Entre El Amor Y El Odio

En un movimiento rápido Sergio salió de la oficina directo a la junta que estaba prevista a primeras horas de la mañana, cansado de las palabras de Berta, pensó en enviar por un tiempo lejos Ariana, de esa manera su asistente no tendría como localizarla y hacerle daño.

Mientras camina por los pasillos de la empresa no deja de maldecir la hora en la que se enredó con Berta, debió de hacerle caso a su amigo cuando le dije que entre el amor y el trabajo no podían haber relaciones, que al terminar el día una de las dos saldría más que afectada.

—¿Estamos listos?— Pregunto Sergio mientras se sienta con su ceño fruncido y molesto.

Con grandes zancadas Berta iba ya de camino a la junta, era su asistente, así que al ser nuevamente rechazada, no le quedó otra que vestirse y molestar a Sergio lo más que pudiese para que le aleje de la jovencita.

La junta comenzó y así mismo fue interrumpida por Berta que iba del brazo del abogado de la empresa y personal de Sergio, gesto que no fue recibido con mucho agrado de parte de Sergio.

Sabe que esa mujer malvada está tramando algo más que hacerle daño a Ariana.

—Señor, estamos listos ¿puedo empezar?— aquel muchacho que estaba tratando de exponer su proyecto, sudaba como si no hubiese un mañana, era la segunda vez que llegaba a esa sala de junta a presentar su proyecto, pero la primera vez no tendría la mejor de las suertes, Sergio lo interrumpió cuando salió en busca de Ariana la primera vez, una interrupción más acabaría con la confianza del tímido ingeniero que aspira llegar a un puesto alto dentro de la empresa por sus grandes conocimientos.

—Adelante— Sergio no perdió su tiempo a la espera de que su asistente se sentará junto al abogado, él solo le pidió al joven que iniciará su propuesta.

Con entusiasmo el joven empezó a presentar su proyecto, largos meses había estado trabajando en él y justo cuándo estaba por terminar la voz de Berta lo interrumpió.

—Basta, ha sido suficiente de tanta farsa, sal de esta sala ya mismo— Berta miró al joven y lo intimido, nadie era capaz de enfrentar a Berta, ella era la mujer de Sergio a los ojos de todos, y aunque no estuvieran casados, ella era quien mandaba después de él.

Un poder que Sergio le dio en muchas de sus malas decisiones tomada en medio de un encuentro casual.

Sergio molesto, primero por la manera en que ella se levantó e interrumpió la propuesta del joven que a sus ojos era tan perfecta, segundo su atrevimiento, ya no era como antes que Sergio le permitió hacer y deshacer en su empresa, ahora no, desde que Ariana apareció en la vida del hombre y verla luchar por sus sueños aun cuando su vida estaba sumisa en un caos de emociones, Ariana era la musa de Sergio, esa motivación para cambiar gran parte de lo que no es correcto en su día a día.

—¿Qué crees que haces? Berta baja la voz y siéntate— Ambos de pies mientras sus miradas son un torbellino de emociones, los ojos de Sergio cambiaron de un gris claro a un color mucho más oscuro, develando la molestia que a ocasiones la actitud de la mujer.

Berta caminó mientras contornea sus caderas al ritmo de su sensual caminar —Este joven es solo un farsante, se ha robado un proyecto de otro trabajador y tengo las pruebas— Ella cogió el mando de la pantalla que tenían a un lado, poco se considera utilizar una pantalla con un tamaño tan recortado, pero desde ahí se puede ver como el joven estuvo dentro de los archivos en busca de carpetas.

El joven apretó sus puños en medio de la ira, estaba realmente molesto, era su proyecto y nadie puede negarlo y menos con falsas acusaciones.

—Es mentira, señor, es mi proyecto, jamás haría una bajeza de robar— el joven aún tartamudeando se defendió de las garras de Berta.

Sergio miró al joven y la pantalla, si, él estaba en un lugar privado de la empresa, pero su seguridad al explicar cada detalle lo hace dudar. Además, que Berta siempre ha estado al tanto de todo.

—Busca al verdadero dueño del proyecto, quiero que me expliques el mismo todo lo relacionado con el desarrollo— Sergio se dio cuenta de como el joven estaba molesto, aún sin poder enojarse más de la cuenta, tiene que mantener su comportamiento frente a sus superiores.

Berta estaba llena de seguridad, —El joven está de baja, pobre de él, al saber que su proyecto fue robado, lloro hasta el cansancio y cayó en depresión—

El joven se dio cuenta de que Berta no es más que una mentirosa, —Si querías mi proyecto tanto como lo estás demostrando, debiste pedirlo y ya, pero hacerme esto, es tan bajo Berta— La rabia estaba agobiando su existencia.

Berta sintió como sus ojos se llenaron de furia al ver que el joven la tuteo de esa manera, fue una falta de respeto.

—¿Qué has dicho? Recoge todo y lárgate de la empresa, no te he dado

la confianza para hablarme de esa manera—

Sergio estaba boca abierta, hasta donde le había dado poder a esa mujer, con que derecho ella juega con su poder para poder echar a las personas de la empresa, no puede negar que la nobleza de Ariana y el conocerla lo ha cambiado demasiado, ahora puede ver la vida de una manera tan abierta, aún él siendo el dueño de esa gran empresa, ella no quiso renunciar a su trabajo de anfitriona en el restaurante.

—De aquí nadie se va, se suspende la junta, vamos Berta aún tenemos de mucho por conversar— Sergio molesto salió hacia su oficina, a todos en la reunión se les dibujó una gran sonrisa en el rostro, no tuvieron dudas de que al fin esa arpía va a recibir su merecido.

Berta los miro con odio y salió detrás de Sergio, sabe que cualquier encuentro a solas con el hombre sería perfecto para ella.