DULCE VENGANZA

Martina

Me desperté en la madrugada totalmente bañada en transpiración y sin poder respirar, me costó mucho poder volver a respirar con normalidad, las pesadillas que me atormentaron por años cuando era niña volvieron, los gritos de mi padre pidiendo piedad, el llanto de mis hermanos, los gritos de dolor de mis abuelitos mientras eran asesinados y las risas de esos cerdos mientras abusaban de mi madre es algo que me ha atormentado durante años y que pensé que ya había logrado superar, volvieron a atormentarme

Camine hasta el baño y me senté en el suelo a llorar como si fuera una niña pequeña e indefensa abrazando mis piernas mientras el agua fría golpeaba con fuerza mi cuerpo

Me permití llorar como hacía años no lo hacía, hasta sentir que ya no tenía más lágrimas en mis ojos luego me recompuse y observé en el espejo, sonreí y recordé la promesa que hice hace tantos años atrás yo era fuerte y nada iba a poder conmigo, porque el odio que llevaba por dentro era mas fuerte que nada y es el que me empuja a seguir día a día

Volví a ponerme el caparazón que me ha ayudado a salir adelante todos estos años, el que me ayudado a no dejar que nada me afecte desde niña que anestesie mis sentimientos para no volver a sufrir, para que nadie vuelva a hacerme daño y así tiene que seguir todo.

 A la mañana siguiente estaba en mi habitación pensando en los pasos a seguir cuando la puerta se abrió de golpe dándole paso a Dante se veía guapísimo como siempre

-Qué sucede? - pregunté sorprendida

- Vamos te llevaré a pasear - dijo tomando mi mano

- Espera pasear? Adónde iremos?

- Ya lo verás vamos

Dante volvió a tomar mi mano y me llevo escaleras abajo al llegar a fuera de la mansión me sorprendí al ver tres camionetas blindadas listas para salir, llevaba mas de un mes encerrada es esta mansión y la verdad que la idea de salir a tomar un poco de aire fresco no me desagradaba

Dante me ayudó a subir a la primera camioneta y luego la rodeo para subir del lado del copiloto, no podía dejar de observarlo con esos lentes de sol, la camisa arremangada y ese perfume tan varonil me estaba alterando las hormonas, cruce mis piernas y las apreté con fuerzas al sentir un cosquilleo en mi intimidad Dante me excita demasiado. Y a quien no? Si el hombre está buenísimo

Lo observé de reojo parecía concentrado en el camino de vez en cuando observaba por el espejo retrovisor a las demás camionetas que nos seguían, el dirigió su mirada a mí y me sonrió, bajo su mano a la palanca de cambios y luego me sorprendió posando su mano en mi rodilla para luego comenzar a subirla por mi muslo y repartir suaves caricias provocando un incendio en mi zona íntima, gracias al cielo llegamos

- Ya llegamos - dijo y observé por la ventanilla, un nudo se hizo en mi estómago al darme cuenta de que estábamos en la playa, en la misma playa que solíamos venir cuando era niña, lugar en donde pase tantos momentos hermosos con mi familia

- Pasa algo? No te agrada? podemos ir a otro lado - menciono Dante al ver mi actitud

- No, no todo está bien - sonreí levemente intentando contener mis lágrimas que amenazaban con salir

- Entonces vamos - Dante me ofreció su mano para ayudarme a bajar de la camioneta y la tome

Nos quitamos los zapatos y caminamos descalzos por la arena hasta llegar a dónde había una especie de picnic preparado para nosotros

Diferentes tipos de pizzas, uvas y vino al parecer lo había planeado bien

- Te gusta? - pregunto el al ver mi cara de asombro

- Si todo se ve delicioso

Nos sentamos sobre el mantel y el sirvió dos copas de vino blanco. Mientras observaba el horizonte cientos de imagines surcaron mi mente, mi abuelo enseñándome a nadar, mis hermanos jugando a la pelota en la playa, mi abuela contándome algún cuento, las tardes en familia que pasamos junto a mis padres y tantos otros recuerdos, eramos tan felices, tan felices y esa felicidad se nos fue arrebatada en un segundo

-Qué tienes cariño porque lloras? - pregunto Dante limpiando mis lágrimas no me había dado cuenta que estaba llorando hasta ese momento

- Nada no importa, hablame de tu infancia Dante...

- Mi infancia? - pregunto y yo asentí, soltó un largo suspiro y se preparó como si fuera a contar una gran historia

- Yo no tuve infancia cariño - dijo soltando un suspiro de tristeza

-Cómo que no? Todos los niños tienen infancia - mencioné tenía tanta curiosidad por saber cosas que en el informe policial no habían podido averiguar que insistí con mis preguntas - Y tú madre aún vive?

