Los hijos menores de Luriel y Anahí deberán enfrentar el peso de sus decisiones, aunque eso signifique destrozar sus corazones para proteger a su gente. El amor tal vez, no pueda cambiarlo todo.
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Dejarlos solos
Cuando Pitá se acercó a ella, parecía que esa cocina se movía, porque sentía vértigo y una sensación extraña se instalaba en el centro de su pecho, era como si la sangre se le estuviera escapando por un orificio imaginario, podía sentir como el pecho le pesaba a cada segundo más y más...
Reipotavéramo ndaha'éi akaru nendive... (Si prefieres que no cene con ustedes...) – comenzó a decir con voz ahogada
Ndachemoñeñandu vaíri (No me molesta) – lo interrumpió – Kóva ha'e nde rogaygua... Che ha'e pe intruso... oĩramo ohejava'erã ha'e che... (esta es tu familia... yo soy la intrusa... si alguien se tiene que ir soy yo...)
Che rogayguakuéra akóinte nde mba’éta upéva ha’éramo nde rembipota. (Mi familia siempre va a ser tuya si ese es tu deseo) – la vio emocionarse – Ha'ekuéra nderayhuve... Aasegura ndéve... (te quieren más a ti... te lo aseguro...)
Nderehechakuaái ni pe mborayhu tuichaha oguerekóva nderehe umi oĩva nde jerére... (Ni siquiera te das cuenta de la magnitud del amor que tienen por ti los que te rodean...) – le sonrió
Peteĩ ára cherayhu jeýramo... (Si algún día vuelves a quererme...) – dijo en un susurro sin acercarse a ella - ¿che acepta jeýtapa? (¿volverías a aceptarme?)
Ha'énte rohayhu haguére ko momento-pe voi... (Es que yo te amo en este mismo momento...) – encogió los hombros – Ndaha'éi upéva pe problema ñande apytépe... (ese no es el problema entre nosotros...)
Mba'épa ajapova'erã rehesa'ỹijo jey haguã nde decisión? (¿Qué tengo que hacer para que reconsideres tu decisión?) – avanzó un paso y su corazón se aceleró cuando se dio cuenta que ella no retrocedió – Aipota resegi ha'e che novia... (quiero que sigas siendo mi prometida...)
¿Ha mba’épa ikatúta rejapo ha’e jey haguã che novio? (¿Y qué serias capaz de hacer para ser mi prometido de nuevo?) – le puso una mano en el medio de su pecho – Ani reñemoag̃uieterei... cheañuã térã cheañuã ha che... (no te acerques tanto... me besas o me abrazas y yo...)
Nde mba'e...? (Tu ¿Qué...?) – la voz retumbó en su pecho antes de acercarse un poco mas
Che... (Yo...) - sonaba tan sensual hablando ronco cerca de su oído que casi no podía pensar – Aipota nde ha'e chemba'énte... (quiero que seas solo mío...)
Amombe'úma che edad añeteguáva universidad-pe... (Ya dije en la facultad mi verdadera edad...) – le acomodó un mechón de cabello detrás de la oreja – avave ndoguerekoséi chendive rrelasión sexuál... (nadie va a querer tener sexo conmigo...)
Ndaha'éi ndoipotáigui hikuái... (No es que ellas no quieran...) – se separó nuevamente – ha'e nde ha'eha pe ndereipotáiva reime ambue ndive... (es que tú seas el que no quiera estar con otra...) – lo vio asombrarse por su petición
Ndapokomo'ãi hesekuéra ko'ágã guive.... (No las voy a tocar desde ahora en adelante…) – le tomó de la nuca y se acercó a ella – Ndapokomo'ãi hesekuéra ko'ágã guive.... (de todas maneras, solo quiero tocarte a ti...)
Ndaikuaái ikatúpa roguerovia... (No sé si pueda creerte...) – hacia un gran esfuerzo porque Pitá le había comenzado a besar en la línea de la mandíbula con extremada suavidad – ha katu ani rejapo jey che renondépe... Haimete amano ko árape chemboligárõ guare rohecha haguã... (pero no lo vuelvas a hacer frente a mi... casi morí hoy cuando me obligaste a verte...)
Che ha’eva’ekue peteĩ bruto arrogante (Fui un bruto arrogante) – le había tomado el rostro con ambas manos para que le prestara atención – Che aipota kuri venganza rohecha haguére Itiaté ndive... (solo quería vengarme por verte con Itiaté...)
Ha'e akóinte oñeha'ãta nemolesta... ani reñatende hese... (Él va a tratar siempre de molestarte... no le hagas caso...) -seguía compungida
Amano cada vez Kerana nderenói jave... (Muero cada vez que te llama Kerana...) – la estrechó por la cintura contra su cuerpo – He'i chéve ome'ẽ hague ndéve upe téra akóinte nde ka'aguy haguére...) (me dijo que él te puso ese nombre porque siempre fuiste salvaje...)
Che abuela chembohéra Kerana akóinte ha’égui peteĩ iñakãrague okeva... (Kerana me puso mi abuela porque siempre fui dormilona...) – lo vio separarse para mirarla – ha ahejánte umi tapicha ahayhúva cherenói upéicha... rehendu ha’érõ guare chupe ani haĝua cherenói upéicha... (y solo dejo que me llamen así la gente que quiero... tu escuchaste cuando le dije que no me llamara así...)
