Perdón, Ya No Espero Amor

"¿A eso le llamas logro?" Ratna soltó una pequeña risa despectiva.

"¿Qué obtienes si ganas las olimpiadas de Geología? ¿Un diploma? ¿Un premio en efectivo? Eso si es que lo hay. ¿Ganar las olimpiadas de Geología te asegura una vida próspera? ¿Te garantiza un trabajo al graduarte?" Tiffany sonrió con cinismo. "A diferencia de mí, que logré seducir a un hombre guapo y rico. Si quiero joyas, solo las señalo, si quiero una casa, solo lo digo, si quiero dinero, solo lo seduzco."

"¡Eres una desvergonzada!" Anita iba a jalarle el cabello, pero Tiffany la tomó del pelo primero.

"¡Escucha! Mi paciencia tiene un límite. Soy bastante buena en biología, así que sé el punto y la fuerza necesaria para patear y dañar el útero. No querrás ser estéril, ¿verdad?" Una amenaza real de una mujer que sonreía con sorna, haciéndolas retroceder.

Tiffany soltó su agarre, volviendo a sentarse tranquilamente.

"Hermana, no seas así. Vender el cuerpo es algo malo. No es bueno..." La frase de Meira fue interrumpida.

"¿Así que acostarte gratis con Beno es algo bueno? Al menos yo recibo dinero para mis gastos y un collar de mi novio. Querida Meira, ¿qué obtienes de Beno?" Tiffany soltó una pequeña risa. Es mejor que la consideren loca de una vez, es inútil explicarles a personas que se han convertido en adoradoras de Meira.

Meira apretó los puños conteniendo la ira. Intentando volver a parecer buena. "Sigues pensando que tengo una aventura con Beno. Pregúntaselo a Beno, ustedes son pareja. Yo... yo nunca pensé en quitártelo. Además, todavía soy virgen."

"Todavía virgen... mentira." Tiffany soltó una risa burlona.

"Puedes creerlo o no. Pero te quiero sinceramente." Meira se fue corriendo llorando, como una escena de una hija adoptiva indefensa.

"¡Meira!" Ratna corrió tras ella.

"¡Serpiente!" Le gritó Anita a Tiffany. Luego también corrió tras Meira.

La gente en la clase comenzó a hablar de ella. Como siempre, ella era como la mala. Antes de que el tiempo se repitiera, incluso peor, cuanto más se quedaba callada, cuanto más se defendía, más indirectas llegaban. Incluso había mucho acoso físico.

"Es inútil ser hija legítima, pero se comporta como una mujer de la noche de la calle."

"Son realmente diferentes, Meira es hermosa y además tiene logros."

"Sí, incluso hoy a Tiffany la trajo un coche lujoso. Seguro que es una mantenida, ¿verdad? De grande será una..."

Las voces de los que hablaban de ella sonaban melodiosas en los oídos de Tiffany. Defenderse no servía de nada. Era mejor pasar el tiempo con otra cosa. No importaba ser vista mal por los demás, lo más importante era que ella supiera lo que estaba bien y lo que estaba mal.

Sus ojos se fijaron, hoy había un examen de matemáticas, ¿no? El examen por el que la suspendieron por la acusación de hacer trampa que Meira había dicho con palabras crueles.

Yahya Wiratmaja incluso vino personalmente a la escuela, abofeteándola en público. Sin creer ninguna defensa que dijera. Levantando una ceja. Ella solo quería parecer inteligente frente a su padre. Pero en cambio obtuvo decepción.

Cerró los ojos por un momento pensando, ¿debería seguir siendo un cero a la izquierda para no tener problemas con Meira?

Al final Tiffany tomó su teléfono y le envió un mensaje a su padre.

'Papá, por favor envíame el número de Martin. Lo extraño, pienso constantemente en él. Me volveré loca sin su amor.'

Un mensaje que le envió a Yahya Wiratmaja. Su rostro sonrió, qué pasaría con el examen esta vez.

Llegó una notificación de mensaje con el número de Martin. Inmediatamente después se recogieron los teléfonos. Serán devueltos justo después de que termine el examen.

No es una escuela normal, es una escuela privada con un sistema educativo más estricto. Incluso los exámenes diarios constan de 40 preguntas de opción múltiple y 5 preguntas de ensayo.

Tiffany durmió durante 15 minutos, antes de empezar a resolver los problemas. Campeona del 2º lugar en las Olimpiadas Nacionales de Matemáticas, este tipo de problemas son como contar con los dedos para un niño de primaria para ella.

