El Mejor Amigo De Mi Hermano Me Besó

Narrado por Han Jinsung.

Hoy estamos todos en la casa de Areum. La banda decidió que era un buen momento para desconectarnos de todo: ensayos, grabaciones, cámaras, y el incesante ruido de las redes sociales.

Pero estar aquí, rodeado de mis mejores amigos, no hace que el ambiente sea menos abrumador.

Sobre todo, porque él está aquí. Lee Know. Mi Minho.

Intento mantener la compostura, como siempre, pero es difícil cuando cada uno de sus gestos, incluso los más insignificantes, logran capturar toda mi atención.

Está sentado al otro lado de la sala, entre Felix y Hyunjin, pero su mirada furtiva me encuentra de vez en cuando. Y cada vez que lo hace, siento una descarga eléctrica que recorre todo mi cuerpo.

—Han, ¿quieres dejar de mirar a la nada y venir a jugar? —me pregunta Changbin, agitando un control de videojuego frente a mi cara.

Parpadeo rápidamente y asiento, intentando disimular. Me uno al grupo, pero mi mente sigue dividida.

¿Cómo podría concentrarme en un juego cuando el chico que amo está a solo unos metros de distancia, actuando como si nada pasara?

Mientras tanto, Minho sigue siendo él mismo: tranquilo, mordaz, encantador.

Hace comentarios sarcásticos que hacen reír a todos, pero también deja escapar esa risa suya tan única que me derrite. Es un maestro en el arte de mantener las apariencias, algo en lo que yo definitivamente no destaco.

Después de unas horas, todos deciden dispersarse un poco. Felix y Seungmin se van a la cocina a preparar algo para picar, Hyunjin insiste en que necesita aire fresco y se dirige al jardín, y Chan desaparece con Areum en una conversación.

Finalmente, solo quedamos Minho y yo en la sala.

El silencio entre nosotros no es incómodo. De hecho, es una de las cosas que más amo de nuestra relación.

Pero ahora, con todo este secreto, siento que el silencio pesa más. Me remuevo en mi lugar, incapaz de quedarme quieto.

—¿Por qué siempre pareces tan nervioso cuando estamos juntos? —pregunta Minho de repente, su tono bajo y calmado, pero con ese brillo de burla en sus ojos.

—No estoy nervioso. —Mi voz sale demasiado rápido, demasiado aguda, y él sonríe, claramente disfrutando de mi torpeza.

Minho se levanta y cruza la sala con esa elegancia innata que siempre tiene. Se sienta a mi lado, a una distancia segura, pero lo suficientemente cerca como para que sienta su calor.

Me mira fijamente, y aunque intento sostener su mirada, cedo después de unos segundos.

—Han Jisung, ¿cuánto tiempo más planeas seguir actuando como si no pudiera leer cada uno de tus pensamientos? —susurra.

Su tono es suave, pero la intensidad en sus palabras hace que mi corazón lata desbocado.

—¿Qué quieres que haga? ¿Que te bese frente a todos? —respondo en un murmullo, mirando nerviosamente hacia la puerta.

Minho se ríe entre dientes, y el sonido me reconforta.

Toma mi mano, escondida entre los cojines del sofá, y la aprieta ligeramente.

—No, tonto. Solo quiero que te relajes. Nadie sospecha nada.

 Además, soy demasiado bueno ocultando cosas, ¿no crees? —dice con una sonrisa ladeada.

Sus dedos comienzan a trazar pequeños círculos en el dorso de mi mano, un gesto simple, pero que me llena de calma. 

Asiento lentamente, incapaz de responder. Siempre ha sido así: Minho tiene una habilidad especial para desarmarme con gestos mínimos.

—¿Y si alguien entra? —susurro, aunque no hago ningún intento por retirar mi mano.

—Entonces dejaré de tocarte. —Sus ojos brillan con picardía, pero hay una dulzura en su voz que me hace confiar en él por completo.

—No pasa nada —digo nervioso. A pesar de llevar un par de años juntos, tiene la capacidad de ponerme nervioso con su sola presencia.

—¿Quieres irte de aquí a un lugar más solitario? —pregunta con una mirada llena de picardía.

Recuerdos de nuestra última noche de pasión llegan a mi mente en ráfaga y mis mejillas se tiñen de rojo.

La forma en la que me besaba y tocaba, todas esas miradas qué me dedicaba.

La risa de Lino me sonroja aún más.

—¿En qué estas pensando Han? —alza una ceja en burla.

Oculto mi cara entre mis manos avergonzado.

—Ohh, no puedo creer que estés pensando en esto en la casa de Jeongin —me acusa burlón.

—No estoy pensando en lo que crees, estas equivocado — digo tímido.

—Está bien, está bien — dice poniéndose de pie, lo veo curioso. —Voy a molestar a alguien más — dice dándose vuelta.

Lo tomo de la muñeca.

—No, quédate —le pido, él sonríe satisfecho.

Tener a mi pareja en un ambiente lleno de otros hombres a veces me llena de celos.

—Está bien, cielo —dice tiernamente,  mientras se sienta de nuevo a mi lado y toma mi mano.

Pasamos unos minutos así, en silencio, disfrutando de un momento que parece solo nuestro, aunque el mundo esté a nuestro alrededor.

Quiero decirle tantas cosas, pero todo lo que logro hacer es apretar su mano en señal de agradecimiento. Minho lo entiende. Siempre lo hace.

De repente, se escucha la voz de Felix llamándonos desde la cocina.

—¡Han, Minho, vengan a probar estas galletas! Felix dice que son las mejores que ha hecho hasta ahora.

Minho suelta mi mano con una rapidez que me deja frío, pero no me suelta del todo. Antes de levantarse, roza ligeramente mi muñeca con su pulgar, un gesto casi imperceptible que me deja una calidez reconfortante.

—Vamos, Jisung. No hagamos esperar al pollito —Me lanza una mirada que mezcla diversión y algo más profundo, algo que hace que me sienta visto de una manera que nunca antes había experimentado.

Lo sigo hasta la cocina, tratando de actuar como si nada hubiera pasado. Pero en mi interior, sé que estos pequeños momentos son lo que hacen que todo valga la pena: las miradas robadas, los gestos sutiles, y la certeza de que, aunque sea en secreto, Minho y yo estamos juntos y nos amamos más que nunca.

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Hola!!!!

El día de hoy tenemos un capítulo de una historia secundaria, la de Lee Know y Han, de nuestro hermoso Minsung.

Espero les guste.

Díganme si desean más historias de este ship.