Leandro Smith es un policía con rango intachable considerado el lobo Negro de la Comandancia pues su amplia trayectoria le a dado estima, pero un día su mundo da un giró al encontrase con Alice una chica motorizada que gustó diferentes, con quien tendrá incontables desacuerdos.
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CAPITULO: VII. CULPABLE .
Leandro miró a ambos policías esperando su explicación, al perecer les había sorprendido su intervención, y como no hacerlo después de tener ya media hora esperando que se despeje la vía y esto no ocurría, ya había bastantes autos de ambos lados y ese par de inútiles no resolvía nada.
CONDUCTOR: Quien es usted?
POLICÍA 1: Capitán lo lamento el problema es que la señorita acá presenté ocasionó este accidente, y pretende salir librada,resistiéndosee a la autoridad. \= Leandro enarcó una ceja al escuchar eso tan descabellado.
Y pudo escuchar con Claridad a la pelinegra bufar en modo de protesta. Miro al conductor, este lo miraba con algo de incomodidad.
LEANDRO: Me imagino que usted es el conductor del auto negro, no debiera ser usted quien este dando explicación por haberse detenido cuando el semáforo estaba en verde. \= el hombre trago grueso, y con nervios respondió.
CONDUCTOR: Yo, yo ya acelere que ella es la culpable. \= Si más que decir señaló a la pelinegra. Esto hizo que volviera a molestarse.
ALICE: Eres un pedazo de estierco mentiroso porque no dices la verdad; te quedaste dormido...
Mientras la pequeña embaucadora descargaba toda su irá, el capitán la detalló de pies a cabeza, vestía unos shorts Jean oscuros ajustados, un corcel negro, chaqueta de cuero y botines, esa combinación le quedaba de infarto: para cualquier hombre; ella se veía muy provocativa aunque no fuera su intención.
Pensó que talvez haberle quitado su accesorio no fue buena idea. Esa mujer en todos sus lados era perfecta.
LEANDRO: Oficiales. Lleven este hombre a la Comandancia, puedo notar como tiene su boca reseca y sus pupilas dilatadas, somníferos, talvez. Procedan a hacerles unos exámenes de sangre.. en cuanto a la señorita..
¿Ambos se encontraron con sus miradas, la de Alice era incredulidad le había parecido sorprendente la rápida deducción de los hechos, la del capitán era con cierta curiosidad se preguntaba que hacia esa bella embaucadora a media noche por la calle y sola.?
LEANDRO: Aunque fuera la responsable por la distracción que tubo el ciudadano. Ella no tiene la culpa de ser tan atractiva. Y estoy seguro que jamas se imaginó que estar parada allí ocasionaria este enrollo.
Leandro con un mirada de burla se dio vuelta, no sin antes escuchar en un susurro. "Idiota". Cosa que lo hizo devolverse y enfrentarla.
LEANDRO: Sabes debería estar agradecida.
Alice cruzó sus brazos en su pecho y giro su mirada a otro lado, en señal de querer ignorarlo. El capitán metió sus manos en su bolsillo para luego sonreír, le saldrían rairses y se ponía a esperar que le agradeciera.
No perdió más el tiempo y se retiró del lugar, durante los siguientes días trabajaría en el turno de la noche, así que se dirigiría a la Comandancia donde estaba seguro que estaba un Eduardo algo impaciente por la tardanza.
Ambos trabajaría en caso de narcóticos, y necesitaba las noches para sucesiva investigación.
Al llegar como había imaginado Eduardo ya lo esperaba dentro de su oficina con algunos datos que había recolectado, pero debido a la distracción que tenía el imponente rubio, fue difícil para el teniente continúa hablando.
EDUARDO: Que sucede contigo? Te veo distraído.
Leandro noto la intriga de su amigo y sonrió. Habia olvidado contarle lo que había ocurrido en el restaurante.
LEANDRO: Recuerdas a la bella pelinegra de tráfico?. La volvimos a encontrar en el restaurante, ayer.
EDUARDO: Sabes que es un rato amargo difícil de olvidar, que hay con El, ella? Elle? \= Leandro sonrió con su intento de pronombres. Para no ofender.
El capitán empezó a relatarle con lujos y detalles como; por accidente había escuchado la conversación ajena de las dos chica descubriendo así la completa farsa de la bella pelinegra.
EDUARDO: Entonces fuimos engañado horriblemente por esa chica. \= mencionó incrédulo .
Leandro saco de su gaveta aquel objeto de goma que tenía un parecido a unos testículos, y lo avento a la mesa dejando desencajado a Eduardo.
EDUARDO: Que chica tan malvada, acaso su Madre no le dijo que es de mala educación engañar a la gente, sobre todo jugar con sus cachondos pensamientos de los pobres hombres.
Aquella locas palabras hicieron que el capitán le aviente un lápiz. Su estupidez no tenía límites.
LEANDRO: No seas infantil. Sabes había escuchado su voz durante todo el almuerzo: una delicada y suave, me pareció tan increíble que hasta eso lo había logrado cambiar.
EDUARDO: Es una verdadera pena que sus preferencias sexuales se incline hacia las de su mismo sexo, una magnífica hembra para otra hembra.
LEANDRO: Creo que la chica tiene sus reservas guardadas con el sexo masculino lo pude ver con su actitud hacia a mi, y esta noche lo confirme.
EDUARDO: Espera como que está noche? En donde la viste?..
Leandro sonrió y asintió.
LEANDRO: de venida aquí, y no creerás el enredo automovilístico que causó tan solo por estar detenida a un lado de la carretera.
EDUARDO: No me digas que provocó un accidente. \= Mencionó irónico, pero, por la mirada de Leandro entendió que había dado justo en el clavo.
Para Eduardo no era tan absurdo, la chica era hermosa y tiene un cuerpo muy sexy, lo que tenía intrigado al teniente es esa mirada del Capitán, podía ver una curiosidad enorme hacia la chica, hace muchos años que el hombre no se interesaba en una mujer, la pelinegra había toda su atención.
Solo faltaba que Leandro le diera su buena revolcadas.
por la violación que sufrió.
menos mal que con la Ceci no pasan de besos.
Lo que ella le hace falta para abrir sus ojos es una buena revolcadas de Leandro.
jajaja.