Héroes: Parte Uno

Junior sentía miedo y un peso de culpa, pero se prometió que pelearía solo y no dejaría que nadie más se viera involucrado.

—Lo siento… —dijo con seriedad, mirando a sus familiares y amigos.

—¿Qué? —preguntaron todos, sorprendidos.

—¡VÁYANSE YA! —gritó Junior, con voz firme.

El Señor Luz escuchó las palabras de Junior, y sin dudarlo levantó la mano, lanzando una bola de energía directa hacia él. Junior alcanzó a reaccionar y creó una barrera de protección, pero el ataque del Señor Luz era tan poderoso que, al impactar, la barrera se rompió y Junior salió disparado, estrellándose contra el techo del salón social. Cayó al suelo entre escombros y polvo.

—¡JUNIOR! —gritó su padre, horrorizado.

—Con razón estaba actuando tan raro… —murmuró Nicole, recordando la preocupación de su primo antes de la fiesta.

El Señor Luz soltó una sonrisa siniestra mientras descendía al suelo, impulsado por sus botas cohete. Avanzó lentamente hacia Junior, pero, de inmediato, los amigos y familiares del chico se interpusieron en su camino, bloqueándolo. Irritado, el Señor Luz se lanzó hacia ellos, decidido a quitarlos de en medio. Sin embargo, de la nada, Junior apareció frente a él, bloqueando su avance con su super fuerza. Ambos se quedaron mirándose cara a cara, llenos de odio.

—ESTO ES ENTRE TÚ Y YO. NO LOS INVOLUCRES. ¿ME OÍSTE? —gritó Junior, antes de lanzarle un golpe en la cara que lo hizo volar varios metros hacia atrás. Junior no perdió tiempo y se lanzó tras él.

—¡JUNIOR! —gritó Nicole, preocupada.

Ambos combatientes se enfrentaron en una colina cercana, pero el Señor Luz era más experimentado y hábil en la pelea. Con movimientos precisos de taekwondo, le dio a Junior un derechazo seguido de un fuerte rodillazo en el abdomen. Junior cayó de rodillas, escupiendo sangre. Sin embargo, no se dio por vencido: levantó el puño y disparó un ataque eléctrico que el Señor Luz esquivó ágilmente.

Junior se levantó, lleno de rabia, y se lanzó hacia él con toda su fuerza. Con un movimiento rápido, logró conectar un golpe en el estómago del Señor Luz, que lo hizo escupir sangre. Este intentó contraatacar, pero Junior esquivó sus ataques con su hipermovilidad, y con un rápido movimiento le asestó un golpe en la cara que lo envió contra un edificio cercano, provocando una explosión que alertó a todos en el lugar.

Los adultos evacuaron rápidamente a los niños y se acercaron al sitio del impacto. Algunos, al ver al Señor Luz, creyeron que estaba enfrentando a un supervillano desconocido, así que se mantuvieron a una distancia prudente. Mientras tanto, los familiares y amigos de Junior no comprendían por qué el Señor Luz estaba atacándolo. Algunos pensaron que quizás estaba bajo algún tipo de control mental, pero Nicole no estaba convencida y corrió hacia el lugar de la pelea.

—¡Nicole, espera! —gritó Ome, mientras todos se apresuraban a seguirla.

La madre de Nicole intentó llamar a la Liga de Héroes, pero nadie respondía.

—Amor, no va a funcionar. Hoy todos los héroes están en una junta especial para evaluar a los graduados de las academias —le explicó su esposo, con un tono grave.

—¡Entonces estamos solos…! —dijo la madre de Nicole, su voz temblando de preocupación.

Junior aterrizó entre los escombros, mirando a su alrededor. Apenas había procesado la situación cuando una esfera de energía salió de entre los escombros y se dirigió hacia él. Logró esquivarla, pero el Señor Luz apareció de repente y le dio un golpe brutal que lo lanzó contra varios autos estacionados. Mientras Junior intentaba incorporarse, el Señor Luz lanzó otro ataque de energía que hizo explotar los vehículos, y Junior quedó aturdido en el suelo.

A pesar de sus heridas, Junior se levantó y corrió hacia el Señor Luz, golpeándolo con una serie de puñetazos que lo hicieron retroceder hacia un edificio. Ambos intercambiaron ataques rápidos y furiosos. Aunque Junior logró esquivar varios golpes del Señor Luz y respondió con algunos fuertes ataques, el Señor Luz recuperó el control rápidamente. Le sujetó la cabeza a Junior y la estrelló contra una pared, luego lo tomó del cuello y lo levantó, lanzándolo con fuerza contra el piso. Junior cayó dos pisos abajo, tosiendo sangre, pero logró reaccionar y le dio un cabezazo al Señor Luz, haciéndole sangrar la nariz.

