Jade Chandler, después de morir en su mundo como una villana, reencarna en el mundo moderno en el cuerpo de una nerd que es maltratada por su prometido y familia.
—No me toques maldito enfermo.
—Callate, te he repetido miles de veces que cuándo yo hablo tu cierras la maldita boca zorra.
recibido una bofetada de su asquerosa mano y yo solo lo miro con una sonrisa mientras sostengo mi mejilla.
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Capitulo:07
EMMA:
Me quedo observando al señor Moretti por unos segundos y luego niego.
—No ¿Por qué debería de tenerle miedo?
Pregunto mientras camino con elegancia y tomo asiento en el hermoso y lujoso sofá... Al parecer a este hombre le gustan las cosas lujosas.
Mi jefe me mira entrecerrando los ojos por varios segundos y luego se coloca en pies mientras toma unos papeles entre sus manos.
—Aquí tiene señorita Miller ¿Acaso pensó que no me daría cuenta?
Tomo los papeles entre mis manos y la verdad no entiendo nada de esto.
—¿Darse cuenta de qué?
Pregunto mientras siento el pesado ambiente... Al parecer mi guapo jefe está muy molesto.
—Sus trucos baratos no funcionan conmigo... Me droga para que me acueste con usted... ¿Y ahora resulta que es la novia de mi primo? ¿A dónde quiere llegar con esto? ¿Cuáles son sus planes?
—Sobre la droga fue un error... Y sobre su primo... Ya lo pienso dejar, voy a alejarme de todo lo que me haga daño.
Mis palabras salen seguras y el hombre frente a mí se ríe sin gracia.
—¿Sabes qué? ¡Estás despedida!
Me grita y yo arrugo el ceño.
—Ya no se mira guapo cuando grita... Y sobre despedirme, usted no puede.
—¿No puedo? Es mi maldita empresa, yo despido a quien me da la maldita gana.
Esta vez habla entre dientes y yo mantengo la calma como la señorita noble que soy.
—Le pido que tome asiento señor Moretti, así no vamos a llegar a ningún acuerdo.
observo como la vena de su cuello se marca y sus ojos me miran con un profundo odio y enojo.
Le sonrío con elegancia y al parecer eso lo hace enojar más, pero toma asiento como le pedí.
—Bien ¿Qué es lo que quiere?
—Que no me despida.
—¿Por qué debería de escuchar a una persona que me engañó?
—Usted tomó un cuerpo virgen, no le gustaría que salga a hablar de eso ¿O sí?
—No tienes pruebas.
Sus ojos me miran con rencor mientras esboza una perfecta sonrisa.
—No la tengo, pero es mi palabra contra la suya, muchos empleados nos vieron salir juntos y nunca más volver... Eso da mucho que hablar... Ya me imagino yo hablando... Tomó mi pureza y no quiere hacerse responsable... Qué mal hombre.
Pongo un rostro triste con esto último y Moretti me mira con ganas de matarme.
—Eres una maldita escoria.
—Y tanto que disfrutaste el cuerpo de esta maldita escoria, no te quejes, también disfrutaste, no te hagas la víctima.
Su ceño se frunce y la vena del cuello le palpita.
—Entonces, si esto es todo me gustaría volver a mi puesto de trabajo ¿Puedo?
Mi jefe me mira con ojos asesinos y yo le sonrío de manera elegante.
—Que tenga un excelente día señor Moretti.
Le sonrío abiertamente para luego retirarme con gracia y elegancia.
Tomo asiento en mi nuevo puesto de trabajo y según los recuerdos de este cuerpo todo es fácil, pero nada es comparado con la realidad ¿Cómo podré escribir rápido en esta rara máquina con las letras separadas?
Mientras analizo todo cuidadosamente, doy un brinco cuando alguien deja de manera brusca una montaña de papeles.
Levanto la mirada y observo a mi jefe que me mira con satisfacción.
—Quiero que digites todos estos documentos y los órdenes por hora, día, meses y años ¿Entendido?
—Si señor.
Murmuro mirando la montaña de documentos... Tomé clases para ser emperatriz, esto es casi igual, así que no debe de ser tan difícil ¿Verdad?
Primero comencé a ordenar todo y me tomó más tiempo de lo que pensé.
—Oye Emma ¿No piensas venir a comer?
La voz de una chica se escucha y la miro con media sonrisa al recordar que esta chica es mejor amiga de la dueña de este cuerpo.
—Por supuesto que sí, ya termino.
Digo antes de terminar de digitar algo y me coloco en pies sintiendo como tengo mi cuerpo entumecido.
—Vaya, al parecer el jefe te odia hoy.
Dice con burla y yo tengo ganas de llorar.
—Ni que lo digas, el jefe no quiere saber de mí.
—Mmm ¿Eso crees? Vi que se fueron juntitos el día de la fiesta.
Ella alza las cejas y yo sonrío forzada.
—No pasó nada entre nosotros, eso te lo puedo asegurar.
—Hay, nuestro jefe es tan lindo, a veces te envidio por trabajar muy cerca de él.
—No sabes lo que dices Karol.
Digo su nombre de manera automática y ella hace un puchero.
—No lo niegues, sé que tienes novio, pero eso no quita que admires la belleza de otro hombre.
llegamos a la caja metálica y quiero llorar.
—Lo que digas, pero yo no pienso subirme a esa cosa de mala muerte.
—¿Qué dices? Estás extraña hoy Emma.
Karol me arrastra a la caja endemoniada y vuelvo a sentir los mismos síntomas de hace rato... Hay no, no quiero volverme a subir en esta cosa del demonio.
Pienso internamente.
Me encantó esta hermosa parte, amo los arcos de bebés y más cuando están pendientes a ellos