Todos dicen que ella es la villana, que su pobre hermana, la heroína, es una victima de sus maldades y envidias, así que ella les demostrará lo que en verdad es ser villana y les arrebatará todo, a los que se atrevieron a menospreciarla. Layla Amary, los hará desear haberla tratado mejor...
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capítulo 17...
Los recién casados fueron anunciados en el banquete, ahora, Layla, ya no solo una Amary, también sería una Mondragon, la esposa del dragón de las espinas, el héroe del imperio y para Layla, el próximo emperador. Tal y como deslumbraron en su entrada durante la ceremonia, lo hacían también durante su entrada al banquete, eran una pareja llamativa y se veían muy bien juntos.
Los invitados no demoran en acercarse para felicitarlos y desearles una buena vida matrimonial. Layla y Hades, agradecen, hasta que se anuncia que deben pasar a mostrar su primer baile de esposos. Y así como bailaron en la fiesta de cumpleaños de Layla, ahora ambos bailan perfectamente sincronizados.
Felicia que observa de lejos, no puede evitar sentirse enojada, así que, le pide a su padre que le permita irse, porque esta cansada y las críticas de todos la hacen sentir mal. El duque un poco molesto la deja ir, pero era mejor así, porque también ha estado escuchando como es criticada.
— parece que finalmente se esta dando cuenta de las consecuencias de sus actos.— menciona Celestine a su hijo.
— no molestes madre, suficiente tengo con que esa maldita mujer haya huido.— responde enojado.
— eso es culpa tuya, tú trajiste a esa mujer y ahora ella decidió largarse. Ahora, aguanta.— menciona la ex duquesa.
El duque solo se muestra molesto, pero debe aguantar, debe mantener la calma con su madre, ya que si ahora Layla se ha casado, su madre no tendrá de otra que entregarle el ducado a él.
El baile dio por terminado, y la fiesta continuó, mientras que Celestine se acerca a hablar con Layla y Hades, antes no había tenido oportunidad para felicitarlos. Celestine le pide a Hades cuidar de su nieta, deseándoles suerte en sus planes y que ella, los estará ayudando con lo que pueda, ya sus aliados, socios que siempre apoyaron al difunto duque, estaban de su lado, pues estos saben perfectamente lo que ha estado pasando en el palacio y el imperio desde que el actual emperador subió al trono.
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En el palacio, Denis estaba frustrado, no pudo evitar la boda, sus amigos le decían que era mejor dejar eso por la paz, porque si Layla no de arrepintió, es porque no tiene interés en volver con él.
"Usted tiene la culpa, aun cuando sabía que estaba mal, continuó visitando a la señorita Felicia."
"Es verdad, hoy en día, las mujeres no soportan que sus esposo o novios tengan a otra."
"Hay quienes jamás perdonan eso, y la señorita Layla, es de esas. Perdiste y debes aceptarlo."
Denis solo les pidió callar y siguió bebiendo el vino que encontró en esa sala. Mientras tanto, en su alcoba, la emperatriz lanza un jarrón contra la pared, estaba furiosa al saber que Denis no pudo detener ese matrimonio.
—¿por qué esa chiquilla?, maldita, debió solo aguantar y casarse con Denis. ¡Maldita!— grita furiosa.
Con esa boda, no solo han perdido un gran apoyó para Denis, también están ante una posible reclamación del trono, porque ella sabe que Hades no es estéril y si da a conocer esto, su derecho a tomar el trono.
— nadie me quitará el poder que he ganado con mi propio esfuerzo.— reclama furiosa.
Solo le queda una cosa por hacer, debe deshacerse de Layla, si algo le pasa dirán que Hades esta maldito y nadie más querrá casarse con él.
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En la mansión Mondragon, los invitados siguen disfrutando de la fiesta, pero los recién casados se han retirado antes y llegaban a la habitación preparada para su gran noche. Hades le permite pasar primero a Layla y después pasa tras ella. La chica camina hasta quedar ante la cama, la cual fue preparada con las sábanas más elegantes posibles, pero como dicta la tradición de ese mundo, eran blancas, ella dejo salir suspiro, no dejará que eso la moleste, al menos no esa noche. Hades saca una pequeña botella de su cajón, bebiendo el líquido que tenía dentro de un solo trago y pasa a servirle una copa de vino a Layla.
— ¿nerviosa? — pregunta con curiosidad.
— ¿por qué lo estaría?— bebe de un solo trago el contenido de su copa.
Deja la copa sobre la mesa y se acerca al pelirrojo pasando sus manos sobre el pecho de este, aprovechando para comenzar a desabrochar el traje que lleva puesto, Hades se mantiene quieto, pero observa fijamente a la chica, su expresión seria y su actitud calmada en ese momento, era bastante tentador, además solo le estaba quitando la parte superior de la ropa y ya estaba ansioso.
Layla finalmente pudo ver al dorso desnudo del pelirojo, era un cuerpo bien formado, con cada músculo en su lugar, desliza sus manos sobre estos, notando que Hades se sobresalta por el tacto, ella sonríe ladina y desliza sus manos hasta el pantalón, al bajar ella la vista, puede notar que el pelirojo estaba más que dispuesto ese noche, ella mete la mano dentro del pantalón, causando que Hades se sorprende y sobresalte ante el tacto de la mano ajena. Pero antes de poder decir algo, los labios de la chica tocaron la piel de su pecho, Layla reparte besos por toda la zona, causando que la respiración del pelirojo se agite.
