar al tonto de Cupido la debilita y necesita recargar sus energías, así que se acuesta y cierra los ojos imaginando cómo se va a divertir en la tierra.

Temprano por la mañana, ella sale del palacio envuelta en su capa y camina por los senderos que la llevaran al castillo de Kreto, son varios kilómetros; pero está dispuesta a soportar el cansancio para compadecer al temible dios. Mientras camina en todo momento examina la daga que tiene en sus manos y se le ocurre una idea y es  que le dará un pequeño susto a su prometido. Así que mueve sus manos de una forma sugerente y una serpiente aparece de la nada, es de la misma especie que se empuña en la daga, la mira a la hechicera y como obedeciendo una orden silenciosa, la bestia se esconde entre algunos arbustos, esperando por su presa. Sí está en lo correcto puede que se libre primero de su aburrido Cupido y así conseguir estar a lado de un dios mucho más significante e imponente.

Unas horas después, Cupido se despierta con un terrible dolor de cabeza, se siente aturdido y no recuerda absolutamente nada, salvo que regresó con Centella al cuarto después de tomar un baño en la tina y ella estaba llorando en la cama al descubrir que la habían deshonrado. Entonces tomó la decisión de hacer una cena para hablar con el consejo y así pedir la aprobación de los dioses supremos para unir sus vida en santo matrimonio; luego de eso toda su mente está en blanco. Se levanta con dificultad, todo le da vuelta; pero logra mantenerse en pie y llama a uno de sus sirvientes.

⎯ ¡Aldo, Aldo!⎯ grita desde sus aposentos.

⎯ Sí señor, ¿qué desea?

⎯ Preparen todo para esta noche. Hay reunión de consejo y vienen los dioses supremos.⎯ Cupido continúa con las órdenes sin detenerse.⎯ Busquen los mejores vinos de la cava y recolectan fruta fresca y por las dudas preparen los cuartos de invitados, puede que la cena se extienda hasta la madrugada.⎯ el hombre lo mira confundido.⎯ No me mires así y por favor dile a Centella que venga un momento. Necesito hablar con ella, debo ultimar algunos detalles antes de que lleguen los invitados.

⎯ Disculpe señor, pero no comprendo. La cena se realizó anoche.⎯ ahora es Cupido quien lo mira asombrado, sin embargo Aldo recuerda cómo sucedieron las cosas el día anterior, entonces con valor lo enfrenta y le dice.⎯ La señora se encargó de todo, mientras usted descansaba, luego durante la reunión, usted todo el tiempo se mantuvo en silencio y ni siquiera saludo a los dioses. Y con respecto a la señora, hoy salió temprano para cumplir con la misión que le impuso el consejo.

⎯¿De qué hablas? Yo no presencié ninguna cena, solo tome una siesta.

⎯ Señor, usted estuvo ahí y aunque era extraño su comportamiento, la señora se encargó de todo y atendió a todos los invitados. Además hoy es un nuevo día.

⎯ No entiendo nada, déjame solo.

⎯ Está bien señor.

⎯ Aldo espera. ¿Qué misión debe cumplir Centella ?

⎯ La señora debe entregarle cinco almas a Kreto para poder regresar a su lado.

⎯ ¡Maldito, es una trampa!

⎯ Disculpe señor, no lo entiendo.

⎯ Preparen a Pegaso, voy a salir.

Cupido se viste apropiadamente y sale con urgencia de su palacio, debe llegar a tiempo a casa de Kreto para impedir que Centella cometa una locura. Ella no conoce las reglas y sin nadie que la advierta va a caer con facilidad en la trampa de los dioses.

Cuando llega al palacio de Kreto ya es demasiado tarde, le comunican que Centella ya está en la tierra y aceptó la misión sin ninguna queja, al contrario parecía feliz de llevarla a cabo. Delia trata de tranquilizarlo.

⎯ Mi niño, cálmate. Si ella es un alma pura regresará a ti. Tú sabes las reglas.

⎯ ¡Pero ella no y esto lo hicieron a propósito!

Kreto está atendiendo a un muchacho, cuando siente disturbios en la sala continua, entonces se levanta de su trono y sale de la habitación.

⎯ Cupido ¿qué te pasa? ¿ por qué gritas como un loco?

⎯ ¡Tú eres un maldito, dices que eres mi amigo y mandas a mi mujer a una trampa!

⎯  Cupido, ayer estaban todos los dioses en el consejo, ¿ por qué no dijiste algo?¿ por qué objetar la decisión ahora y no en la cena ? Solo te quedaste callado, escuchando lo que pasaba a tu alrededor sin omitir sonido y ahora vienes a mi casa a culparme de todo. No lo voy a permitir.

⎯ No sé, no lo recuerdo.

⎯ ¿Qué? ¿Y eso no te parece extraño?

⎯ No. Creo que bebí demasiado, es por eso.

⎯ ¡No tomaste ni una sola gota!

⎯ Eso no quita el hecho que enviaron a Centella a una trampa.

⎯ Amigo, sí ella es tan pura como dice encontrara la forma de regresar a ti, como las demás diosas lo han hecho. Y si realmente es una mujer de bien, yo mismo me disculpare por haber dudado de sus sentimientos y tendrán mi bendición.

⎯ De acuerdo, quiero verte suplicar por el perdón de Centella. Ella es una buena persona y ustedes la juzgaron mal.

Cupido se retira y durante todo el camino a casa intenta recordar algo, cualquier cosa de la cena o de la noche de intimidad que compartió con Centella, pero su mente está en blanco. Sabe que debe confiar en su palabras, la muchacha no tenía porqué mentir en algo tan importante, tiene dudas y miedo de haber cometido un error; pero hasta que ella no regrese no puede evacuar sus dudas.

⎯ ¡Basta Cupido! No debes desconfiar de ella.⎯ se habla en voz alta y Pegaso relincha.⎯ Amigo, dame una señal de que estoy haciendo lo correcto.

El caballo gira su cuerpo e intenta regresar a casa de Kreto.

⎯ Basta, vamos a casa.⎯ toma las riendas fuerte y lo hace girar.⎯ No pienso volver con Kreto.

Pegaso apresura su trote, está molesto con su amo y lo hace notar con cada paso que da. De repente una serpiente se atraviesa en su camino y el animal se para en sus dos patas traseras levantando su cuerpo, haciendo que Cupido caiga al suelo y se golpee la cabeza contra una roca. El dios pierde el conocimiento de forma instantánea, entonces Pegaso, abandona a su amo y va en busca de ayuda, el castillo no está muy lejos y el semental conoce a la perfección esos caminos.