La Curvis Más Bella

Lautaro …

Cuatro días después, me encontraba en mí departamento nuevo, caminado de un lado a otro, después de que Melanie termino conmigo, no volvió a responder mis llamadas, las chicas me dijeron que le diera tiempo, que se encontraba asustada y confundida, que intentará solucionar primero las cosas antes de insistir con ella, pero simplemente no podía estar sin oír su voz, sin saber cómo se encontraba, aunque Tania siempre me informaba todo, aún así necesitaba escucharla a ella 

Aún recuerdo las palabras de Sofía esa noche que me llamó por teléfono 

 “Hermano, estamos en el hospital, Melanie se desmayo de la nada y la trajimos a urgencias” 

Cuando dijo eso tomé mis cosas y salí del departamento para ir al aeropuerto, pero antes de subir al auto Sofía me detuvo

 “No vengas hermano, yo te mantendré al tanto de todo, pero no alteres más a Melanie hasta que ella esté más tranquila” 

Caí de rodillas al piso, me costaba respirar, necesitaba estar con Melanie y no podía, eso me tenía al borde de la locura

Hoy cuatro días después acá me encontraba impaciente, al día siguiente era viernes y quería viajar a ver a Mel como todos los fines de semana, pero ahora era distinto, ahora ella no quería verme y eso me tenía demasiado mal 

Ya sin mas vueltas me acosté y me dormí, ni siquiera tenía de comer, solo dormir 

Al día siguiente me levanto, me visto y salgo para la empresa

Al llegar subo hasta mí oficina y antes de entrar le encargo a mí secretaria que me traiga una taza de café, ya que no había desayunado antes de salir 

Un par de minutos después, entra mí secretaria con el café que le encargué y unos documentos, así que sin más animos, me puse a trabajar.

A media mañana la puerta de mí oficina de abre y por ella entraba mí padre, eso me hizo extrañar, ya que él no era de venir a la empresa nunca 

— Hijo buenos días — dice mí padre sentándose frente a mí 

— Papá Buenos días, ¿Cómo estás? ¿Cómo están mamá y Brandon? — le digo fingiendo interés en ellos, aunque mí hermano Brandon si me importaba, era el único dentro de esa casa que realmente me importaba 

— Bien hijo, todos estamos bien, extrañamos tenerte en casa, pero es cuestión de acostumbrarnos — me dice sonriendo y yo apreté mis puños, ya no toleraba verlo, por su culpa Melanie me había dejado, y eso hacía que cada día lo odiara aún más 

— Bueno, y dime, ¿qué te trae por acá? — le pregunto de una vez 

— Bueno, este es mí testamento léelo — me dice entregándome el documento y yo comienzo a leerlo 

— ¿Qué hay con el testamento? No entiendo — le digo, aunque ya sabía lo que contenía el testamento, ya que lo había leído antes 

— Bueno hijo, como ves en el testamento para que pases a heredar todos mis bienes tienes que estar casado, sino todo pasará a Brandon — me dice serio y eso ya lo sabía, pero es algo que solucionaré después

— Si, ¿y que con eso? — le pregunto aún más confundido 

— Alejandro Fernández, es un antiguo amigo mío, es dueño de la empresa hotelera más grande del país, casualmente él está buscando un buen esposo para su hija, y nos ha ofrecido mucha plata a cambio de que te cases con ella. Eso nos vendría de maravilla a nuestra empresa, y ya pasarias a cumplir la cláusula del testamento — me dice él feliz y emocionado 

— ¿Qué estás diciendo papá? Está bien que deba casarme para heredar la empresa, pero yo voy a decidir con quién casarme, no tú. No puedo casarme con una persona que ni conozco — le digo enojado 

— Te entiendo hijo, pero no vine a preguntarte si querías casarte. Vine a decirte que ya arreglé el matrimonio con la hija de Alejandro, te vas a casar dentro de un mes, sino lo haces, vete despidiendo de todo esto — dice señalando toda la oficina y mis manos siento que explotarán de tanto que las estoy apretando 

Pero no podía perder mí parte de la herencia, heredar todo era parte de mí plan, así que no podía perder eso 

— Está bien papá, me casare — le digo serio 

— Que gran elección hijo mío, sabía perfectamente que aceptarías, ya que eres como yo, ambicioso, y no te arriesgaría a perder todo — me dice con una sonrisa y yo lo miro con desprecio 

Si supiera que yo solo quiero heredar todo para devolverle lo que le corresponde a Melanie, no estaría sonriendo. Pero eso jamás lo sabrá 

— Está noche en la casa haremos una cena para que tu y Salomé se conozcan, no faltes — me dice levantándose de la silla y saliendo de la oficina 

Después de que se fue, tiré todo lo que había sobre el escritorio, me sentía furioso, si Melanie se enteraba de esto ya no querría volver a verme jamás, voy a tener que mantenerlo en secreto hasta finalizar mí plan, no me queda de otra.

