UNA VIDA LLENA DE MISTERIOS Y FANTASÍAS: "La Elegida"

Y empezó a apretar mi muñeca con fuerza.

—. ¿Quién eres?

—. Me lastimas Anthony, ¿Qué te pasa?

Dije intentando apartar mi muñeca pero su agarre era más fuerte.

—. Soy una persona común y corriente, ¿Cuál es tu problema conmigo?

—. Anthony, ¡Suéltala!

Habló Sophía acercándose a nosotros dos, Anthony hizo caso omiso a esas palabras y siguió mirándome con ojos llenos de ira.

—. No eres normal, y lo demostraré para que ellos me crean.

Mi paciencia también estaba por llegar a su límite, dí un largo suspiro antes de apartar mi muñeca de su agarre y caer al suelo por la fuerza ejercida, ¿Qué se supone que debía hacer? Golpearlo no era buena idea. Entonces el plan B estaba en marcha.

—. ¿Qué es lo que te he hecho? ¿Por qué me tratas así?

Pregunté de manera lastimosa aunque por dentro estaba echando fuego, los otros tres chicos me miraron y no dudaron en acercarse para detenerlo. Anthony por su lado se quedó parado mirándome.

—. Es suficiente Anthony, déjala en paz.

—. Ella no te ha hecho nada, no entiendo qué tienes en su contra. Cristani es una buena persona.

—. Te dí una orden Anthony, te ordené que te disculparas con ella y ¿Qué estás haciendo?

Hablaron los tres chicos, miré a Anthony de reojo y mostré una sonrisa de victoria como diciéndole que nadie estaba de su lado. Me levanté del suelo y me sacudí la ropa sin antes decir.

—. ¿Por qué es así con las personas? ¿Ese son los valores que le enseñaron sus padres?

Volví a echarle sal a la herida, Anthony echo una furia empujó a sus hermanos y se acercó a mí.

—. ¿Quién te crees para mencionar a mis padres?

Levantó la mano dispuesto a golpearme.

—. Vamos, atrévete a golpearme y conocerás la furia del dragón.

La última frase la susurré mientras lo miraba con una expresión de frialdad, si se atrevía a golpearme no dudaría en asesinarlo ahí mismo. Al menos esta vez encontraría una excusa para eliminarlos a los cuatro, todo dependía de un hilo en el que estaba Anthony.

—. Responde, ¿Por qué puedes pelear?

Y una hermosa espada de la cual emanaba energía pura y de un verde hermoso casi transparente apareció en sus manos, en segundos esta espada fue directo a mi dirección.

—. ¡Anthony no!

Gritó Henry con los ojos casi salidos de su órbita. Sophía de acercó e intentó razonar con él.

—. Anthony, estás cometiendo un error. No hagas esto más grande de lo que ya es, baja esa espada y hablemos como personas.

—. ¡Por qué! ¿Por qué estás de su lado? ¡Ella claramente no es una humana!

Gritó furioso mientras aún mantenía esa espada en dirección mía, lo miré y dí un paso adelante dejando la espada más cerca de mi cuello ahora.

—. Porque yo no busco problemas, tampoco dudo de las personas. Y puedo proteger a mi familia, cosa que tú siendo un estúpido cazador no pudiste.

William y Henry me miraron negando con la cabeza para que dejara de hablar, pero yo quería saber hasta dónde era Anthony capaz de llegar.

—. ¡No te atrevas a mencionar a mis padres! ¿Qué sabes tú?

—. Lo que yo sé es que yo sí puedo proteger a mi familia, incluso si eso significa sacrificarme en cambio tú, preferiste ver morir a cada miembro de tu familia frente a tus ojos sin haber hecho nada, pudiste salvarlos. Pero no lo hiciste, ¿Por qué? ¿Por qué no lo hiciste cuando claramente si podías?

Y sus manos que sostenían la espada temblaron ligeramente, miré hacia el cielo y observé como estaba cambiando, nubes negras aparecieron cubriendo el aquél cielo azúl con pequeñas luces de rayos en ellas. Recordé que debía mantener la paciencia y la había perdido segundos antes.

—. Es suficiente Anthony, ya basta.

Hablé en un tono calmado tratando de que las cosas no se salieran de control.

