Ella lo ama a pesar del a gran diferencia de edad.
Él solo la ve como su hermanita menor.
¿Podrá triunfar el amor?
Para quienes han leído Rosas Amarillas esta es la historia de Cameron y Lizet desde que la llama creció en el corazón de una pequeña adolescente.
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Cala d’Hort
-No, mamá, no, …que … en que estás pensando … ella…no- Lion caminaba por la oficina enojado, empujo la silla, pateo la mesa de café junto al sofá-
-Ella no puede hacer eso, y se lo permitiste- ¿Qué soy, que? - sonrió molesto mientras una de sus manos estiraba sus cabellos negros.
-Buenas- Cameron entro feliz a la oficina, hasta que los ojos verdes llenos de furia de su amigo se clavaron en el- Shhh- dijo llevando su dedo índice a los labios y encogiéndose de hombros.
Camino hasta el sofá y se sentó cruzando las piernas; Lion tomo una revista de su escritorio y se la lanzo mientras seguía discutiendo al teléfono.
-Sabias que iba hacer eso y lo permitiste, que no, ella es menor, no- gritaba molesto-
Cameron tomo la revista, mientras bebía un agua, que duro poco tiempo en su boca cuando se encontró con la foto de la portada, allí estaba Lizet con una pequeña bikini color dorada sentada sobre un pony inflable, “las sirenas más bellas” decía la publicidad.
-Hola… hola. mamá… ¡mierda! Me colgó- grito Lion arrojando el teléfono.
-Pero que mie… dijo Cameron siendo interrumpido por su amigo.
-Lo puedes creer, mamá permito esa estupidez- Lion camino hasta el sillón individual y se arrojó molesto.
Cameron aun no podía apartar sus ojos de la imagen. Las piernas blancas de Lizet brillaban sobre el inflable infantil, sus pechos perfectamente redondos marcando el cuerpo de una bella adolescente transformándose en mujer, y que decir de ese rostro perfecto, ya no había rastros de la niña que vio nacer, esa que corría a su encuentro y se agarraba de sus piernas para que la alzara. Era completamente perfecta.
-Cameron ¿me oyes? - Lion elevo la voz.
-Eh, - fue lo único que dejo escapar, encontrándose con el rostro enojado del empresario.
-Te entiendo, a mí me paso igual cuando vi la foto- soltó molesto Lion.
-No creo. Susurro Cameron, dudaba mucho que su amigo tuviera los mismos pensamientos.
-¿Qué dijiste? Pregunto curioso Lion.
-Que no creo lo veo. - se relajó al ver como Lion asentía.
-No solo ese es el problema, mi madre acepta que Lizet trabaje para una agencia de modelo,
-¡¡Que!!- los celos de Cameron, esos que no siente por nadie aparecieron a flor de piel.
-Como oyes, ella aún tiene diecisiete, pero mi queridísima madre me informo que como solo faltan dos semanas para sus dieciocho considera que es momento que Lulú se abra camino en lo que desee-¿puedes creerlo?
-No, ¿en qué piensa Elizabeth? dijo molesto-
-No sé, tal vez como esta de luna de miel nuevamente con mi padre se volvió más permisiva, que hasta decidió firmarle un permiso a lulú para ir a las playas de Ibiza.
Cameron sintió ahogarse, su pequeña estaba creciendo a paso agigantado y peor aún, todos podían ver la belleza que se echaba en encima.
-Dime que no es cierto. Dijo molesto, se inclinó sobre sus rodillas y apoyo sus codos – Lion debes hacer algo-
Lion negó molesto- ¿Qué quieres que haga?, Cameron la empresa está en su mejor momento, las gemelas necesitan mi atención y Alma también, no puedo ocuparme de todo.
Lion cayó sobre el respaldo abatido.
-Iré-
-¿A dónde? Lion frunció el ceño y se incorporó nuevamente para ver a su amigo
-Iré a Ibiza, voy a cuidarla-
-Jajajaja, estas loco- el empresario soltó una carcajada- Nicol va a matarte.
-La puedo llevar conmigo, últimamente anda molesta, podría ayudarnos con la relación- En el fondo no estaba muy interesado en eso, solo quería asegurarse que ningún buitre se acerque a Lizet.