Al mediodía me disponía a irme para almorzar cuando el teléfono de mí oficina comienza a sonar 

📲 — ¿Qué sucede? — digo al responder, ya que sabía que era mí secretaria 

📲 — Lo siento señor Sánchez, pero aquí hay una joven que dice llamarse Salomé Fernández y exige hablar con usted — me dice y yo me quedo en silencio, ¿Por qué estaba ella acá? ¿Acaso la cena de esta noche no era para conocernos? ¿Tan ansiosa está de conocerme? 

📲 — Hazla pasar — le digo a mí secretaria para luego colgar el teléfono 

Enseguida la puerta de mí oficina se abre y por ella entra una joven muy hermosa de unos 20 años más o menos 

— Buenos días señor Sánchez, ya sabe quién soy, así que seré breve, este matrimonio arreglado que hicieron nuestros padres será solo por papel, nosotros no tendremos ningún tipo de relación y el matrimonio no puede durar más de 1 año, luego de ese tiempo nos divorciamos — me dice ella sería parada frente a mí escritorio 

Yo me quedé observándola con los ojos entrecerrados, ¿Qué pretende está niña?

— ¿Y eso por qué? — le pregunto con intriga 

— Señor Sánchez, sabe bien que ambos estamos siendo obligados a casarnos para unir nuestras empresas, por lo que no tengo posibilidad de negarme o mí padre amenazó con echarme de la familia, pero nosotros dos aunque estemos casados, seremos dos completos extraños — me dice ella y aún sigo intrigado 

— Estoy de acuerdo con tu propuesta, yo tengo mis propias razones para no tener ningún tipo de relación contigo, ¿pero tú qué razones tienes? ¿También tienes novio? — le pregunto con intriga y ella suspira y toma asiento frente a mí 

— No señor Sánchez no tengo novio, la razón por la que no quiero este matrimonio es porque soy lesbiana, me gustan las mujeres, pero mí padre está encontra de mí elección sexual y por eso me ha obligado a casarme con usted, ¿Entiende? — me confiesa y yo abro los ojos con sorpresa 

— Wow, me imaginaba muchas razones, excepto esa — le digo riendo 

— ¿Usted también piensa que es una aberración qué una persona le guste otra de su mismo sexo? — me pregunta sería levantándose de la silla 

— No no no, yo no tengo problemas con eso, al contrario, tengo a mis dos mejores amigas que son novias, así que no pienso que eso sea una aberración — le digo con una sonrisa para que se tranquilice 

— ¿En verdad? ¿Entonces no tiene problema con la propuesta que le hice? — me pregunta sorprendida  

— No, no tengo problemas, yo también tengo novia y la amo, pero mí familia no la aprueba, por lo que para poder heredar todo esto debo casarme contigo, una vez que tenga todo esto en mis manos ya no habrá necesidad de seguir fingiendo tener un matrimonio feliz y podremos divorciarnos tranquilamente — le digo sonriendo 

— Me parece una excelente idea señor Sánchez, al principio pensé que iba a ser complicado llegar a un acuerdo con usted, pero ahora pienso que hasta nos llevaríamos bastante bien fingiendo ante los demás — me dice también sonriendo 

— Está noche nuestros padres organizaron una cena para que nosotros nos conozcamos, así que comenzaremos con la actuación hoy mismo, fingiremos que ambos nos agradamos como pareja para que ellos se la crean y así hasta que llegue el momento del divorcio, será muy bueno todo esto, hasta podríamos terminar siendo muy buenos amigos — le digo con una sonrisa de felicidad, ya que ella no resultó ser un obstáculo 

Después de hablar un poco más, la invité a almorzar y así continuar hablando de lo que sería nuestro matrimonio, ya nos habíamos vuelto aliados, yo por mis padres y ella por los suyos, pero cada uno con un propósito en común.