PROHIBIDO

Rachel se despidió de sus padres, de sus sobrinos y emprendió su viaje a Alemania, la chica pensaba como doblegar a su querido profesor, se pondría a practicar hasta poder que aprendiera a hablar en la mente de las personas como lo hacía su tío con ella, la mujer había extrañado que su tío no hubiese aparecido, desde que estaba en Alemania era la única persona en quien confiaba.

Rachel pensaba en que Alemania era un país de Europa occidental con un paisaje de bosques, ríos, cadenas montañosas y playas en el mar del Norte hermosos. Su capital Berlín, contaba con sitios de arte y vida nocturna y muchos sitios relacionados con la Segunda Guerra Mundial. Múnich también era conocida por el Oktoberfest y los salones de la cerveza, incluido el Hofbräuhaus del siglo XVI. Fráncfort, con sus rascacielos, albergaba el Banco Central Europeo y no había visitado nada por estar pensando en su tonta vag*na "Conoceré todo, sin descanso" Pensó.

La mujer al llegar al aeropuerto Berlín llamó inmediatamente a Maximiliano, ella no se daba por vencida, el hombre estaba comprando algunas cosas en el supermercado y contestó "Hola"

"Estoy en el aeropuerto Berlín, ven por mí" Dijo Rachel emocionada.

"No puedo estoy..." Titubeó Maximiliano.

"Max, por favor no me rechaces, tú lo quieres y yo también" Dijo Rachel.

"Estaré en 15 minutos" Dijo el hombre y colgó.

El hombre recogió a la mujer, ella radiaba de felicidad su corazón quería salir, el hombre estaba deseoso y temeroso de que su esposa pudiera leerlo y saber que la había engañado.

Rachel pidió que la llevara a un hotel, este asintió, al cerrar las puertas del apartamento 534 la mujer tomó el rostro del pelinegro y lo besó como si su vida dependiera de ello.

Maximiliano la levantó haciendo que la chica enredara las piernas en su cintura mientras hacía movimientos obscenos que desataron aún más el deseo del profesor, la temperatura de la habitación subió y la pareja de amantes quitaron la ganas de su pasión.

La castaña se levantó y fue al baño, se miró al espejo y supo inmediatamente que había cometido un error "De verdad soy una perra como dice mi tío, soy insaciable, nada es como lo deseo"

La mujer creyó que sentiría diferente, algo de cuál quisiera más y más, pero fue solo sexo y el encanto por el profesor se esfumó, la mujer se asomó y vio que el hombre se quedaba dormido, tomó sus cosas y se marchó.

La chica salió casi huyendo, no se atrevía a pedir un taxi, porque no queria que Maximiliano despertara y la encontrará allí, entonces fue al auto del profesor y saco su pequeño equipaje y dejó en la recepción las llaves del auto al pelinegro.

Rachel camino rápido a la otra avenida y un auto Audi R8 Spyder convertible 2023 que alcanza una velocidad máxima de 328 km/hr con una aceleración de 0 a 100 km/hr en 3,3 segundos. Su motor es de V10. Cabe destacar que es de 7 velocidades y cuenta con una dirección dinámica asistida. Se estacionó justo en frente de ella, al bajar el vidrio se topó con los ojos verdes de su tío.

"¿Subes? ¿O te quedas?" Preguntó Crepúsculo.

"Tío Chris, gracias, gracias" Dijo abriendo la puerta y subiendo muy rápido.

Crepúsculo se transportó a sus viejos tiempos cuando las chicas lo conocían con ese nombre.

PASADO

"Pasan los años y tú te ves igual o más guapo que nunca ¿Me dirás que ocurre?" Preguntó Anastasia.

"Any... Yo... Lo siento" Dijo Crepúsculo observando el rostro blanco y demacrado de aquella mujer que yace en sus brazos.

"¡Joder Christian! Estoy muriendo, esta enfermedad no me permitirá llevarme nada ni siquiera la verdad de tu origen, si tan solo supiera que esos ojos me miraran así mañana" Dijo Anastasia dando un último suspiro.

PRESENTE

"¡Tío! ¡Tío! ¡Ándate! ¿Si deseas no te llamo de esa manera?"

"No importa Cheli, llámame como quieras" Dijo el hombre conduciendo velozmente.

