Tras perderlo todo en una estafa devastadora, Alonzo se ve obligado a comenzar de nuevo y buscar refugio en el Viñedo de su abuelo, un remanso de paz en medio de exuberantes paisajes. Sin embargo, lo que Alonzo no espera es encontrase con Sofía De Luca, una mujer de impresionante belleza y carácter férreo, quien lidera el viñedo de su poderosa familia.
Entre viñedos y copas de vino se entrelazan las vidas de Alonzo y Sofía en una historia marcada de pasión y desafíos.
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Capitulo 24 Otra oportunidad
Beatriz no se había despegado de Leonardo desde el momento en que había ingresado en el hospital. Lo amaba con todo su corazón y sentía que se moría al verlo allí, en una cama inmóvil. Pasaban las horas y ella continuaba sentada a su lado, sosteniendo su mano y rogando en silencio porque despertará. Aunque sabía que ella y Leonardo querían cosas diferentes en la vida, que ella anhelaba casarse y tener una familia y Leonardo no tenía eso en mente, en ese momento ella solo quería que él se recuperará, aunque ella había tomado ya decisión de irse del país. En lo que estuviera recuperando, ella estaría tranquila y mudaría su vida a Holanda. Tenía una oferta de trabajo muy tentadora allí. Y si quería superar a Leonardo, debía poner tierra de por medio.
Una tarde, mientras Beatriz estaba a su lado, sosteniendo su mano y llorando en silencio, sintió un leve movimiento. Miró rápidamente hacia un lado y vio que Leonardo comenzaba a abrir los ojos. Una mezcla de alivio y felicidad inundó su corazón.
- Bet... ¿Eres tú? - pregunto Leonardo con voz débil.
- Sí, soy yo, Leo - respondió Beatriz sollozando - Gracias a Dios que despertaste. Estaba tan preocupada.
Leonardo apretó suavemente la mano de Beatriz, tratando de transmitir consuelo.
- Lo siento, Bet. Lo siento tanto por todo el dolor que te he causado.
- No hables ahora, Leo. Solo quiero que te recuperes. Después... Después me iré lejos y cada quien podrá perseguir sus sueños.
- ¿Irte? Pero ¿A dónde?
- Tengo una oferta muy buena de trabajo en Holanda. Solo estaba esperando que despertarás y que el médico me diga que estás bien, para yo partir.
- No, no Bet. Tengo mucho tiempo reflexionando, he pensado en todo lo que hemos pasado y en lo que realmente importa. No puedes irte, yo no puedo vivir sin ti. Me he dado cuenta de cuánto te amo y quiero darte la familia que tanto deseas. No quiero perderte.
- Pero, Leo, - hablo Beatriz con lágrimas en los ojos y sin poder creer lo que estaba escuchando - ¿De verdad, Leonardo? ¿Lo dices en serio?
- Si, Bet. Me he dado cuenta de que tú eres lo más importante en mi vida. Ya no quiero pasar ni un solo día más sin ti. Sé que he sido egoísta, pero me di cuenta de mi error. Desde que te fuiste de nuestro departamento en Nueva York, y no sabía dónde estabas, me estaba volviendo loco. Y luego vi como ese amigo de Francesco te coqueteaba, los celos me torturaban, luego pensaba que si él te daba todo lo que tú querías yo te perdería para siempre.
Beatriz no podía contener las lágrimas de felicidad y se inclinó para besar a Leonardo suavemente.
- Leo, yo te amo, siempre te he amado, siempre te amararé.
- Y yo a ti, Bet, Prometo que, una vez que salga de aquí, construiremos nuestra vida juntos. Todo lo que siempre has querido, lo haremos realidad.
Con la promesa de un futuro, lleno de amor y esperanzas, Beatriz y Leonardo encontraron la fuerza para enfrentar cualquier advertencia.