Samara es una brillante joven que vive con sus padres adoptivos en un tranquilo pueblo.Un día acompaña a su mejor amiga a pasar el fin de semana a ciudad Amatista ,la ciudad más moderna y próspera del continente.Lo que no sabía Samara es que ese viaje le cambiaría la vida para siempre ya que allí descubre que es una loba blanca,algo no visto en años y que su pareja es nada más y nada menos que Alfa Kai,el Alfa de ciudad Amatista,el líder más poderoso que hay en todo el continente.
La nueva pareja tendrá que luchar contra los fantasmas del pasado que querrán aprovecharse de su poder ya que la loba de Samara guarda un gran secreto .¿Aceptará Samara su legado y a su pareja destinada?¿Podrá Alfa Kai protegerla?
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Capítulo 5 Conociendo más sobre los mates
Samara
—Lo siento Samy, quería decirte la verdad pero tus padres se empeñaron en que era mejor no contarte nada para protegerte y cuando cumpliste 18 y no tuviste tu primera transformación ellos, simplemente pensaron que nunca te transformarías y que era mejor que siguieras pensando que eras humana. — Lina parecía realmente apenada.
—¿Mis padres también lo saben? ¡Oh!¡esto se pone mejor por momentos!— bufé sarcástica pasando la mano por mi cara .
—¡Y mejor que se va a poner ,perra.!Verás cuando te cuente lo del celo— y esa era mi amiga en su estado puro.
—Siento aguarte la sorpresa amiga pero llegas tarde,¡ya lo he experimentado por mí misma!— le grité enfadada al teléfono.
— Espera, ¿Te transformaste y entraste en celo? —
—Más bien entré en celo y luego me transformé—
—Ufff—
—¿Ufff?.¿En serio lo único que tienes que decir es ufff? —
—Bueno, entraste en celo en una ciudad llena de lobos guapos, deduzco que has estado estos días con uno o varios de ellos lo que quiere decir que no has estado tan mal . Es una pasada el sexo estando en celo, ¿a que sí? —
—¡Lina! —la regañé
—¿Quién ha sido el afortunado o afortunados en compartir tu primer celo? —
—¡Dile que soy tu mate! —gritó Kai desde la cocina ya que yo me había ido hasta el gran salón del penhouse.
¿Será que lo ha escuchado?, pensé. No, es imposible.
—Él es, bueno, dice que es mi mate—
—¿Tu mate?, ¿Has encontrado a tu mate?, ¿te transformas por primera vez y encuentras a tu mate? . Yo llevo cinco años buscándolo, cinco putos años y tú te transformas y ¡zas!, lo encuentras,¡ no sabes la suerte que tienes ,perra! — la tristeza en la voz de Lina hizo que mi enfado con ella se dispara totalmente.
—Más bien me encontró él a mí.Cuando me transformé me desmayé del dolor y al despertar estaba con él. —
—Me tienes que contar todos los detalles pero será en otro momento, ahora, ¿dónde estás?. He tenido que mentirle a tu madre cuando te ha llamado esta mañana diciéndole que te habías quedado a dormir en mi casa y que todavía estabas durmiendo—
—Sigo en ciudad Amatista, creo— Kai apareció delante de mí asintiendo con la cabeza.
—Yo la llevaré a ver a sus padres hoy mismo —dijo el rubio.
—Que voz más sexy tiene tu mate,¡ seguro que está buenísimo! —
—Eso dicen— contestó el rubio con una de sus preciosas sonrisas.
Lo miré alzando una ceja.
— ¡Llámame cuando llegues, perra!— mi amiga colgó la llamada.
—Creo que debería conseguir algo de ropa antes de irnos. No creo que a mis padres les haga gracia verme llegar en boxers —
—Sí, eso, yo me ocupo— cogió el smartphone de mi mano y empezó a escribir algo en él — listo, Crystal te traerá algo de su ropa.
— ¿Crystal? rubia, ojos azules.. —
— Sí, creo que no hay otra Crystal en ciudad Amatista, ¿la conoces? —
—Es la prima de Lina, mi amiga. Estaba con ella cuando empecé a notar los cambios—
—Crystal es como mi hermana. Su padre era el beta de mi padre. Algo así como su mano derecha. Mi beta y mejor amigo, James, es su pareja. Cuando su padre y mis padres murieron en un accidente de avión Crystal y su madre se convirtieron en mi única familia — explicó Kai.
—Siento mucho lo de tus padres— dije sinceramente
—Gracias, fue hace mucho tiempo.—
A los pocos minutos Crystal ya había llegado con unos jeans azules, una camiseta negra básica y unas zapatillas blancas tipo Converse para mí.
Después de cambiarme y de que Crystal me dijera un montón de veces lo contenta que estaba de que yo fuera la pareja de Kai, el rubio y yo nos montamos en su coche rumbo a Greenforest.
El recorrido duraba un par de horas y pensé que estaría bien saber más sobre el tema de los mates y lo que se suponía que teníamos que hacer ahora . Kai me explicó que a los hombres lobo la diosa Luna les otorgaba una pareja destinada a la que llamaban mate. Cuando una pareja destinada se encontraba se creaba una especie de vínculo. Ese vínculo hacía que la pareja estuviera mucho más unida, multiplicaba las sensaciones al tener contacto con la piel de la pareja, hacía que el aroma del mate fuera irresistible...
Toda esa información me abrumó un poco. Kai pareció darse cuenta.
—Tranquila, todo esto es nuevo para tí así que lo haremos al modo humano— puso su mano sobre la mía.
—¿Modo humano? —
— Bueno, los humanos se lo toman con más calma, podemos ir poco a poco. Quiero decir que podemos ir al ritmo que tú quieras— hizo una pausa como si estuviera pensando sus siguientes palabras— Samara ,eres muy importante para mí y haré todo lo posible para que esta relación salga bien—
Sin darme cuenta una sonrisa se dibujó en mi cara al oír las palabras del rubio.
El resto del viaje lo hicimos en silencio. De vez en cuando Kai me agarraba la mano o me acariciaba el muslo.
Llegamos a Greenforest a la hora de almorzar.
—¿Quieres que vayamos a algún sitio a comer?, puedo hablar con ellos después— ofrecí.
—No, debes hablar con ellos lo antes posible. Seguro que se ponen muy contentos de tenerte aquí para el almuerzo. Yo comeré algo en el hotel— expuso Kai aparcando donde le indiqué que era mi casa.
El rubio se ofreció a hablar con mis padres pero yo prefería hablar primero a solas con ellos y que él viniera luego para la cena. Me dio un beso en la mejilla y se despidió de mí. Era extraño pero un sentimiento de nostalgia me inundó en cuanto el coche de Kai se alejó hacia el final de la calle.
Toqué en la puerta y mi madre me abrió.
—Cariño debiste llamarme anoche para avisarme de que te quedarías en casa de Lina— la pelinegra me dio un gran abrazo, que encontré reconfortante como siempre.
—Mamá, ¿dónde está papá?, tengo que hablar con los dos—
Mi padre asomó su cabeza cana por la puerta del salón.
—Aquí estoy cariño, ¿de qué quieres hablarnos? — dijo sentándose en su sillón.
—¿Cuándo pensaban decirme que soy una loba? —solté sin preámbulos. La cara de mis padres era un poema.