La vida de Diana se convierte en un infierno al casarse con Marcelo... Un hombre que no se tienta el corazón para himillar a Diana de las peores manera... Zulema que es la amante de Marcelo, le roba el bebé que Diana da a luz y manda asesinarla para que nadie descubra su secreto... Diana es rescatada y ayudada por César el hermano menor y padre del hijo que Diana tuvo. Ambos regresaran para vengarse de Marcelo y Zulema ..
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Un encuentro
...Narra Diana...
Después de haber hablado con Carlota y con la mujer llamada Socorro, he llegado a la conclusión de que debo ganarme el apoyo de César por completo…
Carlota, por su parte, intentó convencerme de que debo alejarme de César, que él sigue enamorado de ella, me narró un poco de su historia de amor, y de lo mucho que él, la ama.
Que César y ella tienen un hijo, y que por mi bien debo dejar que él, sea feliz a su lado. Qué ahora no están juntos, porque ambos tomaron esa decisión...
Lamentablemente, ella no me contó por qué, César la mira con tanto odio, eso, solamente quiere decir, que ella fue la culpable de que su relación se terminara.
Socorro, por su parte, me dijo que me alejara de Carlota, y que no escuchara sus palabras. Que Carlota, era una mujer sumamente desquiciada.
Pero, para ser una médico de la mente, es ella la que necesita ayuda urgente. Socorro me contó lo que Carlota me hizo a César hace cinco años, y la manera en la que ella perdió a su hijo, Carlota, solamente quería hacer sufrir a César, utilizándome a mí…
Sin embargo, no voy a permitir que me utilicé a mí, para lastimar a César. Yo también necesito ganarme el apoyo incondicional de César. Además, le debo mi vida, él fue quién me salvo la vida de esos malditos hombres...
Y por eso, mi lealtad hacia él, debe ser infinita. Hasta ahora, él es el único que me puede ayudar a vencer a Marcelo y a la puta de Zulema...
Ya que si regreso sin ninguna ayuda a la ciudad, lo más posible es que Zulema y Marcelo se enteren de que no estoy muerta. Si ya intentaron matarme una vez, la segunda no faltarán.
Puedo comunicarme con mis padres y contarles lo que ha sucedido, es claro que ellos me van a creer a mí, pero, sería imposible recuperar a mi hijo sin que la maldita víbora de Zulema lo llegue a lastimar.
Conociendo a esa maldita víbora, sé que ella al verse perdida no se va a tentar el corazón para lastimar a mi bebé…
Me levanté del sillón, donde he estado sentada por más de dos horas, caminó hasta el closet, y miré atentamente cada uno de los vestidos que César ha mandado comprar para mí.
Debo de reconocer que todos son vestidos sumamente hermosos, y caros. Que tienen elegancia, y sensualidad a la vez.
Pero, en mi vida he usado un vestido como este, son muy sensuales, y los vestidos que yo usaba eran conservadores.
No me gustaba vestirme demasiado sensual, prefería la ropa, más clasifica, los vestidos más abajo de la rodilla, los que no mostraban tanto escote, los que usaban mangas cortas, como largas.
Y estos vestidos que César a escogido para mí, son todo lo contrario. Son sensuales, ajustados al cuerpo, con escotes pronunciados y dejan muy poco a la imaginación.
Al no tener más opción, tuve que escoger uno de los vestidos, lo escogí sin pensar. Era un vestido de color marrón, cubierto de la parte de arriba, y hasta más alto de la media pierna.
Se miraba bastante tentador, lo dejé encima de la cama, en lo que me daba un baño rápido, luego de unos minutos, salí del baño con una toalla cubriendo mi cuerpo, comencé a secar mi cabello con la secadora, para después convencerme a cambiar.
Al probarme el vestido que he escogido, quedó sorprendida, el vestido quedó excelente a mi cuerpo...
Me gusto demasiado, verme al espejo, y mirar lo hermoso que me queda... Maquille un poco mi rostro, y recogí mi cabello en una coleta...
Salí de la habitación y bajó las escaleras, miré a una de las empleadas, que estaba siendo regañado por Socorro.
Me acerqué a las dos mujeres, y claramente escuché que la comida fue arruinada por una chica nueva.
_ Lo siento, solamente descuide un segundo la comida.
__ ¿Un segundo?... Vaya, que eres una mujer descarada, la comida debe estar lista antes de la siete de la noche. _ Dijo Socorro.
La chica se puso a llorar, recordándome más miles de noches, en las que fui humillada por Zulema, por haber tardado más de lo previsto en cada una de las comidas que le preparaba...
__ Seré yo la que le prepare la cena al señor César..._ Le dije a Socorro como a la chica...
Las dos mujeres voltearon a verme con asombro. Socorro me miraba sin poder creer lo que estoy diciendo.
_ Señora, usted no puedo cocinar, ese es el trabajo de las cocineras, no de usted...
_ Socorro, quiero ser yo la que cocine la cena, para el señor Wlop, y para mí... No quiero volver a escuchar un no...
Al terminar de decir eso, me di la vuelta, para caminar a la cocina, tenía una idea en mente para cocinar...
Al verme entrar a la cocina, todas las empleadas me giraron a ver. Estaban sorprendidas de verme entrando a la cocina, pero, a mí no me importaron sus miradas.
Fui al congelador y saque varias verduras, huevos y algunos tomatillos... También, agarre en poco de arroz integral, y un gran trozo de filete de cordero.
Lleve todo a un lado del fuego, y preparé la olla exprés. Algunos sartenes, y lo más importante, corté los vegetales en trozos pequeños...
Después de más de dos horas dentro de la cocina, la deliciosa comida estaba lista, para ser servida.
Lamentablemente, yo no estaba en las condiciones de sentarme a la mesa. Deje todas las indicaciones listas y volví a subir a la recámara y volverme a cambiar.
Sin embargo, cuando iba a subir las escaleras, una mano me agarró del brazo y me empujó con fuerza hacia atrás...
Los labios de César se acercaron a los míos, sus los miraron fijamente a mis ojos. Ocasionando que mi cuerpo comenzara a temblar lentamente.
Este hombre, tenía algo. Qué ocasiona que mi cuerpo se sienta atraído a él, no sé si es la manera tan descarada en la que se me insinúa o la manera tan sensual en la que sin decir ni una sola palabra se acerca a mí y me mira.
__ Vamos a probar la comida que has preparado para mí... _ La manera en que César lo acaba de decir, provocó que tragara saliva...
Inmediatamente, trate de alejarme de él, pero su mano se interpuso, César colocó su mano a un lado de mí, su cuerpo se fue acercando más y más a mí...
Eso me ponía más nerviosa, solo quería escapar de él.
__ Mantente alejado de mí... _ Le dije con la voz temblorosa.
__ ¿Alejarme de una belleza como lo eres tú?... Ni que estuviera loco... Al terminar de decir eso César besó mis labios.
Sentí como su lengua comenzaba a recorrer el interior de mi boca. Mientras más tiempo, César me besaba.
Más me voy a acostumbrando a sus labios, coloqué mis manos detrás de su cuello, y después enredé mis dedos en su cabello...
El beso que César y yo nos dimos; fácilmente tardo unos cinco minutos. Para mí, fue algo nuevo. Nunca había besado los labios de un hombre por tanto tiempo...
Al terminar, César me empuja hacia él, y me abrazó a su pecho con mucho amor. Dijo amor, pero qué, ese es lo que siento en este momento...