Grettel es una mujer pobre, que se enamora de un hombre rico, al que conoció desde niños.
Ese amor desencadena una serie de maltratos, odio y situaciones en las que de pronto te obligan a decir, ¡ella o yo, tienes qué decidir!
NovelToon tiene autorización de Maria Esther para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
No me quiero casar
Por un tiempo que pareció una eternidad Grettel no respondía, pero después empezó a respirar como que se ahogaba.
Los médicos pronto la ayudaron a salir del trance, y a los pocos minutos ella había pasado el peligro.
Avisaron a los familiares de Grettel...
La señora está bien tuvo niño y niña los tres están perfectamente bien de salud.
Gracias a Dios, dijo Ana Luisa.
Los demás lanzaron un suspiro de alivio.
Al poco rato todos pasaron a conocer a los dos bebés.
Felicidades, Grettel, los niños están hermosos. ¿Qué nombre les pondrás?, preguntó Romina, muy emocionada por conocer a los dos bebés.
El niño se llamará Axel como su padre y la niña se llamará Claudia, como mi madre, aunque no la conocí.
Qué bien, te felicito, Grettel, dijo Ulises, también emocionado.
Adrián se veía muy feliz, había adoptado a Grettel como su hija. Aunque, ella todavía no lo sabía.
Él pensaba que si su hija viviera, tendría la misma edad que Grettel.
.
.
Dos meses después...
En una iglesia se celebraba una boda.
Rocío ya estaba lista para partir a la iglesia, su vestido de novia estaba muy hermoso, todo blanco bordado con lentejuelas y chaquira, se veía divina.
Axel, cuando ya estaba listo para partir, vio por la ventana.
Grettel llegaba en compañía de toda la comitiva, Ana Luisa cargaba a la niña y Romina al niño, Axel se quedó muy contrariado al ver a los dos niños recién nacidos.
Coincidía perfectamente con el tiempo que estuvo con ella.
Josefina se dio cuenta de lo que miraba Axel e inmediatamente fue con él. Sé lo que piensas hijo, pero te aseguro que esos niños no son tuyos, nacieron prematuros, no sé si te hayas dado cuenta, están muy chiquitos. Vamos, Rocío te espera en el altar.
Por un momento, Axel dudó en ir con su madre a la iglesia.
Mamá, ¿y qué tal si son mis hijos y los voy a abandonar?
Ya te dije que no son tuyos, ella tuvo varios amantes cuando tú te fuiste y cualquiera de ellos la pudo haber embarazado.
Tienes razón, madre, si fue capaz de meterse con varios hombres, entonces que se amuele. Vámonos.
Cuando llegaron a la iglesia, Rocío todavía no llegaba.
Axel ya estaba adentro esperándola, tenía el alma en un hilo porque pensaba que iba a abandonar a Grettel con sus hijos.
Se sintió mal pero tenía que seguir adelante, aunque sabía perfectamente que entre él y Rocío no había pasado nada. Pero era obvio que sus padres no le creían y tenía que seguir a como diera lugar.
Rato después llegaba Rocío con su vestido de novia muy feliz.
.
.
Grettel alcanzó a ver a Axel cuando se asomaba por la ventana, pero este no le hizo caso y la ignoró por completo. Dejando a Grettel con un profundo dolor en el corazón.
Ella no sabía por qué Axel la ignoraba, después de que se fue a Chiapas no había vuelto a verlo y ahora que regresaba no le hacía el menor caso.
El que el que le aclaró las dudas fue Adrián: Grettel, siento decirte que Axel se está casando en la iglesia con Rocío.
Grettel abrió mucho los ojos, asombrada. ¿Pero qué significa esto?, él no se puede casar con Rocío.
Tranquila, hija, ya no hay nada que hacer; de seguro para estas horas él ya se haya casado.
Eso no puede ser cierto, no puede ser cierto, Grettel lloraba a mares.
Tranquila, hija, no te pongas así, le dijo Adrián.
Él no puede casarse con otra persona, porque él está casado conmigo, don Adrián.
¿Pero qué estás diciendo, muchacha?
Axel y yo nos casamos en un pueblito de Jalisco, quisimos hacerlo a escondidas para que no se dieran cuenta doña Josefina y don Lorenzo y nos quisieran aguar nuestra boda.
Entonces lo que está cometiendo Axel es una bigamia. Tenemos que detener esa boda a como de lugar, vamos Ulises.
Adrián y Ulises se fueron muy rápido a la iglesia.
.
.
Grettel, ¿y en qué pueblo te casaste, amiga?, le preguntó Romina.
Creo que se llama Zapopan, yo no sabía hasta que Axel me llevó ahí y me dijo. Es un pueblo muy hermoso.
Nuestra luna de miel fue encantadora. Las lágrimas brotaron de nuevo en los ojos de Grettel.
Saber que Axel se estaba casando con otra mujer le dolía en el alma, porque ni siquiera entendía por qué no la quiso volver a ver a ella que tanto lo amaba.
Y además, tenía dos hijos de él.
Romina, ¿tú sabes lo que pasó para que Axel no quisiera saber nada de mí?, le preguntó Grettel con labios temblorosos.
Ay manita. ¡Qué más quisiera yo despejar tus dudas pero tampoco sé absolutamente nada!
Aunque...
¿Qué?
Acuérdate que Rafael te vio en ese bar, de seguro él le ha de haber ido con el chisme a Axel, por eso no te quiso ver, ha de estar muy enojado.
Pero, ¿a tal grado de que se casara con otra sin haber hablado antes conmigo?
Grettel, ya sabes cómo son los hombres, siempre se creen todo lo que les dicen y tú que eres su esposa ni siquiera te preguntó, así son todos. ¿Qué quieres que te diga?
Romina abrazó a Grettel, que estaba desconsolada. Ana Luisa, después de darle los niños a la niñera se acercó a ellas y se unió al abrazo.
Adrián y Ulises llegaron a la iglesia, pero lo que vieron los llenó de una sorpresa enorme.
Si hay alguien que se oponga a esta boda que lo diga hoy o que calle para siempre; se oyó la voz del sacerdote.
Silencio, nadie se opuso.
Después, el padre siguió con la ceremonia. Al preguntarle a Rocío que si aceptaba a Axel como esposo ella, muy sonriente dijo que sí.
Axel Fuentes, ¿aceptas como esposa a Rocío Ríos Méndez como tu esposa?
Axel se quedó callado y observó a todos los que estaban en la iglesia y de pronto algo se iluminó en su mente.
El padre le habló otra vez a Axel.
De pronto Axel se levantó y dijo:
No, no me quiero casar, se levantó y se fue corriendo hacia afuera de la iglesia.
Adrián y Ulises lo vieron pasar, pero al parecer él no se dio cuenta de que estaban ahí.
Por lo que veo no hubo necesidad de interrumpir la boda, le dijo Adrián a Ulises con una sonrisa.
Pues que bueno que no se casó, no se la hubiera acabado con nosotros y lo meteríamos a la cárcel por bígamo.