NovelToon NovelToon
Princesa Demonio.

Princesa Demonio.

Status: En proceso
Genre:Romance / Contratadas / Época / Magia y demonio / Romance paranormal / Reencarnación
Popularitas:309.5k
Nilai: 4.7
nombre de autor: Elsys teran

Desde que tengo memoria, he sido repudiada por mi padre y por todo el imperio, señalada como "la princesa demonio", "la hija maldita", "la oscuridad entre la luz". Me acusan de intentar asesinar a mi hermana, la hija de la Diosa Mística. Incluso mi ex prometido me odia por querer acabar con su princesa. Estoy sola, y me espera una muerte miserable. En el cielo, mi madre y mi hermano, quienes murieron en un incendio cuando yo tenía 14 años, aguardan. Desearía haber muerto ese día también, pero pronto cumpliré mi sueño. Adiós, hermana. Nunca te odié. No sé por qué creen que intenté quitarte la vida, yo no fui. Cumple tu deber y salva al imperio de la guerra; esos fueron mis deseos antes de morir.

Sin embargo, para mi sorpresa, desperté nuevamente a los 14 años. Mi madre y mi hermano están vivos. No dejaré que mueran de nuevo.

NovelToon tiene autorización de Elsys teran para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

3

Allí van mi hermana y mi prometido. Hasta a él le agrada más ella que yo. Me trató de una mala manera, sin dejarme terminar de hablar, pero a ella la trata como a una reina. ¿Qué tiene ella que yo no?

Vi cómo bailaron, canción tras canción, sin saber cuántas rondas completaron. Aunque intenté disimular, me dolió. No sé si alguien ha notado que, con sus acciones, me lastiman. Pese a la maldición que llevo, puedo llorar, reír, bailar… vivir, como cualquier otro. No entiendo por qué, solo por esa teoría, me tratan así, mirándome como si fuera algo despreciable. Al mirarme al espejo, me doy cuenta de que no soy fea, al menos no como ellos insinúan. No veo motivo para ese odio hacia mí.

Así pasaron los días. El joven duque venía al palacio con el pretexto de visitar a su prometida, que se supone soy yo. Pero no es así; ni siquiera me voltea a ver. Soy insignificante para él. En cambio, aprovecha cada oportunidad para pasearse del brazo de mi hermana.

Un día vino acompañado de su madre. Él tenía cara de desagrado, y lo comprendí. Ella vino a asegurarse de que él estuviera conmigo, no con mi hermana. Es extraño, pero parece ser la única persona que no se deja encandilar por ella, y eso me hace feliz, aunque me sienta un poco culpable.

Ese día, el duque estaba extrañamente callado. Al notar que él no me dirigía la palabra, la duquesa decidió dar un paseo conmigo por el jardín de tulipanes, el único recuerdo que conservo de mi madre. Como las sirvientas no se atreven a atenderme por miedo a que les “pegue” la maldición, suelo cuidarlo sola, aunque a veces Beatriz y Betania, mis únicas amigas, me ayudan. La duquesa también me muestra un afecto parecido al de una madre, y le agradezco que me vea de esa manera.

Al regresar, noté la expresión de molestia en su rostro. Seguí su mirada y allí estaban Sebastián y Priscila, muy cariñosos y cercanos. No pude aguantar más y empecé a llorar.

–Lo siento, duquesa, esto es demasiado –le dije–. Me voy a mi habitación; no quiero seguir viendo esto. Cada vez que su hijo viene, es lo mismo, y siempre me sale con alguna grosería.

–No te preocupes, hija –me respondió con ternura–. Si veo que él no te toma en cuenta, me encargaré de romper el compromiso. No quiero que termines sufriendo por mi culpa, al comprometerte con alguien que no te aprecia. Solo espero que él no termine lamentándolo.

Me fui. Desde la distancia, escuché cómo la duquesa le gritaba a Sebastián.

–¡Sinvergüenza...!

No escuché más, porque había llegado al palacio. Tampoco quería escuchar; no me incumbe. Además, cada vez que estoy cerca de mi hermana, algo malo le sucede, y mi padre termina discutiendo conmigo. Incluso me ha castigado, dejándome sin comer en varias ocasiones. Aprendí que debo mantenerme lejos de “la luz de sus ojos”, si no quiero sufrir las consecuencias.

