Hay amores inolvidables, amores para toda la vida y amores imposibles. Está es la historia de Lina una chica musulmana con un gran amor capaz de afrontar cualquier dificultad, sobre todo leal a su amado Amir. Un amor prohibido por el padre de Amir, ya que Lina no seguía las costumbres del islam. Ibrahim jamás permitirá que una mujer de cuna inferior e infiel a la religión entrara a su familia, aunque esa era la excusa ya que él la deseaba con locura. Lina y Amir aprenderán que el tiempo y la distancia no es capaz de terminar su gran amor, descubrirán que pueden volver a luchar para encontrar el paraíso en su unión.
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Corazón Olvidado
Capítulo 13
Había pasado tres meses desde que Amir se había propuesto encontrar a Lina, para su mala suerte también Zahan había desaparecido de España. Además en todo ese tiempo Lina no había hecho ningún intento de comunicarse con él, se preguntaba una y otras vez, que había pasado realmente, que había motivado a Lina su lejanía, incluso con el. Lo atormentaba todas las promesas hechas por ambos, habían vivido su amor tan rápido como un relámpago. Pero que por lo menos Amir lo recordaría toda la vida, aunque su corazón estaba olvidado.
—Hermano, aún no estás listo.—
—Dalia, no puedo comprometerme con otra mujer. Debo esperar a Lina.—
—Amir aunque la esperes, jamás permitirán el matrimonio. El señor Saalim intentó asesinar a nuestro padre, debes olvidarla hermano. Si no lo haces, serás muy desdichado. El tiempo va a ayudarte, la convivencia con Iris va a lograr sanar tu corazón.—
—Lina es el amor de mi vida, no me imagino una vida entera sin volver a verla o amarla.—su hermana se abrazó de él
—Entonces no te cases y ve a buscarla, pero si ella quisiera saber de ti ya hubiera buscado la manera de comunicarse contigo.—
Amir le daba la razón a su hermana, además su palabra valía. Era el momento de cumplirla así que se comprometería con Iris, además había llegado a un acuerdo con su madre y procuraría mejorar la relación con su padre. Amir comenzó a trabajar los negocios que le dejó su abuelo, Ibrahim lo guiaba por lo tanto debía armonizar con él.
—Salam Aleykum sean bienvenidos.—
—Hakim lo prometido es deuda, mi hijo quiere casarse con tu hija Iris.—
—Magnífico, ella nos servirá el té así la conocerás, ya verás que es una verdadera belleza muchacho. No te vas a arrepentir.—Amir solo los escuchaba, de pronto Iris entró a la habitación.
Entró en total silencio y sirvió el té, Amir la observo era muy bonita. Pero no como su amada Lina, eso era lo que marcaba la diferencia. Pero en cambio a Iris le gustó Amir a la primera, ya que él era muy guapo.
Ibrahim y Hakim llegaban al acuerdo, Amir aunque no estaba de acuerdo guardo silencio. Volvieron a casa, Rayza esperaba a su hijo para darle ánimos.
—Amir, eres hombre y si no deseas casarte no pueden obligarte. No quiero que vivas en un matrimonio infeliz.—
—¿Nunca fuiste feliz mamá?—
—Fui feliz el día que ustedes nacieron, pero al lado de tu padre nunca lo fui y nunca lo seré. Él es muy ambicioso, siempre exigió mucho. Nunca fui suficiente para él, hasta cierto punto no se porque no consiguió la segunda esposa de la que alguna vez me habló.—
—¿Crees que si haya sido Lina esa segunda esposa que él quería?—
—No lo sé, pero si fue así me alegra que Saalim no lo haya aceptado. Lina es muy joven, además tu padre la vio crecer no es lógico. Tiene la edad de su hija, Amir solo quiero que seas feliz.—
—Lina no me ha buscado, eso quiere decir que no me amo tanto como me lo hizo creer. Porque el señor Saalim no se opondría a lo nuestro, él fue diferente a los demás musulmanes. El si le permitiría buscarme, además ya se hizo el trato. Di mi palabra, y un hombre vale por su palabra.—sin darse cuenta Ibrahim escuchó a Rayza
—Rayza, como puedes pedirle a tu hijo que rompa su palabra. La vida sigue, no puede detener su vida por una joven que es más que claro que no lo ama, así que ve a nuestra habitación y deja de meterle ideas.—
—No es necesario que la agredas, es una plática íntima entre una madre y su hijo. Ya está fijado el compromiso, no lo voy a romper.—
—Eres un Rashid, no olvides que siempre cumplimos lo que prometemos.—
Dijo Ibrahim y se dirigió a su habitación, Rayza sabía el castigo que le esperaba. Fue un descuido, suponían que él no estaba en casa.