-No es para menos, llevan casi dos años de relación y tú no quieres comprometerte, ¿aun no entiendo por qué? - Lion lo vio curioso.
-Tu sabes que el compromiso no es lo mío- Cameron sonrió y se recostó en el sillón llevando uno de sus brazos al respaldo-
-Tal vez no apareció, aun, la mujer que case al Señor Anderson- Risa.
-No creo que exista. Ahora dime cuando sale el avión de lulú y con quien va.
-No lo vas a creer- Lion volvió a tensar su rostro molesto.
-¿Qué? ¿Qué no voy a creer? - Cameron sintió su corazón galopar con fuerza-
-Ira con sus amigas, pero también cuatro de los chicos del instituto JB, esos mocosos malcriados y tú sabes mejor que nadie quien asiste allí.
Cameron apretó los puños, tratando de controlar sus celos
- Alex Rolan.
-Exacto ese mocoso anda detrás de lulú hace años y ahora es modelo de la misma agencia, van a viajar juntos, ¿lo puedes creer? -
Cameron se puso de pie, y su amigo se sorprendió- pásame los datos al celular, voy hacer las maletas- termino de hablar y abandono la oficina como un rayo.
-Ok…Lion sonrió- es bueno tener un amigo como él –afirmo.
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Lizet y sus amigos llegaron a la Cala d’Hort, es uno de los sitios más especiales de la isla pitiusa tanto por sus maravillosas puestas de sol como por sus bonitas vistas a los islotes de Es Vedranell y Es Vedrá.
Se trata de una pequeña playa de tan solo 150 metros de longitud. La arena que la cubre es fina y blanca, y sus aguas son turquesas; el lugar ideal para una sesión de fotos.
Lizet firmo contrato con una de la revista para adolescentes más prestigiosas, y la campaña de ese verano trababa de promover un nuevo diseño de bikinis y trajes de baño masculinos.
-Muy bien muñeca, necesito que tomes agua entre tus manos y la arrojes al aire, así, perfecto, muy bien- el fotógrafo no dejaba de disparar la cámara parecía amar a Lizet, y ella se veía tan natural como si hubiera nacido para eso.
-Bien ahora, Alex ve y toma por la cintura a Lizet, necesito que se vean enamorados- El joven de dieciocho años corrió entusiasmado, llevaba un pequeño traje de baño, sus piernas tonificadas se marcaban a cada paso y el six pack de su abdomen hacia suspirar a los turistas que curiosos admiraban la sesión.
-Hola preciosa- dijo seductor y Lizet rio acostumbrada a la mirada lujuriosa de Alex.
-Hola guapo dijo besando la mejillas-
-Necesito que la abraces desde atrás para que se luzca el traje- No Alex tómala por la cintura e inclina la cabeza al lado derecho Lizet.
Cada uno siguió las indicaciones, Alex acerco su rostro al cuello de Lizet y miro a la cámara con sus penetrantes ojos azules, como si tentara a la lente, amenazando con besar la piel blanca. Lizet acomodo uno de sus brazos sobre el brazo que sujetaba su pequeña cintura y su otra mano la llevo hasta la nuca de Alex como si lo atrajera.
-Perfecto… una más, Lizet quiero que cierres tus ojos y te inclines hacia atrás… Muy bien-
El fotógrafo estaba feliz, la pareja simplemente era perfecta, pero quien estaba a unos metros no pensaba lo mismo.
Cameron apretaba sus puños evitando correr hasta el mocoso para apartarlo a golpes de su lulú.
-Dime que no me trajiste aquí por ella- la voz femenina se filtró a sus oídos.
Cameron recordó que junto a él estaba Nicol.
-Eh… yo…-
-¡¡Cameron!! Esa era su pequeña, volvió la vista y parecía que todo a su alrededor desapareció, Lizet corrió con su amplia sonrisa a través de las arenas blancas, su cabello negro mojado, se balanceaba como si danzara; y que decir de ese cuerpo hermoso cubierto con tan solo un pequeño traje de baño rojo, era pura tentación
Dios va a matarme- pensó,