—. ¡No! ¡Tu eres un demonio y voy a probarlo para que todos me crean! ¡Y a tí te odien!

—. Solo porque quieres que tus hermanos te crean y porque dije algo sobre tu familia ¿Vas a matarme? Adelante, mátame. Asesina a un ser inocente y ¡La ira del cielo caerá sobre tí!

Y un rayo iluminó el cielo para dar paso a un trueno que resonó con fuerza nada más terminé de decir aquello. Todos quedaron con la boca abierta inclusive los tres chicos que estaban ahí.

—. Anthony James ya fue suficiente.

Habló Sophía nuevamente quien sabía que las cosas se estaban saliendo de control y que alguien resultaría herido y no era nada más y nada menos que yo.

—. ¡No! ¿Acaso no lo viste Sophía? Ella invocó un trueno, es más que claro que es un demonio de alto rango. ¡Debo eliminarla!

—.¡No te atrevas Anthony James!

El tono de Sophía se elevó, y yo estaba por perder la paciencia nuevamente, pero pensé en mi familia y no, no iba a poner en riesgo la vida de mis seres queridos por alguien que no valía la pena. Así que solo me dí la vuelta para irme de ahí aunque el cielo seguía oscuro, con rayos y truenos; ignoré todo tratando de calmar mi ira.

—. ¡No te irás tan rápido!

Se escuchó la voz de Anthony y pude oír el sonido de aquella espada acercarse, los rayos y truenos se intensificaron pero seguí caminando esperando lo peor, aunque solo sería una pequeña herida y prefería eso a ver a mi familia en peligro.

—. ¡Morirás!

Fue lo último que escuché al cerrar los ojos y esperar a que esa espada atravesará mi cuerpo sin piedad. Y después de unos segundos no se escuchó nada ni un rasguño y ni dolor. Dí un suspiro de alivio, los cielos rápidamente se aclararon sin dejar rastro de aquella oscuridad.

Me dí la vuelta para comprobar que había pasado, encontrándome con el cuerpo de Anthony en los brazos de William y a Henry en los brazos de Sophía. Al parecer Henry había intentado detener el ataque de Anthony con otro y ambos resultaron heridos.

Retrocedí unos cuantos pasos atrás observando a Henry, esperaba que Sophía detuviera aquél ataque pero él no ¿Cómo se atrevía a proteger con su cuerpo a una desconocida? Y aunque fueran ambos de la misma edad, era más que claro que Anthony tenía más poder por sus años de entrenamiento que Henry, pero aún así él se atrevió a protegerme. No quería llamar a aquel acto como afecto, simplemente quería creer que él lo había hecho porque era su deber como un cazador.

Me acerqué a Henry y me incliné a su altura, lo miré con una expresión seria aunque mis ojos temblaron al verlo en ese estado.

—. Sabes que no tenías que hacerlo o ¿Ese es el deber de un cazador?.

Dije en un tono frío, él solo sonrió ligeramente mientras Sophía empezaba a transferirle energía para sanar sus heridas tanto externas como internas.

—. Somos amigos, y entre amigos...nos ayudamos, es mi deber y responsabilidad... protegerte como un hermano mayor.

Nadie me había dicho aquello, y aunque fueran palabras simples fueron más que suficientes para hacer temblar a mi yo fragmentado y roto. Aquellas palabras eran las que había necesitado escuchar, las que yo había pedido pero que nadie me dijo. Y una vez más me sentí como un verdadero humano con sentimientos y emociones.

—. ¿Estás... llorando?

Preguntó él con aquella sonrisa que lo caracterizaba, me toqué las mejillas y sí, había derramado unas cuantas lágrimas, levantó la mano e intentó tocar mi mejilla pero aparté su mano y lo miré con una expresión fría.

—. Deberías preocuparte por tu vida en vez de pensar en otras personas a quienes ni siquiera le agradas.

Respondí en un tono seco para después pararme y darle la espalda. La escuela había quedado en un silencio sepulcral, los maestros al ver aquella discusión de inmediato ordenaron que los estudiantes se retiraran de las instalaciones para evitar cualquier daño. Entré al aula, saqué mochila y me fuí de ahí aún con ese sentimiento de tristeza.