Briza necesita un nuevo empleo con urgencia. Daniel necesita una secretaria que además de hacer su trabajo prepare un buen café.
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capitulo 22
El trato se firmó al día siguiente. El Ceo luego de leer el informe que le tendí quedo muy conforme y me agradeció haber tenido en cuenta punto que el solo dejo pasar con la idea de poder, de cierta manera, aliviar el dolor que le causaba tener que seguir con la gerencia de un hotel de tan grande magnitud.
Luego de que él estuvo conforme con mi informe le mande un carreo a mi secretaria para que se comunique con mi abogado. Por la tardecita me devolvió el correo con toda la documentación para finalizar la compra del hotel, que junto con los abogados del Señor Falcone se firmarían esta mañana.
Al quedar libre de compromiso, como había prometido me comunique con mi secretaria. Moria por pasar un momento con ella, aunque sea a la distancia. Nunca había practicado el sexo telefónico, pero con intentar no se pierde nada y la verdad, solo bastaba escuchar su voz para sentirme encendido.
Lo que no esperaba que me respondiera su amiga que cuando me vio pego un grito y tiro el teléfono cortando la comunicación de manera inmediata. Si, estaba desnudo, pero solo pudo ver mi pecho. No sé qué tanto la pude haber espantado.
Me quedé mirando el aparato hasta que decidí volver a llamar. Esta vez me respondió mi secretaria, sonrojada hasta los pelos.
—Hola amor, ¿Qué fue lo que paso? —pregunto refiriéndome a su amiga.
—Lo siento, Marion a veces puede ser un poco exagerada y dijo que no quería ver nada que no debiera por eso se espantó —dice avergonzada—, lo siento no debí dejar que contestara.
—No pasa nada, lo único que veo que estas reunida con tus amigas y yo acá con mi amigo que queríamos ser parte de una fiesta privada con mi secretaria, pero no se encuentra disponible —digo haciendo un puchero.
—Huy me imagino como debe estar, todo tristón. Prometo cuando llegues llenarte y llenarlo de besos para que se sientan mejor —dice y solo de imaginarlo mi amigo se emociona, enfoco como me puso so comentario y la veo relamerse los labios, peor para mi—. Por cierto ¿Te queda mucho?
—Solo un problemita que tratare de resolver mañana mismo, luego de la firma del trato — menciono, pensando que debo darme un tiempo para ver a esa persona que significa un problemita para mí. O bueno, el vínculo que nos une.
—Te extraño mucho, cuando vengas te mantendré secuestrado una semana en mi habitación o la tuya o donde sea —susurra, se escucha como sus amigas la llaman—. Ahora te tengo que cortar sino mis locas amigas tomaran el teléfono —dicen y escucho un ruido seguido de un grito.
—¡Dijimos noches de chicas! ¡Que te llame mañana en hora de trabajo y se pajean tranquilos ahora mueve tu culo hacia la sala! —por la vos creo que se trata de Sylvanas y cuando su mirada violeta se aparece en la pantalla del teléfono de mi chica, ella me mira—. Lo siento bombón, pero esta noche te toca tocarte solito —dice y corta la llamada.
Sin poder evitarlo sonrió. Me preparo para irme a dormir, pero antes guardo a mi compañero en mi ropa interior, lo siento compadre hoy no se pudo, pienso mientras termino de acomodar mi bóxer.
Por la mañana temprano luego de terminar con el asunto del hotel, despido a mi tío y me dirijo a la casa de mi querida amiga Natali.
Hace mucho que no hablamos, pero hay un cariño para nada sexual que surgió luego de que mi corto romance con una chica de la universidad, si hablo de Briza, no se dio.
Natali era una amiga de la preparatoria que nos unía la amistad desde temprana edad, luego de pasar por tantas cosas ella sigue siendo mi querida amiga. Es como la hermana que nunca tuve.
