Adhara una joven de 19 años acepta casarse con un desconocido por cumplir con la última voluntad de su padre.
¿Podrá ella cumplir con lo pactado en el tiempo estipulado? ¿Su corazón saldrá ileso? ¿O caerá en las garras del amor?
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#25
Al despertar, Adhara se encontró con la mirada intensa de su esposo, ella le respondió con una sonrisa.
- Buen día mi cielo, que haces?
- Buen día hermosa! Observarte, no me canso de admirar tu belleza y de dar gracias al universo por premiarme con una mujer como tú.
Adhara se pegó a él, sintiendo el calor de su cuerpo y un roce agradable al estar los dos desnudos.
- Yo también tengo mucho que agradecer, soy feliz a tu lado, haces que cada momento sea especial.
- Yo viviré para hacerte feliz y por supuesto para hacerte mía todos los días - dijo Alejandro mostrando todos sus dientes en una sonrisa, lo que hizo que Adhara diera una carcajada.
- Aunque quisiera quedarme contigo todo el día en esta cama, debo ir a la empresa, hoy debo enviar el proyecto al señor Brown, entre otros pendientes que son algo urgentes.
- Me organizo y nos vamos! - Dijo Adhara.
- ok!, pero antes debemos desayunar.
Luego de estar listos, bajaron hasta el comedor entre besos y abrazos, reflejaban una felicidad infinita y se veían radiantes.
- Buen día, señores! El desayuno los espera- Saludo la empleada.
- Muchas gracias - respondió Adhara.
Desayunaron sin afán y luego se marcharon rumbo a la oficina, Alejandro, durante el camino le dedicaba miradas y besos en la mano a su esposa.
- Hermosa, hoy debemos acompañar a Esteban y a Cristina en una reunión familiar que realizarán en su casa, al parecer tienen algo importante para decir.
- Por supuesto mi amor! Y que será eso tan importante.
- Conociendo a Cristina, de seguro será el próximo lugar al que irán, cada vez son más remotos los lugares que se le antoja conocer y mi amigo no tiene más remedio que seguirla en sus locuras.
- Ja, ja, ja Él la ama así, a mi parecer son una linda pareja.
- La pareja más linda somos tú y yo, mi hermosa. - Dijo Alejandro mientras paraba el auto para besarla.
Llegaron a la empresa, donde fueron recibidos por sus empleados con un saludo de buenos días, algunos sonreían al verlos tan felices a otros les daba un poco de envidia.
El día trascurrió entre papeles, reuniones y por supuesto besos y momentos candentes entre los dos, quienes convirtieron la oficina en su segundo nidito de amor y pasión tan así que en ocasiones uno que otro gemido leve se alcanzaba a escuchar por lo que Cecilia resguardaba celosamente la puerta de la oficina de su jefe e inventaba cualquier excusa para espantar a todo el que quisiera entrar, por nada del mundo permitiría que los interrumpieran.
Acabada la jornada de trabajo, abandonaron el edificio y fueron a su casa, debían cumplir con la invitación aceptada en casa de sus amigos.
Al llegar a la mansión informaron que no cenarian en casa y subieron a la habitación y duras penas alcanzaron a cerrar la puerta para seguir disfrutando de sus cuerpos, era como una adicción que crecía más y más, luego de dos round uno en el sofá y otro en la ducha, lograron terminar de bañarse.
Alejandro le ayudaba a secarse el cabello, mientras ella se colocaba un poco de maquillaje.
- Gracias mi amor, yo sigo con mi cabello, tú vístete - le dijo Adhara con mirada coqueta.
- Estás segura?, yo también te puedo colocar la ropa - respondió Alejandro lujurioso.
- Muchas gracias, pero creo que esta vez lo haré yo de lo contrario dudo mucho que salgamos algún día de esta habitación - le dijo mientras frotaba su nariz con la de él delicadamente y sus brazos se posaban al rededor de su cuello.
- Te amo, esposo mío.
- Lo sé! ¡Soy irresistible! - Las palabras de Alejandro hicieron que Adhara se reclinara hacia atrás al estallar en una carcajada.
- Y muy presumido, pero tienes razón, eres irresistible para mi - Dijo Adhara para luego darle un mega beso que lo dejó con deseo de más.
A regaña dientes Alejandro aceptó terminar de organizarse no sin antes sentenciarla en que al volver no la dejaría dormir, ese hombre era insaciable, pero a ella le encantaba que fuera así, ya que también sentía ganas de él todo el tiempo.
En el trayecto a la casa de sus amigos iban escuchando música y cantando alegremente, sin imaginar todo lo que les tocaría enfrentar, poniendo a prueba el amor que ahora sentían.
- Buenas noches, señores - saludo una empleada al abrirles la puerta. Por favor sigan, señaló el camino con su mano.
- Muy buenas noches para todos - Saludo Alejandro a los presentes.
Luego de saludar y presentar a su esposa a los familiares de Esteban y de cristina, Alejandro y Adhara tomaron asiento.
- Te felicito muchacho, tienes una esposa muy bella! - dijo la madre de Cristina.
- Tengo a la más hermosa, señora Raquel - respondió Alejandro a la vez que besaba la muñeca de Adhara.
Unos celos sin lógica ni razón de ser, despertaron en una de las presentes quien desde ese momento se propuso llamar la atención de Alejandro, bajando un poco su escote y mirándolo coquetamente.
- El joven y exitoso empresario, Alejandro Miller... es un gusto conocerle - dijo Alexa, la prima de Cristina mientras agitaba un poco la bebida que tenía en su copa y mirandolo directo a sus ojos.
Alejandro solo asintió levemente con la cabeza.
Entre charla y risas trascurría el momento, donde Alexa destacaba haciéndole preguntas a Alejandro, ignorando completamente la presencia de Adhara quien ya se estaba incomodando por la forma en que está, miraba a su esposito.
Alexa era una joven divertida, alocada a la que le gustaba vivir intensamente, disfrutar de los placeres de la vida y solía meterse en problemas al sostener romances con algunos hombres estando casados, ya que se enamoraban de ella y es que esta chica poseía una gran belleza física y sabía muy bien como usar sus atributos, era realmente la Oveja negra de la familia, pero eso a ella la tenía sin cuidado.
Luego de rellenar las copas de los invitados, Esteban carraspeo su garganta llamando la atención de todos y colocándose de pie junto a su esposa se propuso a dar el anuncio.
- A todos muchas gracias por acudir a nuestro, llamado mi esposa y yo tenemos algo muy importante que compartir con ustedes.
En ese momento la empleada entregó a cada uno una tarjetica que venía envuelta y amarrada con un pequeño lazo. Por favor a la cuenta de tres habrán las tarjetas - dijo Cristina para luego contar, uno, dos y tres.
una fuerte algarabía se produjo al leer lo que decía dicha tarjeta "Vamos a ser papás"
Los abrazos de los familiares no se hicieron esperar, todos felicitaba a la pareja, Alejandro seguía procesando la noticia, para él era bastante sorpresivo, ya que sus amigos eran de estar viajando de un lado a otro.
- Y tú, no nos vas a felicitar? - le pregunto Esteban a su amigo.
- Claro que sí amigo, muchas felicidades a los dos.
- Vas a ser tío - menciono Cristina, haciendo que Alejandro tratara grueso al imaginar a una mini Cristina caprichosa y curiosa.
- Espero que se parezca a ti - le respondió Alejandro de manera sarcástica a lo de Adhara le dio un leve codazo.
- Siendo así, será el bebé más lindo - dijo Adhara al abrazar a sí amiga.
- Ahora entiendo