Usando papel para calcular. Luego rellenando las respuestas rápidamente. Incluso a veces con solo leer el problema, su cerebro piensa directamente para obtener la respuesta. Resolviendo uno por uno.

Hasta 20 minutos antes de que terminara el tiempo, Tiffany entregó su hoja de respuestas. Echando un vistazo al pasar por el escritorio de Meira. Ya lo había previsto, Meira estaba escondiendo una chuleta con fórmulas.

"Ya terminé, dame mi teléfono." Tiffany extendió su mano.

"No me digas que las respuestas son al azar." El profesor la menospreció, devolviéndole el teléfono a Tiffany.

Tiffany solo sonrió levantando una ceja. El profesor de matemáticas de esta escuela, su nivel está lejos del profesor especial de las Olimpiadas Nacionales. No hace falta hablar del profesor engreído que llegó a escupirla, al acusarla de hacer trampa antes de que se repitiera el tiempo.

El tiempo se ha repetido, ¿no? Todo puede ir hacia algo diferente. No necesita un profesor que la alabe, no necesita amigos amables, no necesita el amor de la familia o del novio. Vivirá para sí misma.

Durante la hora del almuerzo, como de costumbre se sienta sola. Hasta que una chica con gafas que no encuentra asiento. Una persona que también es acosada a menudo parece confundida.

"¿Puedo sentarme aquí?" Preguntó Tiara tragando saliva. ¿Cómo puede sentarse con la maldad entre la maldad? La mujer con más chismes malos en esta escuela. Incluso hay rumores de que se vende.

"Esta silla es para el público, no es mía." Respondió Tiffany sin querer creer y acercarse a nadie más.

Tiara se sentó con vacilación, suspirando. Realmente una mujer con un aura malvada que quema, ya se ve en sus rasgos faciales.

Comiendo albóndigas, mientras sigue mirando a Tiffany que es indiferente, manipulando el teléfono enviando mensajes.

Hasta que.

"¡Huk! ¡Huk! ¡Huk!" Tiara de repente se atragantó, con dificultad para respirar, por comer accidentalmente una albóndiga entera.

Tiffany soltó un suspiro fuerte, luego se levantó. Caminando hacia Tiara, abrazándola por detrás, luego tirando de ella repetidamente. Hasta que finalmente la albóndiga salió de su boca.

"La próxima vez ten cuidado, algo pequeño puede quitarte la vida." Dijo Tiffany, dejando a Tiara atónita. Esta mujer es realmente hermosa para ella, si se presta atención.

Irradiando un aura adulta que es independiente y a la vez peligrosa. No sé por qué ella empieza a tener una opinión diferente.

"Gra... gracias." El rostro de Tiara se puso rojo.

"No pienses en cosas pequeñas, mantente concentrada en tu comida. ¿Entendido?" Tiffany le dio de comer albóndigas, haciendo que Tiara ahora mastique lentamente.

A partir de este momento, ella es una gran fan de Tiffany. No importa cómo sea, Tiffany es la más genial. La mejor, como una reina que castiga a la gente mala.

"¡Tiffany, soy Tiara! ¿Quieres ser mi amiga?" Preguntó Tiara con esperanza, como un pequeño cachorro.

"No." Respondió Tiffany sentándose, volviendo a comer tranquilamente.

"Genial..." Murmuró Tiara que tal vez tiene un gusto. ¿Raro?

La hora del almuerzo ha terminado, junto con la publicación de los resultados del examen. Uno por uno son llamados, incluyendo a Meira, que obtuvo una calificación de 89.

Tiffany solo suspiró. Seguro que es lo mismo que antes de que se repitiera el tiempo, su nombre no es llamado en absoluto. Más precisamente es llamada al final.

"Hay un alumno que obtuvo una calificación perfecta." El profesor de matemáticas hizo una pausa en sus palabras. "¡Tiffany!" Llamó el profesor.

Mientras que Meira abrió mucho los ojos. Tiffany no debe superarla, por eso.

"Hermana, ¿hiciste trampa? Hacer trampa es un acto deshonesto." Dijo Meira de repente levantándose, sosteniendo los dedos de la mano de Tiffany. Derramando sus lágrimas de cocodrilo.

"Un problema basura como ese, no obtuviste una calificación perfecta. Tram...po...sa..." Tiffany negó con la cabeza extrañada, llena de sonrisas.