En un futuro distopico, la humanidad vive bajo el yugo de un gobierno totalitario que controla cada aspecto de la vida. La protagonista, Elena, es una joven habil en el combate y la tecnología. Tras la captura de su hermano menor por las fuerzas del régimen, decide unirse a un grupo de rebeldes conocido como "los sombra"
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La lucha por la información
El silencio en el callejón se volvió ensordecedor mientras Elena y Maya permanecían ocultas tras los contenedores de basura, conteniendo el aliento. El sonido de los pasos de los soldados del régimen se desvaneció a lo lejos, pero la tensión seguía presente. La adrenalina corría por sus venas mientras ambas trataban de tomar decisiones rápidas.
“¿Qué hacemos ahora?” preguntó Maya, su voz apenas un susurro. “No podemos quedarnos aquí mucho tiempo.”
“Necesitamos salir de este lugar y encontrar una forma de regresar a la base. La información que obtuvimos es demasiado valiosa para dejarla escapar,” respondió Elena, sintiendo que la presión aumentaba.
Reflexionando rápidamente, Elena recordó el mapa de la ciudad que habían revisado antes de salir. “Podríamos intentar llegar a un edificio cercano que tiene acceso a un sistema de túneles. Desde allí, podríamos evitar a los soldados y salir de la zona,” sugirió.
Maya asintió. “Suena como un buen plan. Pero debemos ser sigilosas y rápidas. Si los soldados se dan cuenta de que hemos escapado, no dudarán en buscar.”
Ambas se movieron con cautela, saliendo del callejón y dirigiéndose hacia el edificio marcado en el mapa. La ciudad estaba en calma, pero el temor de ser descubiertas siempre estaba presente. Elena sintió que su corazón latía con fuerza, impulsada por la urgencia de su misión.
Al llegar al edificio, se encontraron con una entrada lateral que parecía desierta. “Aquí es,” dijo Elena, señalando la puerta. “Vamos a ver si podemos entrar sin problemas.”
Con un empujón, abrieron la puerta y se deslizaron adentro. El interior era oscuro y polvoriento, pero Elena podía sentir que estaban cerca de su objetivo. “Necesitamos encontrar el acceso a los túneles,” murmuró.
Mientras avanzaban por los pasillos, el sonido de sus pasos resonaba en la oscuridad. De repente, escucharon voces a lo lejos. “¡Rápido, escondámonos!” exclamó Maya, y ambas se agacharon detrás de unas cajas.
A medida que las voces se acercaban, Elena pudo distinguir fragmentos de la conversación. “No podemos permitir que la resistencia obtenga más información. Debemos asegurarnos de que cada movimiento sea vigilado,” decía uno de los soldados.
“Sí, y necesitamos buscar a las que se infiltraron en el cuartel. No podemos darles la oportunidad de escapar,” respondió otro.
Elena sintió que su corazón se hundía. Sabían que la situación se estaba volviendo más peligrosa. “Debemos actuar rápido,” susurró a Maya. “Si no encontramos los túneles pronto, estaremos atrapadas.”
Finalmente, al fondo de un pasillo, encontraron una puerta que parecía llevar a los túneles. “¡Aquí! Vamos, rápido,” dijo Elena, empujando la puerta con cautela. Al abrirla, se encontraron con un estrecho pasadizo que se adentraba en la oscuridad.
“Esto es nuestro camino,” dijo Maya, y ambas ingresaron al túnel, sintiendo que un nuevo sentido de esperanza comenzaba a surgir.
Mientras se deslizaban por el túnel, Elena sintió que la calma regresaba poco a poco. “Si logramos salir de aquí y llegar a la base, podemos planificar nuestra próxima jugada,” dijo, sintiendo que la determinación se reafirmaba en su interior.
Sin embargo, mientras avanzaban, el eco de sus pasos resonó en el pasillo. “¿Crees que nos están siguiendo?” preguntó Maya, mirando hacia atrás con preocupación.
“No lo sé, pero debemos ser cuidadosas. No podemos permitir que nos atrapen,” respondió Elena, apretando el arma que llevaba. “Sigue adelante, y mantente alerta.”
Después de lo que pareció una eternidad, finalmente llegaron a una salida que daba a la parte trasera de un edificio cercano. Al abrir la puerta, se encontraron con la luz de la luna que iluminaba el área. “¡Lo hicimos!” exclamó Maya, sintiendo el alivio.
“Sí, pero no podemos quedarnos aquí. Tenemos que ir a la base y compartir la información que obtuvimos,” dijo Elena, comenzando a correr hacia la calle.
Mientras se movían con rapidez, de repente, escucharon el sonido de motocicletas acercándose. “¡Rápido, escóndete!” gritó Elena, y ambas se lanzaron detrás de un vehículo estacionado.
Los soldados del régimen aparecieron, sus luces brillantes iluminando la oscuridad. “Están por aquí. ¡Asegúrense de encontrarlas!” gritó uno de los oficiales, y Elena sintió que su corazón se aceleraba.
“¿Qué hacemos?” preguntó Maya, su voz llena de pánico.
“Esperemos a que pasen. Una vez que se alejen, podremos salir,” susurró Elena, conteniendo la respiración mientras los soldados pasaban cerca de ellas.
Después de unos minutos que se sintieron como horas, los soldados finalmente se alejaron. “¡Ahora es nuestro momento! Vamos,” dijo Elena, y ambas salieron de su escondite, corriendo hacia la calle principal.
Una vez en la calle, comenzaron a correr hacia la base. La adrenalina seguía fluyendo mientras esquivaban sombras y se mantenían alertas. “No podemos detenernos. La resistencia depende de nosotros,” dijo Elena, sintiendo que la determinación la impulsaba.
Finalmente, llegaron a la base, donde el ambiente era de actividad frenética. Los miembros de “Los Sombra” estaban organizándose, y al ver a Elena y Maya, se acercaron rápidamente.
“¿Dónde estaban? ¿Qué pasó?” preguntó Axel, su rostro lleno de preocupación.
“Logramos infiltrarnos en el cuartel general y obtener información. Pero también nos encontraron. Necesitamos prepararnos para lo que venga,” explicó Elena, sintiendo que la tensión regresaba a su cuerpo.
“¿Qué información obtuvieron?” preguntó Axel, su voz seria.
“Escuchamos que están planeando una ofensiva masiva. No podemos permitir que eso suceda. Necesitamos actuar y desestabilizar sus operaciones,” respondió Maya, sintiendo que la urgencia se intensificaba.
“Entonces, no perdamos tiempo. Debemos reunir a todos y organizar una reunión para discutir nuestro siguiente movimiento. La resistencia no se detendrá ante nada,” dijo Axel, su mirada decidida.
Con un nuevo sentido de urgencia, Elena y su equipo comenzaron a trabajar en la planificación de su próximo paso. Sabían que la lucha por la libertad estaba lejos de haber terminado, pero estaban listos para enfrentar cualquier desafío que se presentara.
Mientras se preparaban, Elena sintió que la unidad de “Los Sombra” se fortalecía. Juntos, estaban listos para luchar por el futuro que tanto anhelaban.