Club Blue Moon: El Precio De La Inocencia

La Alarma sonó, tú me desperté, me dolía la espalda, está cama es cada vez, más incómoda, me levanté, me quite la ropa y directo al baño, me bañe muy bien, por suerte soy lampiña, solo tengo pelo en la cabeza y las cejas, el resto de mi cuerpo está desprovisto de él.

Me bañe minuciosamente, después salí del baño, me cepille los dientes, tome la toalla, y me seque todo el cuerpo, un paso y están en la habitación, tome la bolsa de la silla y que todo lo que había.

Ropa interior roja, un vestido corto negro, una chaqueta roja, una botas rojas, un bolso, y unos accesorios a juego, me puse la ropa interior que me quedo como un guante de bien, luego el vestido negro que se me ceñía al cuarto, después me puse las ligas rojas y las botas, me seque el pelo, y lo rice con volumen, saque él poco de maquillaje que tenía e hice magia con eso, delineé mis ojos para que se vieran más pequeños y sensuales, un poco de polvo para tapar los poros de la cara y un labial rojo que casi todo el mundo tiene uno.

Me miré en el pequeño espejo del baño y no me reconocía, en el fondo de la bolsa, había un perfume, me lo puse, luego la chaqueta encima del vestido, los accesorios, y en el bolso entre él poco de dinero que me quedo del día anterior, el perfume, el labial, el lápiz de delinear los ojos.

Tome el celular, ya eran casi las 8, el tiempo vuela cuando uno quisiera que fuera lentamente, me tocaron la puerta, me puse la chaqueta, tome el bolso, dónde entre las llaves del departamento, y abrí la puerta, un hombre delgado muy bien vestido me estaba parado frente a mí.

— El Señor Sawiris me envía a buscarla.

— Bueno.

Salí del departamento, cerré la puerta como siempre, sabía que ya no había vuelta atrás desde de hoy, respire profundo y seguí al hombre que vino por mí, bajamos las escaleras, salimos del departamento, y frente al edificio un auto enorme y de lujo esperaba, el hombre me abrió la puerta, yo entre, luego el cerro, se subió al lado del chófer y el auto comenzó a moverse.

La ruta me parecía familiar, íbamos para el club, supongo que tendré que enfrentar muchas miradas y críticas, y especialmente a Susan, se pondrá como loca, pero no me importa, tengo que conseguir este dinero hoy, pase lo que pase.

Llegamos al club, el viaje fue corto, no es igual llegar en autobús que en auto, lo acabo de comprar, se estacionaron en el frente, el hombre que me fue a buscar, salió primero y me abrió la puerta, luego, me acompaño hasta adentro, nadie me detuvo en la puerta, seguí de largo detrás del hombre, el club para mi sorpresa tenía pocas personas, y al parecer era una fiesta privada, no estaba todos los clientes que suelen ir, solo los más ricos que siempre vienen, fui guiada hasta el segundo piso, y ahí estaba él, con Susan y dos chicas más.

Me senté dónde me dijeron, y me quedé quiera en mi asiento, Susan me miró como siquiera matarme, sin embargo, no podía tocarme mi un cabello por lo que yo sé al señor Sawiris no le gustan los escándalos, hoy estaba muy guapo, vestía de blanco y dorado, toda su ropa tiene que ser blanca, a veces está solo de blanco y otras veces incluye detalles en otros colores.

— No te veías así de bonita antes, con esa ropa sí que te ves diferente, tengo buen gusto, ¿verdad?, dijo Susan.

Ella quería resaltar que la ropa fue elegida por ella, pero se nota que no sabía que era para mí, Susan no te enojes, aquí todos somos títeres en manos de otros.

— Gracias.

Él no dijo nada, solo observaba, no espero que diga mucho, solo quiero el contrato y que sea lo que tenga que ser, siguieron tomando y Susan tocándolo por todas partes, ella tenía un afán de mostrarme, no sé que cosa, simplemente me quedé tranquila, el hombre de antes había vuelto, con unos papeles en las manos y me los paso, entonces por fin me habló.

