EL PODER DE LOS OJOS DIVINOS

La historia continúa.

En estos últimos dos años, Gabriel ha logrado un gran avance en sus habilidades mágicas, especialmente en la combinación de diferentes tipos de magia. Ha descubierto su habilidad para transformar el maná en maná de oscuridad, convirtiendo el agua en ácido y el fuego en un color morado único. También ascendió a la clase de magia avanzada élite.

Hoy, emocionado por su primer día en la clase de magia avanzada élite, Gabriel espera aprender a manipular el fulgor. Los cambios físicos en sus compañeros son evidentes, con Lisa volviéndose más atractiva y fuerte, y Datch sigue igual. Las gemelas, por su parte, han mejorado aún más su belleza, dejando a Gabriel impresionado por su transformación. Incluso la gemela ente, que solía ser más baja, ahora está a la altura de Gabriel, sorprendiéndolo por completo.

Las gemelas preparan todo y acompañan a Gabriel a su clase, llegando al salón mientras esperan a su nuevo tutor. Finalmente, un hombre con corona y traje blanco entra con elegancia y se presenta con cortesía.

—Mucho gusto, soy el sacerdote Brian, ayudante del gran sacerdote, y ustedes tienen el honor de ser enseñados por mí. Les enseñaré a manipular el fulgor, aunque no será fácil, sé que lo lograrán —dice el sacerdote con solemnidad.

Damián, levantando el brazo, pide al sacerdote que le enseñe a perfeccionar su habilidad en la manipulación del fulgor. Gabriel se sorprende al notar que Damián no muestra arrogancia en su comentario. El sacerdote se da cuenta de que él es un miembro de la familia Gōman.

—Sería un honor ayudarte a perfeccionar tu manipulación del fulgor —responde el sacerdote con educación y respeto.

Con una mirada seria, comenzó a explicar sobre la manipulación del fulgor, una habilidad sagrada que solo unos pocos elegidos podían dominar.

Con gestos precisos, el profesor comenzó a describir cómo el fulgor era la energía divina que residía en cada ser humano bendecido por dios, y que podía ser canalizada a través de la fe y la oración. Explicó que para manipular el fulgor era necesario un profundo conocimiento de uno mismo, así como una conexión espiritual con lo divino.

Mientras hablaba, el profesor demostraba ejemplos prácticos de cómo utilizar el fulgor para sanar, purificar o proteger. Sus manos brillaban con una suave luz dorada, que se movía con gracia y poder a su alrededor. Los alumnos observaban con asombro, tomando nota de cada palabra con diligencia.

Al final de la clase, el profesor hizo hincapié en la importancia de usar el fulgor con responsabilidad y respeto hacia los demás. Les recordó a sus alumnos que el poder divino debía ser utilizado para el bien común y la justicia, y nunca para fines egoístas o malignos.

Gabriel y los alumnos salieron de la clase con una sensación de reverencia y gratitud hacia el profesor sacerdote, quien les había abierto las puertas a un mundo de magia sagrada y poder divino.

Gabriel estaba emocionado por lo bien que explicó el sacerdote y también quería aprender a manipular el fulgor. De repente, recuerda el fulgor oscuro creado por el líder de los oradores de Orbes, que era opuesto al fulgor divino. También recordó la expresión de asombro y temor en el rostro de Damián. Él sabía que podría dominar ambos tipos de fulgor y ser muy poderoso.

Al llegar a la habitación, las gemelas comenzaron a leer el libro de magia dimensional, mientras Gabriel practicaba magia de ilusiones, creando barreras defensivas pero sin saber cómo hacer que reflejaran imágenes falsas.

Mientras tanto, Lisa meditaba, buscando aumentar su capacidad mágica ya que su cuerpo no producía mucha maná. Datch preparaba la cena para sus amigos y todos cenaron juntos antes de retirarse a dormir.

Al día siguiente, Gabriel se levanta y se dirige a clase junto a Datch y Lisa, mientras las gemelas se quedan en la habitación leyendo el libro de magia dimensional, pasando todo el día inmersas en su lectura. Gabriel llega visiblemente cansado, ya que le habían asignado muchas tareas.

