Secretos De Una Poción

El duque se quedo mirandola en silencio unos segundos, observando como sus ojos aun brillaban por la emocion del descubrimiento. algo en su pecho se movio, esa mezcla de orgullo, alivio y el deseo de acercarse a ella, de decirle lo importante que era lo que habia hecho… lo importante que era ella.

dio un paso hacia adelante, pero en cuanto Ursula noto su movimiento retrocedio un poco, bajando la mirada.

Ursula: duque Langley… mañana ire al pueblo, quiero llevar la pocion a los niños y asegurarme que todos esten bien.

él se detuvo, notando como nuevamente levantaba una barrera invisible entre ambos.

Duque: ¿mañana tan pronto?

Ursula: si, no puedo esperar mas.. quiero ver si la reaccion es estable en todos, no solo en ti.

el duque asintio despacio, pero no se movio. se quedo observandola, con las manos entrelazadas tras la espalda. queria decirle que no se apresurara, que descansara, que no tenia por que hacerlo sola… pero conocia esa mirada. era la misma que tenia cada vez que se aferraba a su deber para no pensar en otra cosa.

mientras guardaba las pociones en una pequeña caja de madera.. el duque la miro un momento mas, sabiendo que, aunque ella trataba de mantener la distancia, algo en su mirada delataba que su corazon no estaba tan frio como sus palabras.

Ursula se quedo hasta muy tarde en su laboratorio esa noche, midiendo con paciencia cada gota, mezclando los ingredientes exactos para replicar la pocion que habia funcionado. los frascos se alineaban uno a uno, brillando con un tenue reflejo azulado bajo la luz de las velas. no se detuvo hasta que llenó varias cajas pequeñas que acomodó con cuidado, como si fueran tesoros.

al amanecer, sin apenas dormir, fue a buscar al asistente Jones. lo encontro en el patio revisando unos documentos, y con su tono amable ..aunque ya agotado.. le pidio ayuda.

Ursula: necesito que me ayudes a cargar estas cajas al carruaje.. son frascos delicados, no puedo confiar en cualquiera para moverlos.

el joven asistente asintio enseguida, y mientras trabajaban, Ursula le explicaba entre risas cómo debian sostenerlas, que no debian agitarse demasiado y que si escuchaba burbujas era mala señal. incluso le dijo que si se caian todas juntas podían explotar.. Jones se reia nervioso, intentando seguirle el ritmo, tropezando un par de veces mientras ella lo corregia entre sonrisas.

en ese momento, el duque salio al patio, listo para acompañarla al pueblo. pero se detuvo al verla.

Ursula reia. reia de verdad. hacia semanas que no la veia asi, tan natural, tan viva. su cabello suelto se movia con el viento y sus manos se agitaban mientras explicaba algo con entusiasmo, y el asistente la miraba con una sonrisa boba.

el duque se quedo quieto, observandolos, sintiendo una punzada extraña en el pecho. al principio penso que era simple molestia… pero no.

[no puedo negarlo mas.. estoy celoso.. muy celoso]

su ceño se fruncio apenas, pero lo suficiente para que el viento pareciera mas frio de repente. no entendia bien en que momento habia ocurrido, ni por qué ella habia logrado meterse asi bajo su piel. solo sabia que verla reir con otro.. aunque fuera su asistente.. le resultaba insoportable.

Jones, ajeno a la mirada del duque, le sostuvo la puerta del carruaje a Ursula, quien le agradecio con una sonrisa sincera.

[no pienso dejar que otro la haga sonreir asi]

Ursula, una vez que todo estuvo acomodado, se volvio hacia Jones con una sonrisa ligera.

Ursula: no creas que terminaste tu trabajo, Jones.. vas a acompañarme al pueblo, aun necesito tu ayuda para entregar los frascos.

Jones se puso nervioso, pero asintio enseguida, algo sonrojado.

Asistente: por supuesto, señorita Ursula, sera un honor ayudarla.

ella rio bajito ante la respuesta tan formal y le dio una leve palmada en el hombro.

Ursula: no exageres, solo procura no dejar caer nada esta vez.

el duque, que los observaba a unos metros, vio aquella escena y sintio como algo en su interior se tensaba. su sonrisa desaparecio, y sin decir palabra se acerco al carruaje con paso firme.

Duque: parece que van al pueblo.. los acompañare.

Ursula: duque Langley, no era necesario, Jones me acompañara

Duque: lo se.. pero igualmente ire.

Jones, un poco incomodo, tomo asiento frente a ellos, mientras Ursula intentaba mantener la compostura, fingiendo que no notaba el aire tenso que se habia formado.

el carruaje empezo a avanzar, el sonido de los cascos de los caballos rompia el silencio, pero no por mucho tiempo. Ursula, siempre habladora cuando se trataba de su trabajo, empezo a explicarle al asistente los efectos de la pocion, las dosis, y los posibles ajustes para los niños mas pequeños. Jones escuchaba con atencion, haciendole preguntas y asintiendo entusiasmado.

y el duque… permanecia en silencio.

los miraba de reojo, con el ceño apenas fruncido, sin entender por qué ella podia hablar tan libremente con el asistente, reirse, bromear… pero con él, todo era formalidad, respeto y distancia.

cuando Jones hizo un comentario torpe y Ursula solto una carcajada sincera, el duque aparto la mirada hacia la ventana del carruaje, cerrando un poco la mano sobre su rodilla.

[claro, con él se rie, con él se siente comoda… y conmigo solo mantiene esa maldita compostura]

Ursula, entre explicacion y explicacion, se dio cuenta de algo curioso y lo dijo con naturalidad, sin pensar demasiado.

Ursula: por cierto, acabo de notar que siempre te llamo Jones ¿tienes nombre o debo seguir tratandote como a un extraño?

el joven asistente se sonrojo hasta las orejas y bajo un poco la mirada.

Asistente: ah… s-si, claro… me llamo Jeff, Jeff Jones..

Ursula se llevo una mano a la boca y rio, no con burla cruel, sino con esa risa ligera y espontanea que la hacia parecer mucho mas joven.

Ursula: ¿Jeff Jones? suena como el nombre de un personaje de esos cuentos del puerto.

Jeff rio tambien, encogiendose de hombros, claramente encantado de que ella recordara su nombre.

el duque, sentado frente a ellos, apretó el puño sobre su rodilla. la risa de Ursula se le clavaba en los oidos como si fuera un eco que no podia evitar. no entendia por qué le irritaba tanto verla reir con otro hombre, pero lo hacia.

mientras ella seguia hablando con Jeff, el duque fijo la mirada en el paisaje que pasaba por la ventana, aunque en realidad no veia nada. su ceño se fruncio cada vez mas, y sus pensamientos se volvieron un torbellino.

[Jeff Jones… por todos los cielos, hasta su nombre suena torpe. ¿y aun asi la hace reir?]

Ursula, sin notarlo, continuo conversando animadamente, riendo cada tanto, inclinandose un poco hacia Jeff cuando el carruaje se movia. el duque lo notaba todo.. cada gesto, cada palabra, cada risa.

y en silencio, juró que no dejaria que ese asistente siguiera robando las sonrisas que hasta hace poco eran solo suyas.