Hades estaba encantado, verla ser atrevida le gustaba. Finalmente dirige sus manos a la cabeza de la chica, quitando el velo, para después abrazarla y así poder llegar a su espalda, quitando los cordones que atan el vestido, Layla puede sentir como este se afloja, pero ella sigue moviendo la mano entre los pantalones de su ahora esposo y lo escucha soltar algunos suspiros.
El vestido de Layla finalmente cae al suelo, liberando su cuerpo de la pesada prenda, cuando Hades se separa, puede ver que lleva una lencería de encaje color blanco, eso basto para hacer que ella aparta su mano y la carga mientras atrapa sus labios en un fogoso beso el cual Layla corresponde. Él aprovecha para caminar hasta la cama, donde sube dejando a Layla bajo suyo sin dejar de saborear sus lengu*s, el pelirojo desliza su mano por la cintura de la chica, hasta colar sus mano dentro de la prenda inferior. Layla ahoga un jadeo entre besos al sentir como el d*do de Hades se frota entre sus suaves pliegues, se desliza de arriba hacía abajo, hasta introducirse, la chica se sobresalta y la humedad era evidencia de que lo estaba disfrutando, así que Hades, no veía el problema en continuar. Rompe el beso, deslizando sus labios por el cuello, hombro y pecho de la joven, hasta usar los dientes para apartar el sostén que cubre sus sen*s, al verlos libres, no duda en introducir uno en su boca, chupando y lamiendo, sin dejar de mover los ded*s dentro de ella, Layla estaba sintiéndose ansiosa por el placer que recorría su cuerpo y eso, que apenas iban empezando.
Las prendas interiores de la chica quedaron en el suelo, Hades se había apresurado a quitarlas mientras degustaba de sus exquisitos sen*s, los chupa, pasando de uno a otro, pero Layla no se había quedado quieta, sus manos estaban ocupadas, frotando la dureza del pelirrojo, ella puede sentir lo grande que era. Hades no demora en apartarle las manos, era suficiente, ya no puede resistir más, se acomoda entre las piernas de la chica, frotando su dureza entre sus pliegues, un cosquilleo recorría su cuerpo con solo sentirla.
— querida esposa, espero no te arrepientas de esto, porque no planeo detenerme.— muestra una sonrisa coqueta.
— no espero que lo hagas...— responde Layla algo agitada.
Así como él estaba ansioso, ella también, deseaba tanto ya consumar el acto. Hades al tener el absoluto permiso, empuja su dureza con fuerza, entrando de una sola estocada, Layla arquea la espalda, aunque ha dolido, había una mezcla de placer y dolor en ese momento. Sentía la dureza caliente palpitar en su interior y Hades había comenzando a moverse, su interior era tan suave y ardiente. Layla pronto dejo de sentir dolor, solo había placer en cada estocada, el pelirrojo sabía como moverse, además, usaba su pulgar, para presionar aquel punto que aumentaba el placer en el cuerpo de la chica. La habitación solo se llenaba de los gemid*s de la chica y los sonidos obscenos del acto, Hades no podía detenerse, estaba siendo llevado a la cúspide del placer en cada movimiento, para un mayor apoyo, sostiene la cadera de la chica y se mueve con mayor frenesí, dejando escapar un leve jadeo, aunque era opacado por los gemid*s de su bella esposa. El continúa, una y otra vez se mueve con desesperación hasta que ambos alcanzan en tan glorioso clím*x.
Hades respira con agitación al igual que Layla, pero aun así se inclina para besarla, aunque era más un jugueteo entre sus leng*as y Layla deja escapar un gemid*, cuando siente que Hades comienza a moverse de nuevo y aquello en su interior comenzaba a endurecer de nuevo.
— se lo dije, esta noche no la dejaría descansar...— sonríe ladino.
Layla corresponde esa sonrisa y usando su fuerza, empuja al pelirrojo para cambiar de posición, quedando ella arriba y al apoyar su mano sobre el pecho de su esposo, mueve un poco la cadera.
— por mi esta bien, debemos hacer de esta noche, algo inolvidable.— responde Layla.
Layla si inclina para seguir con el fogoso beso, mientras comienza a moverse sobre su esposo, tal y como él dijo, esa noche no pesaba dormir.
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Mientras tanto, Felicia estaba en su habitación, pero observa desde la ventana, tenía la esperanza de que Denis llegará al ducado para darle una explicación del porque no había ido a la boda, pero aunque paso la mañana, no hubo señales de él, así que decidió bajar, escuchando una conversación de las doncellas.
"Se la paso buscando a la señorita Layla en el pueblo, iba de hotel en hotel preguntando por ella."
"Seguramente se dio cuenta que la perdió de verdad y pensó que ella se arrepentiría si él la buscaba."
"Yo creo que aunque la hubiera encontrado, la señorita Layla no regresaría con él. Es obvió que a ella nunca le intereso al príncipe."
"Y que bueno, si no estaría sufriendo, pero el muy tonto hasta llego al templo pidiendo que le dejen verla."
Las chicas ríen por la desgracia del príncipe, mientras que Felicia, se va de ese lugar llorando, creía que Denis estaba interesado en ella, pero ahora resulta que estuvo buscando con desesperación a Layla. ¿Por qué siempre Layla? Layla siempre fue mala hermana, causaba problemas a sus padres, pero obtiene lo mejor, mientras que ella, ha perdido a su madre y el príncipe Denis parece estarse distanciando de ella. Todo eso no era justo, Layla no merecía nada y no dejará que disfrute nada, conseguirá casarse con Denis, será emperatriz y se vengara de Layla.
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NOTA~~~
Si estas leyendo el capítulo, quiere decir que me lo aceptaron tal y como lo subi, así no habrá sin censura porque esta es la versión original.