En otro lugar lejano, la abuela de Beatriz pensaba en Gabriel y en su mente decía: —Cuando él sepa la verdad sobre Beatriz se pondrá muy triste. Él es un muchacho muy bueno y tranquilo, no merece saber esto. Todo llegará a su debido tiempo. Se levanta de su silla y sale de una tienda de campaña para observar el campo de batalla. Un elfo se le acerca y le informa que el enemigo los está haciendo retroceder. Ella da dos pasos y su mirada brilla con intensa luz verde, haciendo que raíces aparezcan en el campo de batalla y aniquilen a los soldados del ejército de Trini. Luego las raíces se aquietan y crean una fruta que explota con fuerza, obligando al ejército enemigo a retirarse y planear otra contraofensiva. Su nariz comienza a sangrar.

—Ya estoy vieja para estas cosas —dice mientras se limpia la sangre de la nariz.

Gabriel y las gemelas caminaban por los pasillos de la academia rumbo a su salón cuando, accidentalmente, chocan con Damián. Este le advierte a Gabriel que debe fijarse por dónde camina, demostrando arrogancia. Ambos se miran fijamente, lo que molesta a Damián, quien lanza un puño hacia Gabriel. Este logra esquivarlo y contrataca con otro puño, pero Damián conjura un viento que empuja a Gabriel hacia atrás. Preparado para pelear, Damián se sube la manga, pero las gemelas se interponen.

Nili conjura un hechizo y, cuando Mili estaba a punto de atacar a Damián, Gabriel la detiene, diciéndole que no vale la pena.

—Te dejaré por ahora porque estoy de buen humor, idiota de un solo ojo. A la próxima te daré una paliza junto a tus estúpidas gemelas —dice Damián mientras se aleja.

Las gemelas querían golpear a Damián por lo que le hizo a Gabriel, pero este les advierte que no vale la pena buscar conflicto con alguien tan soberbio y que su familia tenía una influencia mayor, por lo que era mejor ignorarlo.

Gabriel asiste a su clase, donde aprende nuevas habilidades mágicas. Al terminar, se dirige a su habitación y enseña a las gemelas sobre la magia dimensional, explicándoles que no será fácil y que primero deben aprender magia defensiva. Mientras tanto, Lisa medita en un río cercano y Datch está dormido.

Al día siguiente, Gabriel tiene tiempo libre y decide dedicarse a perfeccionar sus habilidades en magia de ilusiones. Se dirige al lago con Lisa y las gemelas, y después de varios intentos logra dominar la técnica, sintiéndose emocionado por su progreso. Luego, les pide a las gemelas que peleen contra él para practicar juntos.

Gabriel se preparaban mientra que sus ojos estaban fijos en las gemelas Nili y Mili, quienes se acercaban lentamente hacia él con una mirada desafiante en sus rostros.

Las gemelas se detuvieron frente a Gabriel, cada una empuñando una daga en sus manos, listas para la batalla. Gabriel se preparó para enfrentarlas, invocando su magia para crear una barrera defensiva a su alrededor.

Con un gesto rápido, Gabriel utilizó su nueva magia de ilusiones, creando una barrera frágil que distorsionaba la luz y creaba imágenes falsas a su alrededor. Las gemelas, confundidas por las ilusiones, comenzaron a atacar a las imágenes falsa de Gabriel que se movían a su alrededor, dándole a Gabriel la oportunidad de contraatacar.

Con movimientos rápidos y ágiles, Gabriel desarmó a las gemelas una a una, desviando sus ataques con maestría y contraatacando con precisión. Su magia de ilusiones resultó ser una poderosa herramienta en la batalla, confundiendo a sus adversarios y dándole la ventaja necesaria para salir victorioso.

Finalmente, con un último movimiento, Gabriel logró derrotar a las gemelas, dejándolas en el suelo rendidas y sin armas. Se tomó un momento para recuperar el aliento.

En un lugar remoto, las 7 piezas de Dios estaban reunidas junto a un hombre, quien resultó ser el secuestrador que escapó de Gabriel y Datch. El hombre les relató que había presenciado a un niño con un ojo negro, pareciendo un monstruo, que con brutalidad asesinaba a los demás sin piedad, añadiendo que tenía la capacidad de matar con solo una mirada.

El relato del hombre despertó el interés de las 7 piezas de Dios, quienes intuyeron que no mentía debido al evidente temor que mostraba al narrar los hechos. El líder determinó que debían investigar este suceso, ya que sabían que estaban cerca de encontrar la llave que liberaría a Dios.

Fin del capítulo