.
NovelToon tiene autorización de Cristian Xoan para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
MITCHELL HAGGARD
Mitchell Haggard fue el hijo más pequeño de sus tres hermanos. Cuando él nació, Merton ya tenía 12 años y Andrew 10 años. En realidad fue considerado el milagro de la pareja Haggard, pues su madre ya se encontraba en los mediados de los 40 años cuando nació. No esperaban ya tener más hijos, pues se dedicaban a los negocios y viajaban demasiado. Estaban demasiado ocupados, como para pensar en procrear otro hijo.
Al nacer Mitchell, su madre se quedó en casa hasta que él cumplió los 5 años, mientras su esposo continuó encargándose de los negocios en el extranjero. Pero cuando vio que ya podía dejarlo solo, se lo entregó al abuelo paterno, quien se encargo de educarlo. Su abuelo es un hombre estricto en lo que a educación se refiere, así que lo educó con esmero y mucha atención en idiomas, cultura y arte, aparte de las materias normales de la escuela.
Como militar de alto rango retirado, el abuelo Marcus siempre le inculcó trabajar con rectitud, honestidad y con todo el corazón y servicio hacia los demás.
Fue el nieto más querido de los tres, no solo porque vivió de los 5 años con su abuelo, sino porque tenía un
carácter recto y sólido para aprender.
Todo lo contrario del de Marcus que para entonces ya tenía 17 años. Y era un chico adolescente rebelde.
Y Andrew, era otro adolescente que solo estaba interesado en construir sus inventos. Se recluía en su taller y se olvidaba de si el mundo giraba.
Por lo cual decidió educar como futuro sucesor a Mitchell y enseñarle desde muy pequeño los manejos de todas las empresas que pertenecían a la familia Haggard.
Mitchell, con el tiempo, mostró un gran talento para los negocios. Sabía tener tenacidad, y no solo eso, también poder manejar contratiempos, resolverlos de inmediato sin entrar en pánico y controlar a miles de personas a su mando.
Mucho antes que otros chicos, inicié la universidad. A la par que su propia primera empresa, él solo, para cuando tenía 20 años, ya manejaba todas las empresas de su familia y tenía las propias. Aunque su familia no estaba al tanto de cuanto era en realidad su capacidad financiera, él era tan discreto que dejaba ver solo lo que quería que los demás vieran. Sabía que su hermano mayor esperaba heredar todo el poder de la familia; por eso, siempre muy meticuloso con su forma de actuar, solo dejó que su hermano participara en la empresa por no tener problemas con sus propios padres.
Mientras tanto, cuando creció su hermano, decidió estudiar ingeniería robótica e inició su propia empresa de investigaciones. Conoció a su esposa en la universidad de la cual se enamoró perdidamente; ella estaba en la escuela de diseño industrial. Al salir, ambos decidieron empezar solos sin la ayuda de sus poderosas familias, así no tendrían reproches si caían, pero al final ambos triunfaron. Ella como diseñadora de modas en una innovadora empresa de alta tecnología y él en su empresa de investigación de robótica. Son los felices padres de Kelly.
Pero también son quienes siempre han apoyado a Mitchell, como el pequeño de la familia. En las vacaciones de la escuela lo tenían en casa siempre, y lo mimaban como si fuera un niño pequeño.
Todo lo contrario de la familia de Merton, quien se casó con una chica algo extraña; al cumplir los 20 años fue a un club donde se podían encontrar chicas de compañía y ahí conoció a la que ahora era su esposa, Vicky Smith. Con la cual lleva casado más de 20 años y tiene dos hijos mellizos: Wendy y Walter, los perfectos chicos, que viven para divertirse y solo presumir de la riqueza y el poder que ostenta su familia.
No son bien vistos por ninguno de sus otros tíos, no por su bisabuelo.
Como todo, no el dinero es suficiente para traer la felicidad, ¿verdad?
Barret, el secretario personal de Mitchel, entró a su oficina con un par de documentos en la mano y le dijo: —Señor, aquí están los contratos que me pidió que le trajera para revisar, además debo recordarle que tiene una reunión a las 4 de la tarde y otra a las 5 en punto en el restaurante francés.—
—Por cierto, Barret, ¿qué sucedió con la niña a la cual le di mi tarjeta del restaurante francés? —Preguntó Mitchell, sin mayor interés.
—Por lo que he podido escuchar, señor, me comentaron que después del mal rato que pasó por culpa de la mujer en el pasillo del centro comercial, unas chicas interrumpieron su comida, entrando directamente en el restaurante para insultarla.— Barret no sabía cómo podía explicar lo que había visto en los videos de seguridad y después todos los libros que habían pasado en los últimos dos días. Casi sintió que un montón de… rocas le caerían en cima.
—Barret, ¿cuando pensabas decime todo esto? ¿O esperabas que yo me enterara hoy cuando fuera al restaurante? Mitchell preguntó sin levantar su mirada de los documentos que estaba analizando. Mientras hablaba con una voz tan fría, como si pudiera congelar el mismísimo infierno…
—Sería imposible que se lo ocultara por más tiempo, señor, ya que está en todas las redes sociales, y en algunas fuentes de noticias.
Al escuchar eso, Mitchell sí que miró a Barret, de manera desconcertante, ¿porque una pelea de chicas en un restaurante había escalado hasta un conflicto que estaba en los noticieros?
—Te doy un segundo para que te expliques barret.
—Bueno, lo que pasó es que una de las chicas de la hija del CEO de la corporación Kendall abofeteó a uno de los meseros de nuestro restaurante y de alguna forma se filtró el video a las redes sociales, así que criticaron al CEO por la mala educación de su hija, y eso afectó de manera eminente en las acciones de la empresa, por lo cual realizó una acción. Por lo cual envió a la niña a disculparse con nuestro empleado y realizó una rueda de prensa para demostrar que su hija y la señorita Perry, es decir la niña a la cual usted le obsequió su tarjeta, eran buenas amigas o solo había sido una discusión simple de niñas, pero todo salió mal y en lugar de que se donara que eran buenas amigas, la niña Kendall insultó hasta el cansancio a la señorita Perry y en el calor de la discusión salió que la señorita Perry es la hija biológica perdida de los Cox.
El pobre de Barre pensó que el aliento no le alcanzaría para lograr relatar toda la información a su jefe antes de que sus ojos fríos lo atravesaran como dos rayos láser.
—Será todo un espectáculo para la alta sociedad ver lo que resulta de todo esto. Pensó Mitchell; nunca imaginó que esa hermosa niña fuera la hija de la familia Cox; sabía de Luck Cox; era un hombre insólito para él, pero tendría que investigar a fondo ahora qué escondía realmente.
—Barret investiga todo sobre Luck Cox.
—Señor,, nunca le había interesado ese hombre
—Siempre hay una primera vez.
—¿Quién podría entender a este viejo lobo de mar? Desde que era su secretario, no podía comprender porque hacía o dejaba de hacer cosas. Sólo le queda cumplir con sus encomiendas.