Ellas eran muy buenas amigas, ambas se conocieron en un set, ellas querían llegar a ser actrices de telenovelas, y ¿por qué no?, actuar en alguna película.
Pero el destino les tenía preparada una jugarreta, que nadie se esperaba. Esta historia es completamente sacada de mi imaginación, de modo que todos los personajes, pasajes y nombres, son totalmente ficticios. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.
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Pesadillas.
Amor, ¿qué te pasa?, despierta.
Itatí despertó sudorosa...
Tranquila, amor, fue una pesadilla. Noé le ofreció un vaso con agua.
Kimberly me dijo que se iba a vengar de mí, dijo Itatí, no muy segura de que haya sido una pesadilla.
¿Seguro que no está aquí?
Noé observó a Itatí, estaba muy asustada. No, amor, ella no está aquí, cálmate, yo no voy a dejarte sola.
Noé la abrazó hasta que se volvió a quedar dormida.
Era obvio que necesitaba ir con un especialista, o podría volverse loca.
A la mañana siguiente, muy temprano Noé la despertó...
Amor, es necesario que vayas con el especialista, últimamente te he visto muy desmejorada.
¿Acaso me estás diciendo loca?, yo no voy a ir con nadie. No necesito un doctor ni mucho menos un loquero.
No es por eso, amor, pero no estás bien, yo te llevaré. Anda, arréglate.
Por favor, amor, no quiero ir.
Itatí, ¿estás consciente de que es lo mejor?, es por tu bien.
Vamos a dejarlo pendiente, si en unos días no mejoro, te prometo que voy.
Bueno, no eches en saco roto esto, por favor.
Noé estaba preocupado porque Itatí cada vez estaba más mal emocionalmente, pero ella no se dejaba atender. Era muy cabeza dura.
Habían contratado a una niñera para que se hiciera cargo del bebé, porque Itatí no se encontraba bien.
Noé le habló a Lola... Por favor, hoy cuidarás todo el día a Saulito, ya que mi mujer está indispuesta. ¿No te importa si lo acuestas contigo?
Está bien, patrón.
Nosotros vamos a salir, te encargo al niño.
A pesar de las súplicas de Itatí, Noé la llevó con el especialista.
Espere afuera, por favor... Le dijo el doctor a Noé.
Noé se sentó en la sala de espera y tomó una revista de las que había en una mesita.
El encabezado de la portada le llamó la atención: "Kimberly se divorcia, su marido la cambió por su mejor amiga, Itatí".
"Pero, ¿qué es esto?", se dijo.
"Cómo les encanta el chisme".
Rato después, el doctor le habló a Noé... La señora tiene un cuadro severo de bipolaridad, es necesario que se tome las pastillas, una diaria por lo que resta de su vida. En cuanto se las acabe, viene para seguirle surtiendo.
Y por favor, cheque que se las tome. Estos pacientes normalmente engañan a todo el mundo, espero que no lo vaya a engañar a usted.
Gracias doctor, yo me encargo de que se las tome.
¿Cuánto es?
Vaya a la caja, ahí le dirán.
.
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Amor, tómate tu pastilla, tengo que ir al trabajo.
Itatí se portó muy obediente, se tomó la pastilla sin chistar, pero en cuanto Noé salió ella se sacó la pastilla de la boca y la echó a una maceta que había en el corredor de la casa.
"Ya parece que me voy a tomar este veneno, de seguro él me quiere matar para volver con esa mujer". "Pero no le voy a dar ese gusto".
Itatí fue a la cocina a prepararse algo para comer. Lola la vio y se ofreció a cocinar.
¿Quiere que le prepare algo?, soy muy buena cocinando.
¿De verdad lo harías?
Por supuesto que sí, señora. ¿Qué le gustaría?
Se me antoja pan tostado, mermelada y jugo de naranja, además, huevos con tocino, por favor.
En seguida, ¿va a comer en su cuarto o en el comedor?
En el comedor, gracias. ¿Ya se despertó Saúl?
Aún no, señora.
Bueno, en cuanto hagas el almuerzo lo checas, por favor.
Sí, señora.
Itatí se bañó y se arregló, saldría a buscar trabajo.
.
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Kimberly tenía mucha pila, su nuevo programa estaba rebasando los límites de popularidad. Rómulo estaba encantado, ella era muy eficiente en lo que hacía. El público la quería mucho.
No así a Itatí, que la pintaban como la mala de la historia.
Por más que se esforzaba, en ninguna parte la contrataban.
Ese día había caminado mucho y no había encontrado trabajo.
Aunque no necesitaba trabajar porque Noé le proporcionaba todo lo que ella quería, no quería sentirse una inútil.
Al caer la tarde, frustrada, se fue a su casa.
Unas mujeres estaban afuera, cerca de la casa de Itatí, al verla llegar, le empezaron a gritar y le aventaban huevos y tomates podridos.
¡Mala amiga! ¡Traicionera! ¡Zorra! ¡Desgraciada!
En eso llegó Noé y también alcanzó tomates y huevos.
Como pudieron entraron a la casa. Noé llamó a la policía.
Al oír las sirenas, todas las mujeres corrieron en desbandada.
Itatí estaba muy enojada, ¡Malditas viejas!, mira cómo me dejaron.
¿Qué andabas haciendo fuera de casa?, le preguntó.
Estaba buscando trabajo, pero nadie me quiere dar un papel.
Amor, ya te dije que no necesitas trabajar, yo te protegeré.
No quiero ser una inútil.
No lo eres, amor. Olvídate ya de buscar trabajo, ya no te expongas a que te falten al respeto.
Está bien, amor, pero a mí me gustaría trabajar en la tele.
Deja que se calmen las aguas, y luego empiezas a buscar otra vez, chance y encuentres algo.
Gracias, amor, eres muy comprensivo, por eso Kimberly te amaba.
No vuelvas a decir eso, ella ya es parte del pasado.
Tienes razón, amor, perdón.
Claro que te perdono, te amo.
Ambos subieron a su habitación y se metieron a bañar juntos.
Y pues ya estando ahí, le dieron rienda suelta a la pasión.
Bajo la regadera, ambos se prodigaron muchas caricias y besos.
En esa posición Noé la hizo suya. Ella disfrutaba mucho el sexo con Noé. Tenía todo para hacer feliz a una mujer.
Algo raro pasó, mientras hacía el sexo con Noé vio a Kimberly que la veía con rabia.
¡Ah!, se apartó de Noé como si le quemara.
¡Qué haces aquí?, ¿te gusta mirarnos desnudos?
Noé miró en la dirección de los ojos de Itatí.
¡Lárgate de aquí!
Amor, ¿Qué te pasa?, aquí no hay nadie, solos tú y yo.
Kimberly nos mira, ahi está, Itatí señaló con el dedo hacia un lugar determinado.
Noé no vio nada. Tranquila, ya te dije que no hay nadie.
Ya tranquila, Itatí se acostó, y al poco rato se quedó dormida.
Noé la observó un rato, se preguntaba si había hecho lo correcto al dejar a Kimberly.
ya ni ganas de seguir leyendo