— Léelo, si estás de acuerdo fírmalo.

— Sí.

...Documento...

..."La parte A se compromete a darle a la parte B, la suma de 500,000, (quinientos mil dólares) en dos partidas, una partida inicial de 250,000, (doscientos cincuenta mil dólares) al momento de firmar está documento, y el resto el día que finaliza."...

Hasta ahí todo iba bien, lo del dinero estaba claro, tenía que continuar leyendo, ya que el papel era más amplio.

...”Este acuerdo, estará vigente por 90 días (tres meses), desde el momento que se firme por ambas partes"....

Me detuve y mire la última página, ya estaba firmada por él, solo faltaba mi firma, eso quiere decir que ya está todos decidió, respire profundo aliviado por qué iba a tener el dinero, ahora tenía que seguir leyendo y sabes a qué precio.

...”La parte B, se compromete a someterse enterarme a los deseos de la parte A, sin quejas, sin excusas, en todo momento"....

Eso suena como un contrato de esclavitud, nada que yo no esperara.

...”La parte B, no puede tener ningún otro compañero sexual mientras dure este contrato"...

...”La parte B, debe aceptar el uso de juguetes sexuales y castigos físicos a la hora el acto sexual"....

Me detuve ahí, que quiere decir castigo físico, ¿me va a golpear o algo así?, ¡Dios!, este tipo es un sádico, y quiere jugar a todas esas cosas conmigo, todavía faltaba por leer, algunas parte, lo mire, y él estaba muy tranquilo como siempre lo he visto, yo soy la que no me puedo alterar, de esto depende la vida de mi abuela, incluso si me mata a golpes yo voy a firmar.

...”La parte B, debe vivir en dónde la parte A quiera, no puede salir sin su permiso, ni pude ponerse en contacto con otras personas mientras dure el contrato"...

¡Dios!, esto es casi un secuestro, ¿qué quiere hacer, atarme en un sótano tres meses, ¿entonces que pasa con la abuela?, no, no, no, está parte debe ser negociada.

— Está parte, debe ser negociada.

— ¿Estás en posición de negociar?

Ahora me soy cuenta que si, por qué si es tanto su capricho conmigo, claro que puedo negociar, está parte por lo menos.

— Si estoy en posición de negociar o está haciendo un acuerdo consigo mismo.

Susan y más otras dos chicas, se quedaron perplejas con mi actitud, estoy segura de que pensaban, como se atreve a hablarle así, no sabe quién es o que puede hacer.

— ¿Cuál es la parte?

—”La parte B, debe vivir en dónde la parte A quiera, no puede salir sin su permiso, ni pude ponerse en contacto con otras personas mientras dure el contrato". En este párrafo, no estoy de acuerdo con que no puedo contactar a nadie, ya que tengo un solo familiar y está enferma necesito contactar con ella por lo menos dos veces a la semana.

— ¿Eso es todo?

— Sí.

— ¿Dónde está tu familiar?

— Hospitalizada.

— Bien, solo la puedes llame dos veces a la semana los días serán dejado más tarde, escríbelo en el documento.

— Necesito verla el miércoles, es decir, este miércoles.

Hubo un silencio, está comenzando a poner mala cara, pero no me importa, por qué si no puedo hacer todos los trámites de la cirugía pasado mañana, de que sirve que está firmando este papel.

— Está bien, escríbelo, pero es a lo único que voy a ceder, ¿está claro?

— Sí.

Con el lapicero escribí todas las correcciones de lugar, exactamente como se hablaron, no puedo dejar nada fuera después de eso, continúe leyendo el último párrafo.

..."La parte B, tiene que ir a una revisión médica y ser inyectada con anticonceptivos mensualmente, además nunca puede faltar a sus citas médicas o dejar de inyectarse, se le prohíbe embarazarse, pero si sucedía estará dispuesta a abortar"....

..."Por último y no menos impórtate la parte B, no debe enamorarse de la parte A, y debe comprender que todo es un negoció, compra y venta de favores sexuales"....

Firme después de terminar de leer, no voy a dar ni un paso atrás, no tengo más opciones.