Rachel soltó el aire contenido, no sabía que lo llevaba retenido "Necesito una ducha"

"Concuerdo contigo sobrina, apestas, ¿Tu zarcillo?" Preguntó Crepúsculo señalando su oreja.

Rachel tocó sus orejas "¡Mierda! Lo llevaba al salir, pero seguro se cayó al sacar las cosas de auto de..." Rachel se detuvo no quería reconocerlo.

"¿Del auto del profesor? Lo sé, también sé que si no hace eso que hizo con su lengua entre tus piernas no hubiese sido mucho mas fatal" Dijo Crepúsculo riendo.

"¡Cállate! Ve y búrlate de tu abuela" Exclamó Rachel.

"¡Vaya! Ustedes las mujeres se ponen tan irritantes cuando el sexo no es satisfactorio ¿Alguna vez has tenido un org*smo?" Preguntó Crepúsculo.

"Sí... --- Suspiró --- O eso creo"

"La lengua no cuenta, hablo de tenerlo cuando la verdad aún está dentro de ti" Soltó su tío.

"Eres tan vulgar, no tengo que responder eso" Dijo Rachel avergonzada.

"Vamos la perra vulgar eres tú y no puedo burlar de mi abuela, porque no las conocí" Dijo Crepúsculo riendo.

"Si soy una perra, lo reconozco --- Suspiró --- Creo que si no le enamoro te acompañaré en este mundo infinito" Confesó Rachel.

Crepúsculo quiso molestarla y dijo "No, que Dios me ampare, de inmediato te busco pretendientes"

"¡Oye! Creí que el demonio no creía en Dios" Se burló Rachel.

"Con tal de que mueras por tu amor, le pido al que sea, nadie te querría de compañera eres un desastre, hablas demasiado, tu padre cometió un error al criarte, demasiado consentida, hasta tu voz es fastidiosa" Dijo Crepúsculo.

Rachel empezó a llorar, su cara se puso roja e intento con sus manos detenerla las lágrimas "Soy todo eso y destrozo todo, James es un buen hombre, Maximiliano es un buen hombre, yo llegué a destruirles la vida"

Crepúsculo no sabía que hacer en esa situación él era una bestia a la hora de tratar a las mujeres, su corazón era de piedra, eso decian sus hermanos y siempre había optado por mujeres que no les gustará lo cursi, para poder ser él.

Crepúsculo detuvo el auto, respiro profundo mientras el lloriqueo de Rachel saturaba su auto, el hombre mordió sus labios, él deseaba seguir insultándola, pero entendía que ahora estaba sensible y con un org*smo retenido.

"Cheli, calma y deja de llorar... ¡Mierda! Ahora cógete a toda la ciudad completa hasta que encuentres lo que buscas" Aconsejó Crepúsculo.

"¿En serio Christian? ¿Ese es tu consejo?" Preguntó la mujer enviándole una mirada enojada.

Al mago le pareció ver la mujer más hermosa que nunca antes haya visto y él había visto muchas. Los ojos de la castaña brillaron de rabia, se notó la sangre mágica que corría por sus venas, lo más impresionante es que por primera vez no le había escuchado decir tío y lo había llamado tan sexy marcando con sus dientes y labios cada sílaba.

"¿Cómo me llamaste Cheli?"

"Te llamaré Christian cuando este enojada, tu me irritas de una manera..."

Rachel no terminó de hablar cuando los labios de su tío tocaron los de ella en un abrir y cerrar de ojos. Al inicio la chica se rehusaba, pero la astucia de Christian hizo que la mujer abriera paso a la húmeda y caliente lengua del hombre, este tocó uno de sus muslos en la parte interna, haciendo que la castaña dejara escapar un gemido, aprovechando el descuido, el mago exploró y entrelazó su lengua con la de ella en una danza excitante.

Christian intentó meter un poco más su mano para sentir la humedad de la chica que podía percibir con su desarrollado olfato, sabía que estaba mojada por y para él, eso lo enloqueció, pero Rachel lo mordió para que la soltara.

Al distanciarse los ojos del hombre estaban dilatados, se veían más negros que verdes al igual que los ojos de Rachel que también eran distintos. Las respiraciones de ambos estaban agitadas y se observaban como si desearan más de lo ocurrido, por primera vez Crepúsculo pudo escuchar los pensamientos pecaminosos hacia él de parte de su sobrina.