- No conocí a mi madre y yo no fui un niño como los demás aunque me hubiera gustado mí padre jamás lo permitió

Julio Salvatore siempre fue un hombre despiadado, un ser cruel sin corazón incapaz de amar nadie que no sea su poder o su dinero, se que no me quiere ni nunca lo ha hecho ni lo hará, el unico motivo por el cuál estoy aquí es porque necesitaba un heredero, sino jamás habría sido padre

- Y tu madre te abandono? - volví a perguntar

- No, como dije mi padre necesitaba un heredero, él no creía ni cree en el amor, es más siempre ha tenido la maldita y estúpida creencia de que las mujeres solo sirven para ser sus esclavas, compro a mi madre en una subasta por ser virgen, le hizo estudios para saber que no tuviera ninguna enfermedad y cuando estuvo seguro que estaba seguro sana abuso de ella para embarazarla la mantuvo encerrada hasta el día del parto...

- Y Luego que sucedió? - pregunté

- La mato, diez segundos después que no naciera le disparo, me crío una empleada hasta que aprendí a caminar luego mi padre hizo lo que hizo conmigo mi primer golpe lo recibí a los dos años por no llegar al baño y hacerme encima, me quebró dos costillas en ese entonces - sentí pena por el en ese momento Julio Salvatore es más basura de lo que creí

¿- Y que más te ha hecho? Te ha obligado a hacer algo que no querías? - pregunté necesitaba saber si se acuerda del hombre que asesino el cuál era mi padre

- Me ha obligado a hacer tantas cosas - dijo casi en un susurro su mirada se oscureció como si no fuera el quien estaba a mi lado

-Cómo que? - volviya preguntar

- Mejor no hablemos de esto, no te traje de paseo para hablar de cosas feas

- Pero quiero saber...

- No ya no más, quieres más vino? - pregunto y yo me moleste

- A que edad mataste por primera vez? - mi pregunta lo tomo por sorpresa y se ahogo con el vino

-Por qué quieres saber eso? No es algo lindo ni que me enorgullezca

- Solo quiero conocerte mejor anda dime o acaso no confías en mí

- Tenía once años cuando mi padre me obligó a matar por primera vez

- Y por qué lo hiciste? Podrías haberte negado - pregunté recordando todas las veces que le suplique por la vida de mi padre

- No tenía opción si no lo hubiera hecho mi padre me habría castigado - dijo el y yo tuve que morderme la lengua para no gritarle en la cara todo lo que sentía

- Osea que por miedo a tu padre mataste a un ser inocente que no había hecho nada malo... - dije y Dante por primera vez me miró molesto

- No es como tu creés, las cosas no son tan fáciles - dijo levantando la voz como si yo no supiera cómo fueron las cosas, estaba ahí presente de rodillas pidiéndole que no matará a mi papá

- Lo siento Dante pero lo que yo entiendo es que por tu cobardía mataste a un hombre que no merecía morir seguramente tenía hijos que lo necesitaban

Por más que quisiera quitarle culpabilidad a Dante no podía porque el odio y el dolor que llevo por dentro pesan más

- Suficiente!! Puedes quedarte el tiempo que desees - dijo poniéndose de pie y caminando hasta una de las camionetas con sus guardaespaldas

- No le quiten los ojos de encima - fue lo último que dijo a uno de sus hombres antes de subirse a la camioneta y desaparecer por el camino

Me tomé todo el contenido de mi copa y luego me serví otra cosa y luego otra hasta terminar la botella quería y necesitaba ahogar con algo el dolor que estaba sintiendo, el dolor que he sentido durante estos doce años que llevo sin mi familia, muchas veces intenté tomar el camino más corto y terminar con mi vida, pero lo único que me mantuvo de pie es el odio que llevo por dentro y la promesa de vengarme de quienes destruyeron mi vida

Camine descalza y con los pies tambaleando hasta la orilla del mar, me detuve ahí para contemplar la maravillosa puesta del sol, mis lágrimas cayeron por mis mejillas al recordar a mis padres

- Mi hermosa princesa eres como un solcito que siempre esta iluminando nuestras vidas, te amamos tanto mi niña - dijo mamá besando mi mejilla y abrazándome con fuerzas, cuánto daría en estos momentos por un abrazo de mi madre

- Promete que siempre serás una niña buena que ayudará a las personas, que serás estudiosa y llegarás muy lejos, Pero sobre todo prométeme que nunca dejarás de sonreír - me pidió mi padre pellizcando mi nariz… - Perdón papá te falle, no soy buena cometí tantos errores, he hecho cosas muy malas de las que seguro si se enteraran estarían tan decepcionados de mí

- Ven a jugar al agua princesa!! nosotros te cuidamos - aún puedo escuchar la voz de mis hermanos llamándome para jugar en el mar cada vez que mis abuelitos nos traían

De pronto fue como una aparición pude verlos a los seis frente a mí, mis padres, mis abuelos y mis dos hermanos riendo mientras me miraban con tanto amor, era como si me llamarán, seguramente era por todo el vino que había tomado pero no me importo

Observé a los guardias que se suponía tenían que cuidar de mi, se encontraban jugando a las cartas sobre el capo de una de las camionetas, cerré los ojos y suspiré me sentía tan cansada, vacía y triste que no lo pensé, corrí mar adentro hasta hundirme por completo, cerré los ojos y dejé que el agua hiciera lo suyo lo último que escuché fue los gritos de los guardias diciendo que me estaba ahogando y que su jefe los mataría

Luego todo fue oscuridad Pero a la vez sentí una paz inigualable...