Mi querida amiga heredo una compañía de moda de su difunto abuelo, pero el viejo pillo le dejo una condición para heredar completamente la agencia. Si el tan cliché matrimonio. Por lo tanto, para que su agencia sea completamente suya debía casarse en el término de un año luego de leer el testamento. Terminado ese plazo de un año si ella no se casaba la agencia pasaría a manos del estado.
Mi amiga estaba desesperada, sin que nadie de su familia sepa su gran secreto, no sabía cómo afrontar el ultimo pedido de su abuelo. Por suerte este humilde servidor se ofreció a ayudarla sin tener en cuenta que algún día llegaría el día en el que yo quisiera realmente casarme con la mujer que amo, mi secretaria.
Se que es algo prematuro, pero deseo convertirla en mi esposa y para ello primero debo divorciarme de mi querida amiga. Espero que no le ocasione mayores problemas. Llevo casado cuatro años y nadie sabe de esto más que mi tío. La razón es muy sencilla, solo la ayude para que peda obtener su herencia y todo quedo bajo la confidencia de los testigos y su abogado. Mi tío fue mi testigo y su novia fue la de ella.
Entes de firmar los papeles que nos marcarían como marido y mujer trate por todos los medios de que reflexionara y hable con su familia respecto a su sexualidad. Ella no dio marcha atrás, sabiendo que su familia es muy tradicional sin mencionar lo católica y algo fanática que es, savia que no aprobarían su amorío con una de su mismo sexo y el grito que se oiría al querer casarse seria aún peor, así que sin más remedio nos casamos.
Ella cuenta con mi discreción y yo con la suya por eso paso tanto tiempo y nadie sabe que en realidad soy un hombre casado y para colmo infiel. Ambos lo somos ya que ella mantiene una relación con su novia de más de seis años y bueno yo recién comienzo con mi historia y espero que sea tan sólida como mi amistad con Natali.
Luego de conducir por más de una hora llego a la mansión de mi amiga, si es algo alejado de la ciudad. Estaciono mi coche de alquiler en la entrada de la gran casa y enseguida la puerta se abre.
—Pero mira que trajo el viento —dice Mariela, el gran amor de mi querida amiga. Llego hasta ella y la saludo con un beso en la mejilla.
—Tanto tiempo, ¿Cómo se encuentra mi persona favorita? —pregunto refiriéndome a mi amiga que es como mi hermana.
—Bien, como siempre trabajando —responde Mariela e ingresamos al interior de la gran casa.
Mientras caminamos por los pasillos de la casa que nos lleva hasta la oficina de mi amiga, ella me cuenta la última novedad.
—¿Me estas jodiendo? —espeto sorprendido, mi amiga confronto a su familia y no solo hizo referencia a su sexualidad, sino que le pidió matrimonio a Mariela que esta tan feliz que su alegría se siente hasta en las paredes de la gran finca.
—Fue un gran alboroto, pero al fin no tenemos que escondernos —murmura feliz y tomada de mi brazo cruzamos las puertas de la oficina de mi amiga—. Amor, mira quien te traigo.
Natali levanta su clara mirada de los papeles que tiene en manos y al verme pega un grito y tirando lo que tiene en las manos se levanta y corre hacia nosotros, me abraza y los tres reímos emocionados.
—En hora buena mi querida amiga —digo ni bien nos separamos, ella mira a su pareja que sonríe radiante y luego dirige su mirada hacia mí.
—Gracias querido, pero no era necesario que vengas tan rápido con los papeles, podrías haber mandado un carreo como yo —la miro sin entender a qué se refiere.
—¿Qué papeles? —pregunto desorientado por su comentario.
—Ayer te mande los papeles del divorcio ¿no vienes a traérmelos ya firmados? —dice con una sonrisa en sus labios. Siento palidecer— ¿Estas bien querido?
—¿Dónde mandaste esos papeles? —pregunto alarmado.
—Pues a tu oficina, ¿Dónde más? —responde ahora imitando mi gesto serio.
—Mierda —susurro.
y mis respetos para ti, por poder expresar e hilar bien las ideas de lo que quieres pasmar. felicidades y continúa así y sobretodo con miras hacia adelante.