Junior usó su fuerza para lanzarlo lejos, y el Señor Luz terminó impactando contra otro edificio. Junior aprovechó el momento, tomó al Señor Luz y lo lanzó con fuerza hacia el suelo, haciendo que ambos cayeran varios pisos abajo hasta llegar al sexto. Sin embargo, el Señor Luz respondió rápidamente y le propinó una serie de golpes devastadores, incluido de un puñetazo en el estómago que hizo a Junior escupir más sangre. El Señor Luz lo tomó una vez más y lo estrelló contra el suelo, comenzo a estrellarlo piso por piso hasta llegar al nivel inferior. Junior yacía en el suelo, gravemente herido, pero se levantó y comenzó a golpear al Señor Luz con una furia imparable.

Ambos estaban cubiertos de heridas y sangre, pero ninguno parecía dispuesto a ceder. El Señor Luz agarró la mano de Junior y, con una fuerza brutal, lo lanzó hacia atrás. Al caer, Junior recibió un golpe en la cara que lo mandó a volar de nuevo, y el Señor Luz aprovechó para tomarlo del cuello y estrellarlo contra el suelo, arrastrándolo sin piedad. Junior intentó protegerse levantando su barrera justo cuando el Señor Luz iba a rematarlo con un ataque de luz. Una explosión resonó por el impacto, y ambos salieron volando. Junior quedó tendido en el suelo cerca del apartamento de Nicole, inconsciente y gravemente herido, mientras el Señor Luz se estrellaba contra la pared del edificio y caía, escupiendo sangre.

El Señor Luz se hacercó lentamente, decidido a acabar con Junior. Sin embargo, un temblor repentino lo hizo perder el equilibrio. Miró alrededor y vio al padre de Junior, que lo enfrentaba con el rostro lleno de ira.

—No sé por qué haces esto, pero si sigues lastimando a mi hijo, te juro que te voy a detener aquí mismo —le dijo el padre de Junior, con firmeza.

El Señor Luz frunció el ceño y, furioso, se lanzó contra él. Pero una ráfaga de viento lo empujó hacia atrás; fue la madre de Junior quien apareció a su lado. En un instante, le dio una patada que lo hizo volver a estrellarse contra el suelo. El Señor Luz escupió sangre, pero apenas intentaba ponerse de pie cuando un brazo elástico lo sujetó del cuello y lo levantó en el aire, para luego lanzarlo con fuerza al suelo nuevamente. Los seres queridos de Junior lo atacaban uno por uno, usando sus propias habilidades, pero el Señor Luz seguía levantándose, muy lastimado.

Con un grito ensordecedor, el Señor Luz liberó una explosión de energía que comenzó a expandirse, avanzando rápidamente hacia todos. En ese momento, Junior, agotado y herido, levantó su barrera para protegerlos de la explosión, logrando contenerla. Sin embargo, el esfuerzo lo hizo caer al suelo, inconsciente.

—¡JUNIOR! —gritó Nicole, corriendo hacia él para sostenerlo.

—Es un niño difícil de matar —dijo el Señor Luz, acercándose, lleno de desprecio.

—¿Por qué haces esto? —preguntó la madre de Junior, exigiendo una respuesta.

—¿Por qué? ¡¿Por qué?! —respondió el Señor Luz, con la voz quebrada y llena de rabia—. Antes de que él apareciera, ¡yo era el héroe más grande! ¡El único! Pero ahora… todo el mundo solo habla de “Saavedra esto” o “Saavedra aquello”. Nadie me presta atención, ni siquiera los demás héroes. Yo debería ser el único famoso, el más grande, ¡y si alguien me lo quita… soy capaz de matarlo! —dijo entre lágrimas, con una mezcla de odio y dolor.

—Qué bajo has caído, Brayan… —dijo el papá de Nicole, mirándolo con desprecio.

—¡PARA TI SOY EL SEÑOR LUZ! —exclamó, enfurecido, preparándose para otro ataque.

El Señor Luz se preparaba para atacar de nuevo cuando varios golpes inesperados lo hicieron tambalearse, y sintió sus brazos entumecerse por el frío intenso que los envolvía.

—¿QUIÉN HIZO ESTO? —gritó Brayan, furioso.

—Yo. ¿Algún problema? —contestó Figueroa con desafío.

—Y yo también —añadió Isabela, con una sonrisa desafiante.

Ambas miraron a Junior, quien estaba gravemente herido. Figueroa se acercó para intentar ayudarlo.