—Eres una verdadera estúpida.—dijo Ibrahim mientras la sujetaba del cabello
—Tal vez, pero no quiero ver a mi hijo siendo infeliz con alguien a quien no ama.—
—No eres nadie, para arruinar mis planes para mi hijo. Tendrá no solo dinero, también poder. La grandeza de nuestro legado será reflejado en el, así que no vuelvas a mencionarle a esa muchacha.—
—Se que es verdad que ella era la segunda esposa en la que pensaste, a mi no me puedes engañar. Tal vez Amir te crea, pero yo no así como no creo que Saalim Fayed te quiso asesinar por dinero, tú le hiciste algo a esa muchacha o planeabas y por eso quiso acabar contigo. Yo también he sido una victima tuya muchos años, se lo perverso y abusivo que eres.—
—Tu eres mi esposa, y quieras o no siempre estarás para complacerme. O dime y te puedo vender como sirvienta a alguien en otra ciudad, me divorcio de ti y jamás verás a tus hijos de nuevo.—
—Eres un desgraciado.—
Ibrahim no tuvo piedad de Rayza después de haberlo llamado de esa manera, pero todo lo que ella le había dicho era solo la verdad. Ella fue obligada a casarse con él, y su primera noche había sido una pesadilla. Ella sí lo creía capaz de todo, incluso de abusar de Lina. Pero no tenía pruebas, necesitaba cuatro testigos. Si no, ella sería castigada por difamarlo.
Pero Lina tenía otros problemas que resolver, poco a poco sanaba. Pero ahora tenía que tomar una decisión que cambiaría para siempre su vida, si quería comenzar de cero tendría que deshacerse de todo lo que la ataba a su vida en Medina. Pero hay situaciones que no son tan simples, como dejar de practicar una religión, quitarse el hiyab o cortarse el cabello. Pero con la ayuda y apoyo de su familia todo pasaría, buscaría soluciones positivas.
—Zahan hermano, ¿mañana podemos ir a la universidad a inscribirme?—
—Felicidades, que bien hablaste el inglés.—
—Te dije que aprendería, así como aprenderé para convertirme en una gran médico. Tengo sueños que cumplir, como ayudar a mujeres y niñas de los países musulmanes.—
—¿Ya no piensas en Amir?—
—Si, pero no puedo estar con él. Es mejor que él haga su vida, y yo haga la mía. Ahora menos que nunca podemos estar juntos, así que espero no verlo nunca más.—
Zahan tomó su mano y le dio un tierno abrazo, le ponía triste que su hermana amando tanto a Amir tenía que renunciar a él.
—Nunca debimos haber llegado a vivir a esa ciudad, nunca debí haberlo esperado. Lo que tenía que hacer es viajar a España para estudiar, ahora la sombra y el recuerdo de aquel infeliz me va a seguir toda la vida.—
—Vas a tener que olvidarlo, para que puedas disfrutar de tu nueva vida y ser feliz. Vas a volver amar, ya lo verás.—le decía Zahan
—Desde mi amor por Amir le deseo dicha y felicidad.—
Lina no lo habia dejado de amar, pero no quería confrontarlo y darle tantas explicaciones. Era mejor que creyera todo lo que se decía de ellos en Medina, sus padres también estaba volviendo a los negocios y sabía que tendrían una vida cómoda, sobre toda buena en Londres.