El Día Que Todo Cambió

Karina se extrañó al igual que Louissa, su prima generalmente era muy amable, pero no a tal punto de ser detallista, pero pendo que es una muy buena acción de su parte. Después de que Thanía se fue Karina tomo aire, Lou la abrazo una última vez, y a lo lejos comenzó a sonar la música de entrada. El corazón de Karina latió como nunca antes, tubo sentimientos encontrados… Entre ellos realmente le pedía a Dios que el matrimonio fue bueno y que siempre se amaran, deseaba que su historia de amor fuera como la de sus padres quienes se amaban incondicionalmente. La invadió la alegría cuando las puertas se abrieron, Edwin estaba al otro lado del salón sonriendo, ella se encontró con la mirada de él y tuvo un sentimiento algo extraño, aun así camino a pasos lentos y llego hasta él, quien tomo su mano. Ambos estaban frente a un pastor que oficiaría la boda y a su lado estaba el notario que la oficiaría legalmente.

Thanía estaba en primera fila, y sonreía expectante. Luego de unos minutos que el pastos hablo sobre el amor eterno y los retos que deberán enfrentar como pareja, era momento de dar los votos matrimoniales, Karina había preparado un hermoso cuaderno a mano, bordado con ella misma y comenzó a leerlo, pero extrañamente la Expresión de Edwin no cambio mucho y ella esperaba conmoverlo más. Llego el turno de que David diera los votos, saco un papel que tenía en el bolsillo y los leyó. Luego el pastor dijo la famosa frase que todos esperamos oír en el altar con el corazón a mil.

-Edwin Rogers ¿Acepta como su esposa a Karina Spencer para amarla, respetarla, honrarla y serle fiel en la salud y en la enfermedad hasta que la muerte los separe? – Acepto

-Señorita Karina Spencer ¿Acepta usted a Edwin Rogers como su esposo para amarlo, respetarla, serle fiel y honrarlo en la salud y en la enfermedad?- Yo acep…

Antes de que Karina pudiera terminar un ruido en el lugar no dejo continuar la boda, y la pantalla frente a todos comenzó a reproducir el video que causaría un sinfín de preguntas a Karina.

En el video se veía claramente  a Edwin con sus ojos vendados y a Thanía encima de él, como si fuera una competencia de equitación.

-¿Edwin enserio vas a casarte con la inútil de mi prima?- Preguntaba Thanía en el video mientas dejaba besos en su pecho-

-No tengo opción amor, sabes qué es a ti a quien quiero, pero necesito un buen lugar en los negocios, ella es tonta así que será fácil manejarla y tomar la empresa de su padre. No te preocupes en un año me divorciare y la dejare para estar contigo. –Decía sínicamente con el poco aire que salía de su boca a causa de los besos de Thanía

Karina se encontraba en shock sin poder creer lo que estaba viendo, claramente el “amor de su vida” estaba diciendo que solo la usaba por su dinero y su prima a quien quería tanto la odiaba y despreciaba a tal punto de acostarse con su prometido. Ella siempre anhelaba entregarse en cuerpo y ama a él, se guardó toda su vida para entregarse a quien sería su esposo pero él se acostaba con su prima.

Miró a todos lados Thanía estaba sonriendo triunfante, sus tíos estaban avergonzados, sus padres estaban en shock, y muchos invitados y amigos de la universidad de Edwin se reían… Comenzó a armar piezas y recordó cuando extrañamente Su prima llego con Edwin al ensayo de la boda, ella se retoco el maquillaje y llegaron tarde.

-¡Pero que tonta soy!- Pensó para sí misma con sus ojos llenos de lágrimas, llamas creyó sentir un dolor tan grande Louissa rápidamente arranco los cables para dañar la grabación pero el daño ya estaba hecho…Veía a Karina destrozada y abatida, no pronunciaba palabra alguna pero el dolor se veía reflejada en su mirada y Thomas impotente y sin mediar palabra se abalanzó sobre sobre Edwin quien estaba pálido y lo agarro a golpes hasta que sus nudillos sangraron, Louissa abrazo a Karina que estaba en medio de todos llorando y no podía sostenerse de pie, Pero para Karina se zafó de su agarre para salir corriendo del lugar, solo quería gritar, llorar, maldecir al mundo y rogaba que esa pesadilla en la que se encontraba terminara.

-Esto no me puede pasar a mí ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Qué hice para merecer esto? Siempre trate de ser buena y comprensiva. Siempre di lo mejor de mí ¿¿¿Por qué???- Gritaba en medio de la calle abarrando su cabeza desesperada

El día comenzó a caer dando paso a la noche y Karina no quería seguir ahí, solo corrió y corrió hasta que sus piernas no le dieron más, en el camino boto sus tacones y se lastimo un pie pero no sentía ningún dolor, su dolor estaba en su corazón que ahora se encontraba destrozado en mil pedazos.

Ya alejándose bastante de donde estaba vio una banca al lado de la avenida de una calle y sin pensarlo se sentó, ya era de noche y no quería volver a casa, solo deseaba quedarse en ese lugar y morirse. Al sentarse coloco sus piernas entre sus brazos para llorar y él cielo se ilumino con un relámpago y seguido una gran lluvia se desato.

-¡Que! ¿Acaso este día no puede ser peor? ¿Por qué? No entiendo… Solo tenía ojos para él ¿Por qué? – Resignada por no recibir respuesta solo dejo que sus lágrimas corrieran como un rio, la noche era fría y espesa, no pasaban autos y se empezaba a sentir cansada y sofocada, no quería moverse, solo quería quedarse ahí hasta dejar de respirar, pero inesperadamente sintió que la lluvia dejó de caer sobre ella, así que levanto su mirada y una figura masculina grande la cubrió con un paraguas… No podía ver claramente quien era, pero eso realmente no le importaba.

Ya sin fuerzas dejo caer su cuerpo sobre aquel hombre, quien la cubrió con su abrigo y acarició su rostro, logrando que bajara la guardia para dejar ser llevada por él en sus brazos.