Ikatu piko rohetũ...? (¿Te puedo besar...?) – dijo de pronto
Nda'éikuri ajevytaha ne rendápe... (No dije que voy a regresar contigo...) – lo empujaba por el pecho, aunque prácticamente ni lo movió
Pitá apoyó una de sus manos sobre la de Itatí que estaba aún sobre su pecho y con la otra le acomodó con suavidad el cabello detrás de su hombro
Peteĩ beso añónte... (Solo un beso...) – le acaricio con el pulgar el borde inferior del labio – Ndajeruréi ndéve peteĩ ñembohovái ko'ágã... (no te voy a pedir una respuesta ahora...) – intercalaba su mirada entre sus ojos y su boca frenéticamente hasta que la vio asentir.
Tal vez sería el ultimo beso que pudiera darle, eso hizo que realmente valorara el momento. Tenía en su interior tanto miedo de haberla perdido que hasta dudaba sobre si besarla era una buena idea para ambos.
La besó con toda la suavidad que su ímpetu le permitía, la acercaba a su boca con la mano que la sostenía por la nuca. Ella no se oponía, ni siquiera intentaba retirar la mano que tenía contra su pecho, pero cuando alzó su otro brazo para también atraerlo hacia ella no pudo evitar pegarse a su cuerpo, Pitá emitió un suave gemido de placer cuando ella empezó a entrelazar sus dedos con su cabellera.
El latido descontrolado sobre la palma de su mano, la tenía completamente extasiada, cuando él comenzó a presionar su cuerpo contra ella, también pudo sentirlo. No había dudas que ella lo descontrolaba y darse cuenta de eso le daba conciencia del poder que podía tener sobre él. Tenía razón Guaci... si en lugar de pelear pusieran esa energía en llevarse bien... tendrían una relación hermosa...
El beso se fue volviendo de roces, que estremecían completamente a Itatí.
No me dejes... – susurró Pitá mientras seguía rozándola con ternura
Mba'épa ere? (¿Qué dijiste?) – preguntó completamente turbada por haberlo escuchado
Ame'ẽ ndéve aguyje pe beso rehe (Te agradecí el beso) – le sonrió avergonzado, como Itatí quedó contemplándolo sin decir nada y eso lo incomodaba, agregó – nde ndaha’éikuri obligado (no estabas obligada)
Ndaipotáiramo añekompromete jey nendive... ndepochýtapa? (Si no quiero volver a estar comprometida contigo... ¿te enojarías?) – no se atrevía a mirarlo, así que miraba nerviosa sus manos unidas que seguían contra el pecho de Pitá
Sintió como inspiraba profundamente, luego le levantó el mentón con suavidad para que lo mirara a la cara.
Nahániri... (No...) – dijo completamente ronco – Pe mba’énte che pochy ojapova’ekue ha’e chemboperde nderehe... Ndaipotái remohu’ã chembojeguaru. (mi enojo lo único que hizo fue hacer que te pierda... no quiero que termines odiándome)
Le soltó la mano y la abrazó con fuerza, le cruzó ambos brazos por la espalda. Itatí lo abrazó por la cintura y se refugió en ese ancho pecho, no dijeron nada, no les salía ni siquiera un sonido.
Gracias por haberme amado Kerana... – dijo en español mientras le daba un beso en la cabeza y luego la soltó.
Se giró y tomó la fuente con comida para recuperarse. Cuando volvió a mirarla ella seguía turbada, mirando hacia el piso
Itatí... – le llamó con suavidad y cuando lo miró agregó – Ikatu ñane angirũ... akóinte ikatúta rejerovia cherehe... jaha jakaru... (podemos ser amigos... siempre vas a poder contar conmigo... vamos a cenar...)
Salieron al comedor y el silencio era tan marcado que nadie se atrevió a hablar por varios minutos.
Pitá tomó el plato de Itatí y se lo sirvió ante la atónita mirada de todos.
Mba'ére piko omaña cherehe péicha...? (¿Por qué me miran así...?) – no pudo evitar reírse de la situación - ¿Oimoʼã piko hikuái che ndañatendéi hague umi mbaʼe ogustávare? (¿creían que yo no prestaba atención a los gustos de ella?) – los vio sonrojarse a todos – Ko'ágã ore angirũnte... nde ndereguerekói obligación resegui haguã cheservi... (ahora somos solo amigos... no tiene ninguna obligación de seguir atendiéndome...)
Todos disimularon rápidamente la cara de sorpresa y comenzaron a servirse y comer mientras conversaban con timidez primero.
Como había predicho Iván, al hablar español con la excusa que Iván no entendía el guaraní, Pitá había aprovechado para acercarse más a Itatí e ir traduciéndole y ella disfrutaba como nunca cuando le hablaba al oído.
Iván tenía un repertorio de anécdotas con sus amigos y con el transcurso de los minutos la risa de todos era completamente genuina. Hacía mucho tiempo que no habían visto a Pitá feliz y sus hermanas lo miraban con una emoción particular.
El hecho de quitarle el peso a la relación, los había relajado completamente tanto a Pitá como a Itatí.
La sobremesa se extendió más que nunca, parecía que nadie quería levantarse primero.
¿Te vas a ir a dormir a la universidad? – le preguntó Araí a Pitá, pero Itatí aguanto la respiración.
No... me voy a quedar acá... – evitó mirarla, pero notó cuando ella lo miró – definitivamente... mañana voy a clases y traigo todas mis cosas... – recién entonces miró a Itatí – Che ha'e aguerutaha che mba'e universidad-gui, apytata abuelo ndive... (estoy diciendo que voy a traer mis cosas de la universidad, me voy a quedar con el abuelito...)
Ambos quedaron mirándose, miles de emociones pasaban por sus rostros, era tanta la intensidad de su interacción que ni siquiera notaron cuando los demás se hicieron señas para dejarlos solos.