Dicen que lo prohibido es mas tentador y se desea con locura, es lo que ocurre en esta historia Zoe se encuentra en una gran contradiccion se ha enamorado u obsesionado con el unico hombre prohibido para ella, su vida cambiara drasticamente a causa de ese sentimiento.
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Cap 21: Burbujas
Mi rutina universitaria se basaba en la realización de trabajos, análisis, diapositivas y exposiciones, mi vida secular fue dejada a un lado, no tenía ánimos de salir a pesar de las insistencias de mi hermano y Kendrá.
Ellos continuaban de novios y verlos tan melosos, me generaba dolor.
Deseaba un amor así, pero quien me interesaba no era posible.
Con algunos compañeros hicimos grupos de estudio y siempre insistían que saliéramos de fiesta.
Soy menor de edad era mi escusa más frecuente.
Solía bailar en la terraza del edificio como medio de escape.
Mi necesidad de verlo crecía conforme los días pasaban, el recuerdo de sus besos y sus manos sobre mis pechos era latente.
No podía olvidarlo, no después de lo ocurrido, soñaba todas las noches con él, en consiente e inconsciente lo deseaban, lo necesitaban y lo querían presente.
Me enfocaba en mis estudios como distracción, pero sentía deprimirme en la soledad de mi departamento, cuando mi hermano y cuñada salían al cine o a cenar.
Kendra me animaba a ir a mi doctora, pero escuchar sus reproches sobre lo correcto e incorrecto mataban toda posibilidad de que ocurriera.
Sabía que lo nuestro no era posible, que Jorge se estaba convirtiendo en una obsesión.
Mamá venía a visitarme regularmente y algunas veces me contaba sus actividades.
Escucharla decir que salía con Jorge era como un puñal que perforaba mi pecho.
Me sentía miserable por desear lo que mi madre poseía, pero no podía evitarlo.
Como le decía que no me hablara de él, como decirle que me dolía en el alma que fuese ella quien lo besa y no yo.
Luego que se marchaba lloraba muchísimo, mi estado ánimo decaía.
Culminamos el primer semestre con excelentes calificaciones, tendríamos 3 semanas de vacaciones antes de iniciar el segundo.
La sola idea de volver a casa, me emocionaba y preocupaba en partes iguales.
Si me deprimía de solo ir a mamá, verlos demostrándose cariño me aniquilaría sin lugar a dudas.
Arme una pequeña maleta y partí a casa con el corazón chiquito de angustia.
Kendra iba feliz.
El taxi estacionó frente a mi casa y suspiré antes de bajar.
Kendra corrió escaleras arriba, mientras yo me debatía entre entrar o volver a marchar.
Introduje la llave y giré, la puerta abrió y una lluvia de burbujas me recibieron.
Mamá y mis abuelitos tenían pistolas de burbujas, sonreí emocionada y comencé a reventarlas, tal cual lo hacía cuando niña.
Los abrazos de felicitaciones eran cálidos y revitalizantes.
Mi abue preparo mi comida favorita y mamá me ayudo a organizar mis cosas.
Disfrutamos un día muy lindo.
En la noche durante la cena, Jorge llego su cara de sorpresa al verme, me dijo que no tenía idea que pasaría unos días en casa.
Saludo a mi madre con un peso casto y sentí que mi corazón se rompió en pedazos.
Su saludo hacia mí fue seco y cortante, no esperaba menos.
Fingí indiferencia y continúe comiendo.
Me fui a la cama temprano con la excusa de estar cansada.
Me desperté temprano como era mi costumbre y fui por un vaso de agua.
Estaba perdida en mis pensamientos, mi mente viajo a ese dia.
Bebi el agua distraida y moje mi blusa, como un dejabu lebante mi mirada y ahi estava el mirandome fijamente.
Me gire y deje el vaso en el fregadero, con pasos vacilantes regrese a mi habitacion.
Mi vorazon parevia locomotora.
Me cambie el pijama mojado, por una pantalon deportivo y sudadera, calce mis pies con tenis.
Tome mis audifonos y celular y sali a vorrer, necesitaba despejar mi mente.
Jorge me miro mientras tomaba su cafe, intento hablarme, pero hice como si no escuchara nada mas que la musica y sali.
Aun esraba oscuro y el sol se asomaba en el horizonte.
Corri por el vecindario sin prestarle atencion a nada, ni a nadie.
Mis pensamientos un torbellino.
Korge vive con mamá, un dolor golpeo mi pecho y senti mis piernas flaquear.
Saque mi celular y marque el numero de Pablo.
Con voz quebrada por el dolor y el mareo que amenazaba con hacerme desmayar.
Dije Te necesito papá.
Zoe donde estas sonó preocupado.
Mire a mi alrrededor como llegue tan lejos, pense.
Estoy en el vecindario XXXXXXX frente a la tienda El Sol, no me siento bien.
Zoe entra en la tienda ya voy para alla.
Gira le escuche ordenar al chofer.
Camine un poco desorientada hasta la tienda.
Estaban recien abriendo y me brindaron ayuda.
Mi telefono sonaba insistentemente eran llamadas de mi madre y de Kendra, pero no quise responderlas, no queria preocuparlas y no estaba en condiciones de hablar en ese momento.
Tecleee estoy bien solo sali a trotar.
No quedaron conforme con el mensaje, pues siguieron llamando.
Bebi lentamente el agua que la vendedora me alcanzo.
Pablo llegó poco despues bastante preocupado, me abrazo fuerte y me fue imposible no llorar en su pecho.
Me llevo con él a mi apartamento, no quería que mi mamá me viera así.
Me pregunto muchas veces, pero senti tanta verguenza de confesar lo que me tenía asi, que preferi decir una mentira.
Cocino para mi, mientras tomaba una ducha.
Luego de comer y con mejor semblante le pedi llevarme a casa, aunque se que verlo me pondría peor.
Soy una cobarde y una muy masoquista.
Al llegar todos estaban reunidos y se notaba la preocupación en sus rostros.
Mamá me abrazo en llanto y solo susurre perdón.
Jorge me miro y pude ver un atismo de culpa en sus ojos.
Estoy bien, solo cansada creo que tanta presión al fin me hizo colapsar sonrei, pero la sonrísa no llego a mis ojos.
Prometemos no molestarte con muestras tareas, Kendra me abrazo y Joaquin se unio.
Estoy bien, ire a descansar un poco, aseguré.
Mamá agradecio a Pablo con ojos brillantes, negue con la cabeza, siempre era lo mismo.
Zoe princesa, cualquier cosa me llamas, no importa la hora, beso mi frente y contuve las ganas de llorar.
Solo asentí.
Dormi gran parte del día.
Desperte hambrienta, calente mi comida y me sente a ver una película.
Jorge llegó del trabajo, no me dijo nada, solo se sento a mi lado.
Su mirada vacilante iba de la pantalla a mi, pero se contenía de decir algo.
Decidi ignorarlo, pero acaricio mi mejilla y sin esperar más me beso lentamente.
Trato de alejarme, pero simplemente no puedo dejar de pensarte confeso sobre mis labios.