---

–¡Sinvergüenza! Muchacho descarado, ya me di cuenta de por qué vienes aquí: solo para ver a la hermana de tu prometida. ¡Qué decepción! No pensé que mi hijo fuera tan deshonroso, pecaminoso, un simple infiel incapaz de valorar lo que tiene al lado.

–Basta, mamá, deja de insultarme –respondió Sebastián, furioso–. No soporto más tu actitud. No estoy enamorado de esa chica tan vulgar, mezquina y malvada. Además, no quiero que me caiga una maldición por casarme con ella.

Un fuerte sonido resonó en el aire. La duquesa, por primera vez, había golpeado a su hijo, sin arrepentimiento. Sabía que lo merecía, primero, por traicionar a Lila; segundo, por ser un idiota; y tercero, porque no podía permitir que continuara con esa conducta. Su mejilla quedó roja, marcada con la mano completa de su madre.

–Madre, qué vergüenza que hayas caído bajo la influencia de Lila –dijo Sebastián con desprecio–. Ella no es buena; es una manipuladora y te está usando.

Priscila, mientras tanto, lloraba con fingido temor, aunque en su mente maldecía a la duquesa. "Me las pagarás, vieja metiche. Tu hijo solo será mío. Haré sufrir a mi hermana y luego me quedaré con él. Disfrutaré matarte por entrometida."

Al ver las lágrimas de Priscila, Sebastián corrió hacia ella y la abrazó, solo para ser interrumpido por otro jalón de su madre, quien lo apartó de ella. Priscila puso cara de miedo, y eso destrozó el corazón de Sebastián.

–Escucha, niña –le dijo la duquesa a Priscila con severidad–, sé que eres princesa y que dicen que eres hija de la diosa, pero no me importa. Quiero que te alejes de mi hijo. No me inspiras confianza, y deberías sentir vergüenza de tratar de robarle el prometido a tu hermana. Me voy, y contigo hablaré más tarde, mocoso.

Cristina se llevó a su hijo a la fuerza. Priscila, en shock, sin saber cómo reaccionar, rompió en llanto y corrió hacia el despacho de su padre, quien, sorprendido de verla así, dejó todo para abrazarla.

–Papá, estoy triste –sollozó ella–. Hoy la señora Cristina Ortiz me dijo que soy una mujer ruin, que quiero quitarle el prometido a mi hermana, pero eso no es cierto. Sebastián y yo solo somos amigos, y no quiero perder su amistad por los celos de Lila.

El emperador, furioso, se dirigió a confrontar a Lila sin darle tiempo de defenderse.

1
Duque
Me parece excelente..tu trabajo , bueno la venganza dicen que es buena Pero en este caso. son cosas que en esta vida aún no suceden... pero como simple espectador espero que la chica no cambie y se vuelva una Villana en su afán de venganza y perdone al chico ..que se arrepintió y la está ayudando ..aunque no lo quiera no merece un mal destino .... gracias por compartir y espero tus actualizaciones 💗🙏
Rubi Ochoa
Me encanta......
Rubi Ochoa
Me encanta......
Kitcha
Excelente
Lucia Garcia
excelente historia/Smile/
Cobado Balaguer
me esta gustando.
Keyla Gonzalez
me encanta 🙏🙏😍😍
YUSMARI HURTADO
fascinante
Paola M.🥰🥰
🤣🤣🤣 todo lo tienen bien merecido, por desgraciados, y malos con una niña
Omaira Charfe
autora porfa no vaya a dejar la historia es muyyyyy buena
Claudia azucena Vieyra
claro que tiene razón la desgraciada, es un maldito imbécil.
°♡•aiku•♡°
Excelente
Aranza Aguilar
jajaja apuesto a que otra vez se mió
Oak Palu
el emperador debe pagar, no ha sufrido nada
Yoba OG
cuantas atrocidades vivio de pequeña, por eso tiene tantas heridas abiertas
Ana Yebra
No me gustó este capítulo, si bien está mal lo que hizo clarisa en su primera vida, tampoco está bien que Lila hiciera que la violaran, en este punto las dos son igual de malas
Paola M.🥰🥰
se te acabaron los privilegio vieja bruja
Oak Palu
ese emperador es el más maldito de todos
el debería de pagar ante el mago por todo los pecados de la familia real
Yoba OG
Y a eso se le llama hacer clic
Yoba OG
y salio a flote mamá Celestina
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play