Angie Suaza una hermosa escritora, a la cual le gusta disfrutar de la liberta y ser feliz, además de luchas por sus sueños, decide que no vale la pena preguntarle lo que pudo haber pasado y decide esta vez arriesgarse y ver con sus propios ojos lo que pase.
Ella prefiere arrepentirse por lo que fue en vez de pensar en lo que pudo ser. por eso regresa a su país después de cinco años para conquistar al hombre del que a estado enamorada toda sí vida. ella regresa a conquistar a un mujeriego.
Henry modelo, actor y por supuesto el mujeriego incontrolable de esta historia, un hombre supremamente guapo y sexy, hombre que a tenido a muchas en su cama pero a ninguna en su corazón, a jurado nunca enamorarse, ¿será que podrá cumplir esa promesa cuando su amiga de la infancia regrese no solamente más hermosa que nunca, si no decidida a enamorarlo.
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CAPÍTULO 23
ANGIE
La verdad ver a esas chicas junto a Leila, coqueteando con mi novio me causó una puntada de celos, pero acercarme y escuchar lo que decían me lleno de seguridad, porque Henry, me es fiel, algo que muchas no obtienen al comenzar una relación con un mujeriego.
Así que al ver la actitud de Henry, sin estar yo a su lado decidí que ahora más que nunca confiaré en el, pues, esa es la base de una relación y yo quiero aportar todo por estar con Henry.
Solamente deseo que él me exprese con claridad sus sentimientos, estar segura al 100% de que me ama tanto como yo a el.
Después del raro agradable que pasamos únicamente el y yo en el parque volvimos entre risas al departamento, Henry, no me deja ayudarlo con la preparación del desayuno, así que me pidió que me fuera a duchar, mientras él prepara todo.
Antes de entrar a la ducha recibí un mensaje de Mártir, diciendo que estará aquí en dos días, para concretar el viaje al país que escojamos para comenzar desde cero, ahora solamente resta esperar que Fabricio, regrese con la información de a donde no llegará el poder de nuestras familias.
Le respondí a Martín que moría de ganas de verlo y que le agrado profundamente su ayuda, pues es un amigo incondicional y le voy a estar agradecida siempre.
Luego de responderle tome una deliciosa ducha y me arreglo para desayunar con mi guapo y sexy novio, cuando volví a la cocina el desayuno estaba casi listo, aunque yo lo único que quería comerme era el postre, ósea a Henry.
Me siento en la isla de la cocina mientras observo a mi galán moverse de un lado a otro mientras cocina se mira tan sexy, si el supiera todo lo que provoca en mí con tan solo estar cocinando me llamaría depravada pervertida, pero yo no tengo la culpa de que este hombre esté como para comérselo con chocolate.
—¿Qué tanto me observas hermosa? —Henry, nota lo concentrada que estoy en el, porque la verdad ni me interesa lo que está preparando de desayunar.
—Nada, simplemente observo lo ágil que es mi novio en la cocina —respondo con una gran sonrisa en el rostro.
—No solamente soy ágil en la cocina, soy ágil en muchas cosas más —responde Henry, quien se acerca y me besa.
—Muero, por descubrir esa agilidad —respondo y nos seguimos besando, hasta que el se detiene.
—Desayuna, hermosa, primero —ambos comenzamos a desayunar con una sonrisa en el rostro, por supuesto mientras desayunamos no dejamos de darnos algunos besos, pues nos atraemos y eso nadie lo puede negar.
FABRICIO
En cuanto desperté recibí una llamada de Claudia, pidiéndome reunirnos para juntos descubrir en que países su familia y la mía no tienen poder, ni ellos ni sus socios y para hablar con un buen abogado amigo de Henry, quien nos dirá si tenemos alguna posibilidad de quitarle los documentos personales de Claudia a su familia y así ella podrá ser libre de irse a donde ella lo desee.
Antes de salir del departamento, busco a Angie y a Henry, pero ninguno está en el departamento, así que deje una nota para que sepan en donde estoy.
Salí del departamento, tomo un taxi el cual me lleva a un respondo lejos de la ciudad así nuestras familias no tendrán ni la menor sospecha de que nos estamos reuniendo u podremos actuar sin que ellos nos descubran.
—Hola Claudia, ¿cómo estás? —saludo en cuanto llego al restaurante.
—Hola, Fabricio, estoy bien, algo ansiosa por qué todo esto, termine, pero bien —responde Claudia ansiosa, se ve que quiere salir de casa de sus padres lo más pronto posible
—El abogado no a de tardar en llegar —se informe mientras tomo asiento.
—Bueno, mientras llega revisemos los alcances de nuestras familias y sus socios —Claudia saca de su bolso algunas carpetas con muchos papeles.
En las carpetas esta la información de los socios de nuestras familias y de sus negocios, revisamos por un largo rato y en conclusión, a los únicos países en donde podemos viajar y establecer nos son, Colombia, México, Argentina y Venezuela, decidiremos nuestro destino con Angie y Henry.
Todos tenemos que estar de acuerdo en donde comenzaremos una nueva vida, incluso Claudia, quien lleve viajar con nosotros si así lo decide, bueno primero debe recuperar su documentación.
El abogado tardo un poco más en llegar así que desayunamos mientras lo esperamos, en cuanto llega el abogado nos concentramos en el caso de Claudia.
—Por lo que me cuentan, se puede llevar a cabo una demanda legal para que le entregue toda su documentación a la señorita, pues ya es mayor de edad, pero eso tomará algún tiempo —reside el abogado, luego de que le explicáramos el caso de Claudia.
—¿Cuánto tiempo? —pregunta Claudia, algo nerviosa.
—Ya que su familia es tan poderosa podrían retrasar el juicio e incluso posponerlo por años, no sería una lucha fácil ni rápida —responde con sinceridad el abogado.
—No, puedo esperar tanto —Claudia preocupada
—Entonces deberían considerar casarse y divorciarse en cuanto salgan del país —propone el abogado.
—¿Seguro que no se puede hacer nada más?—Indago frustrado
—Seguro, lo más rápido es la boda y que sus padres le entreguen su documentación, voluntariamente para su luna de miel y aproveche para nunca más volver —El abogado nos da su consejo más sincero.
—Bueno le agradezco por todo, le informaremos nuestra decisión —nos despedimos del abogado y nos quedamos solos en la mesa del restaurante.
—Claudia, nos vamos a casar, pero nos divorciaremos en cuanto salgamos del país, sabes que no me gustan las mujeres ys olor podemos ser amigos —Aclaro todo a Claudia.
—Lo sé Fabricio, y de verdad me hubiera gustado que el abogado nos diera otra posibilidad, pero mis padres no me dejaran ir tan fácil, pero te prometo que en cuanto nos bajemos del avión en el país que escojamos yo firmare el divorcio, podemos dejarlo por escrito si así ye sientes más seguro —en los ojos de Claudia se nota cuanto desea irse del país.
—Creo que has sufrido mucho en manos de tu familia, se nota en tus ojos el deseo de irte —comente.
—Talvez algún día te lo cuente todo —Claudia con una sonrisa llena de pesar
—Yo estaré ahí para escucharte cuanto tu lo decidas —Sujeto la mano de Claudia en señal de apoyo y después de un rato nos despedimos como amigos, ya que no podemos ser otra cosa.