Venganza De Madre Y Mujer.

Amaneció el día nublado y con una tenue lluvia, el día se notaba gris, hoy nos llamaban a declarar a nosotros, yo llegue con mis padres y con la tía, nos sentamos del lado izquierdo.

De repente entraron los Lizarraga, ver a Guillermo acompañando al hombre de mis sueños, fue inconfundible, si ese hombre que me llamaba muñequito era el mismo que estaba frente a mí en estos momentos, él no me quitó la mirada en ningún momento, yo la sentía muy encima de mí, cuando se abrió el juicio, me llamaron a declarar, como había sido mi niñez, mi interrogatorio duró media hora, luego llamaron a Guillermo, el no dejo de ver a nuestra madre, hasta le sonrió, ella la presencia de Guillermo la dejo pensativa mi papá José Luis estuvo a su lado agarrándole la mano. Mamá estaba nerviosa ante la presencia de Guillermo, el juez terminó declarando 20 años de cárcel al señor Lizarraga, Andrés hablo con el abogado y le pidió querer darme su apellido, por orden del Tribunal Guillermo, pasará a ser huésped de nuestra casa, ya todo había terminado jurídicamente, pero comenzaba una nueva lucha la sentimental, dónde teníamos que aceptarnos, reconocernos y tratar de convivir con nuestras realidades.

Guillermo, no quería dejar su familia de muchos años, pero tenía que hacerlo, sin embargo, yo hablé con mi madre y le expliqué que dejara que él decidiera, lo importante que él sabía ya de nuestra existencia que tenía que compartir con él para conocernos mejor, pero que lo dejarán actuar sin presión, José Luis estuvo de acuerdo conmigo, lo único que me dijo que no me quería perder como hija, yo lo abrace los veces y le dije que él era mi papá favorito y que nunca dejaría de amarlo.

Ya han pasado tres semanas del tan sonado juicio, este fin de semana Guillermo estará con nosotros, él verdaderamente es un completo extraño, a pesar de que es amable y muy educado, pero no sabemos sus verdaderas intenciones, él por su abuelo siente un amor incondicional a pesar de lo que nos hizo, nuestro padre es un perfecto desconocido para mí. Para mí la madre de Andrés Lizarraga es la bruja de Cenicienta, realmente no hay amor entre nosotros.

Hoy me senté a hablar con mi mamá y le pedí que dejara que Guillermo decidiera su vida, que no lo presionara que ya dentro de poco seríamos adultos y libre de tomar nuestras propias decisiones ya él conocía toda la verdad que no podíamos obligarlo a que nos quisiera, que ella ya sabía dónde y con quién estaba, que se diera cuenta de que siempre fuimos nosotras, que cuando él nos buscará ahí estaríamos para él, pero si al contrario se alejaba, ya ella había cumplido en que se hiciera justicia.

Mamá, le dolieron mis palabras, pero me dio la razón, ya Guillermo era grande para decidir lo que realmente quería y no lo podíamos obligar a nada. Sin embargo, él trataba de ser gentil y acercarse a mamá, quien le daba ese amor que siempre guardo para él. Yo si no sentía nada por mi padre Biológico lo saludaba y hasta fui a su casa y pude conocer a la abuela cruela, como la de la película 101 dálmatas ja, ja, ja.

Pero realmente esa señora era seca e indiferente, no demostraba ni un poco de amor, diferente a mi padre el fue más cariñoso y trataba de que yo estuviera cómoda, pero igualmente le pedí, tiempo para asimilar está nueva vida.