La Mafia Italiana se ha expandido por muchos territorios, grandes grupos se han querido poner al nivel de una de las mafias más temidas, donde nuestro Mafiosos, asesinos por naturaleza han ido evolucionado con el paso del tiempo…
La Mafia 'Ndrangheta reaparece con gran fuerza, la conservación de territorios para la distribución de la nueva droga tan esperada, con un aditamento muy especial, que no puede ser detectado, ya que estarían cayendo en la ilegalidad de su consistencia.
Los enemigos desean tanto ser poseedores de la droga “Demon´s Damus” donde se necesita documentación legal pasando como medicamentos para un hospital “Vita Nostra Hope”…
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Capitulo 22
Guido:
Me daba risa Elena, se veía desespera en que la soltara, me acerqué a ella pero terminó por empujarme… respiré profundamente levantando la mirada… allí estaba Natalie observando quien sabe desde que momento, me aparté de Elena sin decirle nada, caminé apresuradamente hacia la salida, lo que vio Natalie podía ir corriendo y hablar de más, pero no para dañarme, lo haría en contra de Elena y más malos entendidos en este momento para que.
Abrí la puerta cuando estaba por subirse a su camioneta, corrí llegando hasta ella, me miró negando con la cabeza, sostuve la puerta antes que la cerrara, se lo estaba impidiendo.
Natalie: Me hubiera esperado con cualquier otra mujer… ¿pero Elena?
Guido: No estaba haciendo nada malo.
Natalie: En verdad… por que estaban abrazados… CASI LA BESABAS.
Guido: ESO A TI QUE… ¿A TI QUEEEE?
Negó con la cabeza, encendió la camioneta, estiré mi mano adentrándome apagando la camioneta, la sostuve de la mano haciendo que se bajara.
Guido: Nada de lo que viste me compromete.
Natalie: pues conmigo si. Soy tu pareja.
Guido: ¿Según quien? ¿Tú?
Sus ojos empezaron a llenarse de lagrimas, rodé los ojos, no estaba para este tipo de escenas de celos sin fundamentos, necesitaba controlarme, por que sinceramente entre Natalie y yo no había nada que fuera formal.
Natalie: Noches en tu cama, ¿eso no significa nada para ti?
Guido: Natalie, te lo dije, no soy quien esperas, nunca te di ni un solo indicio a que fueramos algo.
Natalie: ¿con esa Elena si? No te das cuenta, solo te quiere manipular. Te está utilizando. ¿No te das cuenta?
Guido: A MI NADIE ME UTILIZA.
Levantó su mano soltando una fuerte cachetada, bajé la mirada hacia el piso subiendo lentamente hacia ella, sus lagrimas caían sin poderlas controlar.
Natalie: te acepté con tus hijos, quería una vida contigo.
Guido: Nunca te dije que necesitaba una mujer a mi lado.
Sonrió asintiendo con la cabeza, apartó sus lagrimas sin dejar de mirarme.
Natalie: ES UNA ZORRA… UNA MALDITA ZORRA OFRECIDA.
Di un paso grande sosteniendo sus brazos, tampoco iba a permitir que hablara de ella de esa manera, cuando el único causante de lo que estaba sucediendo era mi culpa.
Guido: NO VUELVAS A LLAMARLA A ASI.
Metió sus manos soltándose de mi agarre, dio pasos hacia atrás chocando su cuerpo en la camioneta.
Natalie: Dina está revolcándose bajo tres metros de tierra al ver que caes tan bajo.
Guido: SI HUBIERA CAIDO BAJO DECIDIRÍA QUEDARME CONTIGO Y NO ES EL CASO…
Entreabrió los labios, cerré los ojos negando con la cabeza, los abrí mirándola, me acercaba a ella pero se pegaba más a la camioneta.
Natalie: hice hasta lo imposible para estar a tu lado, quería que la tristeza que tenías se te quitara, pero veo que otra… otra maldita zorra lo ha hecho. Pero sé muy bien por que…
Guido: No sabes nada.
Natalie: No es tan difícil ver el parecido que tiene con Beida, todos la quieren, todos la protegen, y todo por que es el vivo retrato de Beida. TÚ SOLO ESTÁS ATRAIDO POR ELLA POR QUE HASTA EN SU FORMA ES BEIDA…
Guido: CALLATE… CALLATE… ESO ES MENTIRA.
Natalie: ¿ES MENTIRAAAAAAAA? SOLO BASTA CON VER COMO SE HAN DADO LAS COSAS. Ese tonto pretexto que se puso mal te sirvió para llevártela a la cama.
Guido: NO ME LA LLEVE A LA CAMA… NO ES COMO TÚ…
Levantó una ceja desafiante, abrió la puerta de la camioneta, la empujé cerrando, de aquí no se iba ir…
Guido: Natalie… escucha.
