De Nuevo Estoy Viva

Narra Lillian

Ya había llegado la hora de despedirnos de Alexander así que todos estábamos en la puerta de la casa dándole un último adiós

Las que más lloraron por la partida de Alex fueron mi madre y Charlie, mientras que mi padre y yo solo nos quedamos ahí viendo cómo ellas se despedían de él , Alex nos dio su último adiós y luego se subió al carruaje

Volvimos a entrar a la casa y mi madre todavía seguía llorando mi padre se acercó a ella y le dio un abrazo

Diógenes: Ya mujer deja de llorar que no es el fin del mundo

Daiana: Acaso tú no tienes sensibilidad mi hijo se acaba de ir ¿como quieres que te esté? saltando de alegría

Diógenes: No, pero eso no le hace bien al bebé

Lillian: Padre tiene razón madre por qué no mejor vas a la habitación y te recuestas un rato

Charlie: Si quieres yo me quedo contigo

Mi madre lo pensó por un momento pero después lo acepto así que Charlie y ella se fueron a la habitación mientras que yo me quedé con mi padre

Lillian: Padre quisiera saber cuáles son mis poderes ¿tú me podrías ayudar a saber?

Diógenes: ¿A ver mi niña por qué ahora quieres saber cuáles son tus poderes? si cuando te lo propuse tú me dijiste que eso no era para ti

Lillian: Bueno pero esta vez lo pensé muy bien así que quiero saber cuáles son y además también quiero aprender a usar la espada

Diógenes: Mañana te llevaré a la torre de magos y averiguaremos cuales son tus poderes y lo de aprender a usar la espada lo pensaré

Lillian: Bueno por el momento me conformó con esa respuesta, pero sabes muy bien que no cambiaré de opinión

Diógenes: Eso lo sé muy bien mi niña pero ahora ve con tu nana a tu clase de etiquetas que yo iré al palacio a ver a los emperadores

Lillian: Claro padre

Mi padre antes de partir me dio un beso en la frente y luego mi Nana apareció y me llevo a la biblioteca en donde pase como tres horas aprendiendo clases de etiqueta cosas que ya sabía

Cuando la clase termino fuí al comedor a almorzar con mi familia, así que cuando estaba comiendo le comenté a mi madre que quería saber cuáles eran mis poderes

Daiana: Eso está muy bien, pensé que nunca lo dirías

Lillian: Bueno es que lo pensé muy bien además verlos a ustedes usar sus poderes me da un poco de envidia

Charlie: Quien iba a pensar que a nuestra pequeña le daría envidia ver a su familia usar sus poderes

Lillian: Para que veas que me pueden llegar a gustar lo mismo que a ti

Diógenes: Saben hoy fui al palacio por qué los emperadores habían solicitado mi presencia ya que necesitaban hablar un asunto conmigo

Daiana: ¿Y de que se trataba ese asunto?

Diógenes: Es que quieren que Lillian y el príncipe Dimitri se comprometan

Cuando escuché eso me asusté tanto que me levanté de mi silla y las lágrimas se me empezaron a salir al recordar todo lo que sufrí cuando estuve casada con él

Diógenes: ¿Mi niña que te pasa?, ¿por que lloras?

Lillian: Padre prométeme que nunca me casarás con el príncipe prométeme lo por favor

Mi padre al verme tan mal se levantó y me dio un abrazo

Diógenes: Claro, te lo prometo mi niña ¿y sabes por qué? por que yo nunca obligaría a una hija mía a casarse con alguien que no quiere ¿te sientes mejor?

Yo solo asentí ya que las palabras no me salían, luego de eso me volví a sentar y comí en silencio hasta que el almuerzo termino luego de eso me despedí de mi familia y fui a mi habitación

Estaba en mi cama acostada cuando de repente sentí qu alguien me acariciaba la cabeza, cuando levanté la cabeza me di cuenta de que era mi madre

Daiana: ¿Qué es lo que te pasa mi niña? desde estas mañana veo que estás muy sensible ¿dime qué es lo que te pasa? te prometo que no le diré a nadie lo que me cuentes

Qué le podía decir, no le podía decir que venía había vuelto en el tiempo y que por mi estupidez todos ellos fallecieron no eso no así que decidí decirle una mentira

Lillian: Es que ese sueño que tuve me dejó muy sensible, es que solo pensar en perderlos me pone muy mal no me imagino un mundo sin ustedes

Daiana: No pienses en eso mi niña, no te puedo decir que viviremos por mucho tiempo pero te puedo decir que estaremos para ti el tiempo que podamos

Lillian: Te quiero

Daiana: Yo también te quiero mi niña

Mi madre me dio un abrazo muy fuerte y se quedó conmigo un rato hasta que me quedé dormida

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Me desperté por qué sentí que estaban tocando la puerta así que me levanté con la visión un poco borrosa y abrí la puerta, después de restregarme los ojos pude ver bien a mí nana parada en la puerta

Mérida: Mi lady la vine a buscar por qué es hora de la cena

Lillian: ¿En serio qué hora es?

Mérida: Son las ocho de la noche

Lillian: ¿Por que me dejaste dormir tanto?

Mérida: La marquesa dio la orden de que nadie la molestara a usted

Lillian: Aaah Okay pero déjame ir y lavarme la cara

Mérida: Ve yo te espero aquí

Fui rápido al baño y me lave la cara, me acomodé un poco el cabello y luego salí mi nana al verme abrió la puerta y ambas salimos de la habitación

Al llegar al comedor todos estaban ahí así que tome asiento entre mi madre y Charlie, padre ordenó que sirvieran la cena y cuando las doncellas la trajeron comimos en total silencio hasta que Charlie decidió interrumpir el silencio que reinaba en todo el comedor

Charlie: Sabes madre me llegó una carta de lady Simons en dónde me invita a su fiesta de té el día de mañana

Daiana: Me parece muy bien que vayas así y amigos es más porque no llevas a tu hermana

Charlie: ¿Tú quieres ir conmigo a la fiesta de té Lillian?

Lillian: No, además mi padre me prometió que mañana visitaremos la torre de magos para saber que poder tengo

Diógenes: Lillian tiene razón así que no cuente con ella mañana

Daiana: Okay, pero ella tiene que relacionarse con personas que no sean de su propio entorno ella no se puede quedar toda su vida encerrada aquí

Lillian: Eso lo sé madre, pero primero quiero hacer esto

Daiana: Que bueno que lo sabes