Amelia tiene 17 años, es huérfana y una esclava, sabe de alguna manera que fue amada mientras estuvo en el vientre de su madre, pero una mestiza es despreciada por todos: humanos y en especial por los elfos. En su cumpleaños 17 intentan tomar su pureza y ella escapa al bosque donde encuentra una cría de dragón y lo cría en secreto hasta poder escapar pero cae en manos de los elfos quienes matan a los mestizos sin hacer preguntas, ¿qué pasará con Amelia, logrará escapar nuevamente? ¿Huirá de su destino? cuando un guerrero elfo que la desea y odia al mismo tiempo, tenga su destino en sus manos deberá decidir qué es más fuerte si los prejuicios o el amor.
NovelToon tiene autorización de Lucía para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Cap. 8: Despierta tu magia
-A ver dragona dime qué hago- dice emocionada Amelia- estaban cerca de la cabaña listas para practicar. Había caído la noche, pero Amelia no quería esperar más. Una pequeña fogata alumbraba el lugar tenuemente.
- Me queda una duda, puedes hacer esas esferas pequeñas de luz, pero tienes el collar puesto, ¿Qué tal si te lo quitas y vuelves a hacer las esferas de luz?- comentó Lia mientras se recostaba y abría sus grandes mandibulas, mientras bostezaba.
- De acuerdo- Amelia se quita su collar y lo pone a un lado de ella, se arrodilla y se concentra en sus esferas de luz. Rápidamente salen 4 esferas grandes que brillan intensamente, iluminando todo el lugar.
-¡Fantástico!- grita Amelia mientras mantiene la concentración, luego piensa que más altas estarían mejor y si se quedarán estáticas sería aún más alucinante y para sorpresa de ella las esferas hacen lo que le pensó.
-Vaya estaba conectada a tu mente y vi lo que pensabas es genial que te hayan obedecido.
- Pues si, cuando estoy con el collar solo puedo sacar dos esferas y éstas apenas se elevan de mis manos.- Volvió a mirarlas e intento hacerlas más pequeñas y éstas obedecieron, intentó bajar su intensidad y obedecieron, por ultimo deseo que se dividan en muchas brillantes y estas hicieron lo que su mente deseaba.
-Genial tienes la capacidad de reemplazar a las luciérnagas- comentó Lía divertida en su mente. Amelia se levantó y dio vueltas feliz bajo las luces que había creado.
-Toca el collar Amelia, quiero ver qué sucede- Amelia obedeció y las luces titilaron y poco a poco fueron apagándose, Amelia tenía la sensación de que había perdido la conexión con sus luces.
-Pues es lo que me temía, ese collar anula tu magia, y tan es así, que la sensación que tengo cuando estás con el collar y sin él es curioso.
-¿A qué te refieres?- preguntó Amelia mientras dejaba el collar a un lado y volvía a invocar sus luces feliz.
-Pues es cómo si en parte fueras otra persona, me es más fácil entrar en tu mente cuando estás sin él collar, cuando lo tienes puesto es como si te oyera pero como con alguna interferencia. Así que te diré algo, si alguna vez nos separamos, debes quitarte el collar, me será más fácil ubicarte.
- Pues entonces no lo usaré más- dijo Amelia un poco triste, podría guardarlo en algún cofre o algo para no tocarlo, o lo puedes llevar tu, ¿o anula tus poderes ancestrales de dragón? Dijo en tono divertido.
- Pues si que es gracioso, es difícil que alguna cosa mágica nos afecte, por eso me llama la atención, pero no creo que sea de ese tipo de joya, más parece que solo te afecta a ti, pero podemos hacer la prueba si alguna vez, nos topamos con un elfo o un mago.
-No creo que eso sea posible, ya sabes que pasa con los elfos: muerte segura, no creo que quieran participar en nuestro experimento. En cuanto a los magos, pues..., pues la verdad no tengo idea que piensan ellos de los mestizos en general, aunque hay magos que se dedican a cazar mestizos por dinero.
-Bueno ya veremos, cambiando de tema, no creo que debas deshacerte de tu collar tan rápido. Será una buena forma de controlar tu magia, si ésta se sale de control, solo toca tu collar y se apagará tu poder.
Amelia regresó a ver a Lía con una gran sonrisa - ¡Pero que bueno que te tengo cerca, pensaste en todo!- aplaude feliz.
- ¡Vamos pequeña, quiero que crees fuego!- exclama Lía entusiasmada
-De acuerdo- Amelia, deja unas cuantas esferas que iluminen el lugar y se concentra en el fuego. Trata de imaginarlo, pero no puede provocar nada. Lo intenta varias veces hasta lograr que salgan unas pequeñas chispas, pero rápidamente toma el collar agitada y temerosa.
Lía vuelve a bostezar, mira a Amelia y le dice calmadamente- Sé que tienes miedo, pero no estás sola, calma tu mente y tu corazón.
Amelia respira, deja el collar a un lado y lo vuelve a intentar, unas pequeñas brasas empiezan a formarse en la madera cerca de ella y poco a poco que enciende una segunda hoguera, que ya no se alimenta de su magia, solo la chispa inicial.
-Eso será útil Lía- la dragona se pone de espaldas y se revuelva en la hierba, pues solo hiciste lo que hacen dos piedras al chocarlas una chispa.
Amelia suspira derrotada - entonces¿qué querías cuando dijiste que cree fuego?
- Pues no sé, una bola de fuego como si fueras a atacar a alguien como lo haría un mago.
- La verdad nunca he visto a un mago, más bien nunca he visto la magia, así que no tengo idea- responde frustrada. -Y ¿por qué tú no lanzas fuego? A ver enséñame.
-De acuerdo, tienes razón, pero aún soy muy joven para crear fuego, así que dejemos eso para después. ¿Qué tal si pruebas mover cosas? ¿o curar heridas?
- Y ¿Cómo se supone que haga eso?- replica algo enojada
-No lo sé, imagínalo- responde Lía mientras bosteza de nuevo.
Amelia pone los ojos en blanco y vuelve a intentar, mueve sus manos, da vueltas, pero nada ocurre, vuelve a provocar una chispa, y una fina corriente de aire revuelve su cabello. Cada vez está más frustrada, y cuando las pequeñas esferas que había creado desaparecen sola grita furiosa: Iré a dormir, se da la vuelta y corre hacia la cabaña.
Lía la observa marcharse y se queda pensativa, quiere entender el tipo de magia que tiene Amelia, pero no llega a ninguna conclusión. Pero en fin mañana será otro día y podrá observar mejor a su amiga.
Espero con ansias el capítulo q tu nos desees regalar, tu novela me fascina y no te preocupes por la ortografía se comprende la situación q están atravesando en tu país.