Natalie: No tengo nada que escuchar, ve, ve con esa mujer que te espera. Ojalá y todo te haya servido para bien… Adviértele que no se vuelva acercar a mi.
Guido: No tengo nada que advertirle, en todo caso la advertencia va para ti. No te quiero ver cerca de ella, así como dices que has notado cosas, igual las he notado, te la has pasado provocando, te has buscado no solo una, sino a todas las chicas que estén en tu contra. Pero no por que sea Elena.
Natalie: Ella es el problema, se cree superior a mi en todo momento.
Guido: Ese no es mi problema. Pero dejando en claro que esto Natalie no puede seguir.
Negó con la cabeza dando un paso reposó sus manos en mi cuerpo mientras la miraba.
Natalie: No.. no estas hablando en serio.
(Escuchen: Sacrifice, Steve Jablonsky)
La sostuve de los brazos apartándola, esto era mejor así, no quería lastimarla o que se siga haciendo ilusiones con pensamientos que nunca han existido.
Natalie: No Guido… no puedes hacerme esto.
Guido: Lo vengo decidiendo desde hace tiempo…
Natalie: no, no me digas esto… Me enamoré de un hombre que cuando se enoja no pasa por su mente insultarme, dejar de hablarme o decirme cosas hirientes, por que siempre quieres solucionar de manera sana los desacuerdos, entonces entendí que eras el amor por el cual siempre estuve orando.
Negué con la cabeza, lo que ella estaba sintiendo era ella, tenía en claro lo que yo tenía en mi mente, así que Natalie no estaba en mis pensamientos ni en mi futuro. Me abrazó con fuerza, la empujaba demasiado queriendo que me soltara, pero me tenía bien sujeto a ella.
Natalie: No, no, te prometo que cambiaré. Por favor, te lo suplico con todas mis fuerzas, no quiero que te vayas, no quiero que te vayas. No me importa que no des lo mejor de ti, no me importa, no me importa, quiero que te quedes conmigo … no me importa nada, dame todo lo que quieras todas las noches, seme infiel, no me importa pero quédate conmigo por favor... por favor quedate conmigo no estoy lista para dejarte ir, no estoy lista.
Guido: Natalieeee… no digas eso…
Natalie: Por favor te lo suplico, no me dejes… No me quiero separar ti, eres mi todo.
Entreabrí mis labios al mirarla a los ojos, su desesperación en que no la dejara, pero no podía hacerlo esto, demasiados problemas estaba teniendo por mi culpa con los demás para seguir alimentando algo que no era correcto.
Guido: No Natalie…
La aparté, ella negaba con la cabeza, se puso de rodillas.
Guido: Natalie NOO.
Abrazó mis piernas, su rostro daba en mi miembro queriendo meter su mano bajando un poco el pants…
Natalie: Te hago el sexo oral que te gusta… deja que lo haga.
Guido: Basta Natalie… ¿Qué te sucede?
Natalie: No, no me puedes dejar… no ahora… no puedo estar sin ti…
La sostuve de los brazos haciendo que se pusiera de pie, tomé su rostro mirándola hacia sus ojos con lagrimas. Negué con la cabeza.
Guido: Temo que si trato de hablar contigo en persona, empezaremos a pelear. Últimamente, parece que si logramos resolver un problema de manera pacífica, pronto discutiremos sobre otra cosa. No sé cuándo esta disputa se infiltró por primera vez en nosotoros, pero ha empeorado en los últimos dos o tres meses.
Natalie: Ha sido por culpa de Elena, ella es la única culpable.
Guido: Elena no tiene nada que ver… He decidido que no puedo continuar con nuestras disputas casi diarias, diciendo cosas de las que pronto me arrepiento y escuchando cosas que quedan profundamente grabadas en mi mente y mi corazón. Es por eso que siento que debemos separarnos, al menos por el momento. Me doy cuenta, sin embargo, de que nuestras vidas están demasiado interconectadas para que yo desaparezca sin que sepas donde estoy o donde me fui. Si necesitas ponerte en contacto conmigo, el número de mi móvil está disponible. Creo que sería mejor, sin embargo, si pudiéramos permanecer lo más incomunicados posible por un tiempo y hacer de esta separación un verdadero experimento de vivir el uno sin el otro.
Negaba con la cabeza, sus manos sostenían mis brazos no queriendo aceptar lo que le decía. Pero no había otra solución. Para ella Elena es la culpable, pero aquí el único culpable he sido yo. La presencia de Elena me remueve, no lo voy a negar, pero no era la culpable.
