Mundos Paralelos

Cómo era de esperarse después de que pasara el tiempo le rompieron el corazón a Alejandra, corazón que yo estaba dispuesto a arreglar aún sabiendo todo lo que había pasado, pues ella había Sido la persona con la que tantas veces había soñado, ella era con la persona con la que me había imaginado tantas formas de estar juntos, con ella era con quién estaba dispuesto a estar sin importar la circunstancia, el momento, sin importar nada. Siempre dentro de mí supe que ese momento iba a llegar y creí estar preparado, pero si, ese momento llego y creo que no estoy preparado para decirle que no.

Mis sueños con ella siempre fueron tan perfectos, momentos espectaculares difíciles de creer, y que llegaban al corazón en el momento en que me despertaba y me tenía que dar de cuenta de que todo eso pasó en otra vida, pero es que estos sueños eran tan reales que de saber que iba a sonar con ella dormiría para siempre solo con la excusa de no dejar de verla nunca, pero lastimosamente en esta vida solo me tocó perderte, y esperar que me recuerdes y no me olvides jamás, en esta vida nuestros caminos parecen no juntarse, siempre separados por una circunstancia u otra, y solo me queda recordar momentos que vivimos perfecto y soñar con otros esperando que se vuelvan reales para no tener que separarnos nunca y poder demostrarte mi manera de amar, pues no me importaría poner el mundo patas arriba con el fin de tenerte.

El tiempo fue pasando, cada vez nos acerca vamos más, cada vez que la abrazaba los pelos se me ponían de punta, pues el sentir tu olor me hacía sentir que no me quería separar de ella jamás, ese vacío en el estómago al mirarla había vuelto, esa mirada tan intensa como un atardecer, si esa mirada de la que no me quería volver a separar, sentarme al lado de ella y recostar mi cabeza sobre su hombro sin decir ni una palabra ese era mi lugar perfecto, un lugar donde mis problemas no existían, manejar el carro con ella a mi lado y escuchar música se sentía perfecto, pero no por la música sino por su compañía, el tiempo pasaba lento, aunque lo mejor siempre pasa rápido el hecho de querer estar tanto con ella me hacía disfrutar cada segundo haciendo largas las horas a su lado, esto era lo que pasaba en mis sueños y me di cuenta de que eran deja bus y no simples sueños, solo me toca esperar que el final de nuestra historia fuera así de perfecto.

Siempre la esperé por si algún día cambiaba de opinión y desidia volver a estar conmigo otra vez, y creo que valió cada maldito segundo de espera, valió cada minuto que pase mirando al techo de mi habitación imaginándome todas las posibles vidas perfectas que pude haber vivido al lado de Alejandra, valió cada hora que me quedé sentado en todos los lugares que visite, pensando en la cantidad de formas que tenía de recuperarla y que se quedara conmigo para siempre, pero en la vida real no en sueños o simples imaginaciones que solo eran fantasías que calmaban mis ganas de estar con ella momentáneamente, pero luego me despertaba con lágrimas en los ojos sabiendo que ella y yo siempre vivimos en mundos paralelos donde nuca llegaba el momento en el que estos chocaban y se juntaban sin tener que estar separados nunca más, ya habíamos vivido mucho tiempo separados y yo quería y rogaba que llegara el momento de juntarnos otra vez, pues solo ella me había hecho sentir enamorado de verdad, ese gusto que se siente con solo la primera mirada, ella me había hecho descubrirme a mi mismo, por fin me había dado una razón para mirar a alguien a los ojos.

Empezamos a salir, fuimos a un lugar y bailamos una canción suave de amor con una letra perfecta, y un ritmo que nos hacía sentir relajados, las demás personas no importaban pues solo me importaba la persona que tenía enfrente y esa era ella, con su risa que cautiva, y esa mirada que enamora, me atraía hacia ella como ninguna lo había hecho jamás. Después de haber bailado esa canción siempre que iba a mi casa cuando era de noche y la ciudad se callaba poníamos la canción y la bailamos a la luz de las velas una y otra noche.

Fuimos al lugar al que fui una vez en una salida de campo que tenía esa vista perfecta a las estrellas, nos acostamos mirando hacia el cielo y le dije:

- Un día justo en este lugar te comparé con una estrella fugaz pues siempre creí que hay personas así que pasan por nuestras vidas, nos cautivan, pero al final simplemente desaparecen sin dejar rastro alguno de los perfectos que alguna vez fue todo.

Me miró con lágrimas en los ojos y dijo:

- A diferencia de ti yo un día te comparé con la luna, pues esta es brillante y perfecta pero para mi, imposible de alcanzar.

Luego ella me puso unos audífonos, sonando esa canción que tanto nos gustaba y mirando las estrellas y la luna nos quedamos dormidos, al despertarnos con la luz del sol alumbrándome los ojos le dije:

- ojalá en lo nuestro nunca llegue el amanecer

Ella me preguntó:

- ¿por qué?

Le dije:

-para que nunca llegue el día en el que tú tengas que dejar de ver la luna y yo tenga que dejar de ver las estrellas.

Me abrazo con gran fuerza y llorando desconsolada después de un largo rato me dijo te amo mi precioso anochecer, nos fuimos del lugar manejando por calles vacías con música de fondo y ella a mi lado sacaba una mano mientras dejaba que el viento la ondeara, en una gran recta en la carretera solté el manubrio cerré los ojos y grite ¡te amo mi precioso anochecer!.

¡TE AMO HASTA LAS ESTRELLAS!