Guido: Natalie… Honestamente, no creo que solo uno de nosotros es el culpable de todos nuestros problemas, pero juntos nos combinamos para formar una mezcla combustible que explota más y más frecuentemente. Los malos tiempos están comenzando a los buenos, y eso está empezando a afectar mi visión de la vida, incluso cuando estamos separados. Voy a trabajar irritado después de nuestro intercambio de mal humor en el desayuno y pronto estoy desquitándome con los demás, ese no soy yo, que se miran unos a otros cuando entro en alguna parte. No tengo muchas ganas de volver donde estás, tampoco, y busco trabajo extra en mi escritorio, a pesar de haber terminado con mis responsabilidades.
Me abrazó clavando sus uñas en mi espalda… no dejaba de llorar. La abracé inhalando su aroma, sinceramente no me provocaba ni un solo placer al mantenerla cerca de mi, no cuando he probado otros labios, otro aroma y otro sabor que me está volviendo en desespero por tener.
Guido: (susurrando) Es una pena que esto nos está sucediendo porque, cuando el péndulo se balancea hacia el otro lado, no hay dos personas más felices que nosotros. El tipo de aprecio que hemos conocido no lo encuentran todos y ciertamente es demasiado valioso como para tirarlo sin luchar para aferrarse a él. En otras palabras, no podemos simplemente terminar nuestra relación y deshacernos de todo lo que hemos acumulado juntos en los últimos tres años hasta que sepamos con certeza dónde nos encontramos. Es por eso que creo que la única solución sabia es separarse por un tiempo y ver si "La ausencia aviva el cariño", o si nuestra relación está realmente agotada y nos encontramos con un caso común de "ojos que no ven, corazón que no siente". Me temo que solo el tiempo y el espacio determinarán nuestros verdaderos sentimientos. Es doloroso para mí dejarte, Natalie, pero solo tengo nuestros mejores intereses en mente.
Natalie: (susurrando) Estas confundido… es lo que pasa…
Negué con la cabeza apartándome de ella,
Elena: (carraspeo)
Natalie la miró con tanto odio, me empujó apresurándose a llegar a ella que le empezó a empujar.
Natalie: TODO ESTO ES TU CULPA…
Elena: OYEEEEME… A MI NO ME CULPES DE TUS INSEGURIDADES…
Natalie: TE ACOSTASTE CON GUIDO.
Elena: ¿Qué cosa? Estas loca.
Natalie: ME LO ACABA DE DECIR.
Guido: BASTA NATALIE, NUNCA DIJE ESO.
Elena: SABEN QUEE… USTEDES DOS ME TIENEN MUY SIN CUIDADO, SUS PROBLEMAS RESUELVANLOS USTEDES Y A MI DEJENMEEEE EN PAAZ…
Sostuve a Natalie de la cintura cuando iba a golpear a Elena, pero ella dio un pasó al frente, entrecerré los ojos al ver algo extraño en Elena…
Elena: VEN… DALE… DAME EL PRIMER GOLPE, NO METERÉ MIS MANOS PARA DEFENDERME…
Una de las camionetas de Daemon se acercaba, era Eliot que se aparcó hacia la entrada, se bajó esperando a Elena, de seguro Dimitri había mandado por ella al ver que no llegaba.
Eliot: Elena… Manda por ti Dimitri.
Elena: Te salvó la campana… CONMIGO NO TE SIGAS METIENDO.
Eliot bajó la mirada pasando hacia Elena, se acercó guiándola hacia la camioneta, Natalie estaba fuera de si queriendo correr hacia donde ella estaba por fin subiendo a la camioneta, Eliot asintió con la cabeza subiendo de su lado. Elena subió la ventana, negué con la cabeza mirando a Natalie.. empezó avanzar y la solté, corrió hacia la camioneta pero ya había acelerado Eliot.
Natalie: ME LAS VAS A PAGAR… MALDITA ELENAAA…
Se dio la media vuelta, respiré profundamente.
Guido: Te veo en la villa de Dimitri. Lo que te dije, espero lo reflexiones, por que mientras Elena esté en este mismo lugar, veré por ella y por nadie más.
Natalie: ¿Mientras esté? Que bueno saberlo.
Abrió la puerta cerrando con fuerza. Me acerqué a su camioneta metí mi mano enredando mis dedos en su cabello ella me miraba aun con lagrimas en los ojos.
Guido: MUCHO CUIDADO NATALIE… NO SE TE OCURRA HACERLE NADA A ELENA, ELLA NO ESTÁ SOLA, ME TIENE A MÍ PARA PROTEGERLA… SIEMPRE HA SIDO ASÍ….
Me dio un golpe en le brazo haciendo que la soltara, sonrió encendiendo la camioneta, giró el volante pisando el acelerador.
No tengo idea si había dejado claro la advertencia, que no se le ocurra poner las manos encima de Elena, me va a conocer si tiene que ser a las malas.
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