Bruna es una mujer luchadora que enfrenta un dilema: invertir en su carrera sin descuidar a su hija Melissa, y vive el gran desafío de ser madre soltera.
Daniel Colatto, heredero de la mayor constructora del país, reacio a los niños y al matrimonio, ve su vida marcada al conocer a una persona que cambia sus convicciones y su destino...
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Capítulo 23
Daniel:
Leandra sale por la puerta y, movido por la curiosidad, tomo la mano de Bruna y vamos tras ella. Ella camina apresurada y pasa por todos los pasillos y cuando la vemos está en medio del comedor donde Roberto está tomando una taza de café. Ella le quita la taza de café de la mano y la pone sobre la mesa y simplemente lo agarra y le planta un beso.
— Pero, ¿qué está pasando, Leandra?
— Estoy cansada de esperarte, ya van 5 años, Roberto, que te espero, así que aconsejada por Daniel decidí tomar una actitud y di el primer paso, si sigues parado y no das el segundo paso me perderás para siempre.
Ella se da vuelta y nos mira y se va a su oficina, entonces él se vuelve hacia mí y me pregunta sin entender nada:
— Pero, ¿qué fue lo que hice?
— La pregunta más correcta sería qué fue lo que no hiciste, se ve a la legua que los dos se gustan y ninguno de los dos toma una actitud para estar juntos, deja de ser lento amigo mío y ve a ser feliz con la mujer que amas.
Le doy dos palmaditas en la espalda y vuelvo a mi oficina con Bruna.
— ¡Qué feo, Daniel Colatto! No sabía que eras chismoso.
— ¿Yo qué?
— Tenías que salir corriendo a ver qué iba a pasar, era un momento íntimo de los dos.
— Llevo 15 años conociendo a estos dos y llevan al menos cinco años enamorados y ninguno de los dos da un paso, no cuesta nada dar un empujoncito, ya era hora de que alguien tomara una actitud.
— Eres muy gracioso, Daniel, aconsejas a tus amigos que tomen una actitud mientras que tú mismo no la tomas.
— ¿Qué actitud debería tomar?
— En relación a nosotros dos, ¿qué tenemos?
— Amor, te pedí que vivieras conmigo, quiero poner mi nombre en el certificado de nacimiento de Mel, ¿qué más falta?
— Me pediste que me hiciera pasar por tu novia en el compromiso de Lara y luego dijiste que era real y solo eso, no sé qué soy, tu amante, tu concubina…
— Eres mi mujer en todos los sentidos, pero quieres una petición formal. Entonces prepárate mi amor, que esta noche tu reunión nocturna es conmigo, después de que le dé el beso de buenas noches a Melissa, vamos a tener una cena especial.
— ¿En serio, una cena romántica?
— Muy romántica, pero con una condición.
— ¿Qué condición, mi amor?
— Que nuestro postre sea igual al de anoche y que podamos dormir abrazados de nuevo en nuestra habitación.
— Ese es un postre que puedo disfrutar a voluntad sin miedo a engordar.
— Depende mi amor, Melissa ha estado hablando de tener hermanitos, si abusas demasiado de este delicioso postre podrías engordar mucho, al menos durante 9 meses.
Soy reprendido por una palmada en el brazo.
— No estoy preparada para tener otro hijo, al menos ahora tendremos más tiempo de relación.
— Ya estás pensando en la posibilidad.
— No sé cuál será nuestro futuro.
— Nuestro futuro seremos tú, yo, Mel en una hermosa casa y nuestros próximos hijos corriendo a nuestro alrededor.
— Vamos a trabajar que es mejor, estás hablando demasiado de hijos.
Me da un beso en los labios y se sienta en la punta de la mesa y empieza a tocar el portátil cuando alguien llama a la puerta y le pido que entre.
— Yuri, ¿pasó algo?
— Sí que pasó, necesito hablar contigo.
— Voy a tomar un café y los dejo hablar a solas.
Bruna se retira y le pido que se siente.
— Lo que me trae aquí es un asunto que no es agradable para mí, Lara y yo hemos terminado.
— ¿Qué? Pero si acabáis de comprometeros, ¿qué ha llevado a este final?
— Ella nunca me amó, Daniel, hice todo por ella, fueron casi dos años dedicando mi amor, mi intención de dar alegría y felicidad a una mujer que nunca me amó, solo me usó para intentar dar celos al verdadero amor de su vida.
— ¿De qué estás hablando?
— Lara solo me utilizó porque quería darte celos, me eligió por nuestras peleas del pasado y pensó que estando conmigo te darías cuenta de que la querías o no aceptarías perder contra mí, acabarías haciendo lo que ella quería, lo que no contaba era que en el camino encontrarías a tu gran amor.
— Lo siento mucho por ti, y para ser sincero, ella me conoce bien y si yo no hubiera conocido a Bruna, habría ido tras ella, sí, pero no por amor, solo para no perder contra ti, ahora que estoy con Bruna me he dado cuenta de que nunca amé a Lara, solo estaba acostumbrado a su compañía, no necesitaba esforzarme por conquistar a nadie, ella siempre estaba a mi lado y podía decir que tenía una compañera. Pero el amor verdadero es lo que siento por Bruna, nuestra relación es muy diferente a todo lo que viví con Lara.
— Me alegro por ti, pero hay algo más que tengo que decirte, solo descubrí la verdad porque la vi pidiéndole ayuda a Eduardo, quiere que él vuelva para intentar separarte de tu novia, no sé qué estará tramando pero ten cuidado porque va a hacer algo para separaros.
— Eduardo es mi amigo, no sé si sería capaz de engañarme.
— Pero, ¿será que el amor de hermanos es mayor que la amistad entre ustedes?, solo quería liberar mi conciencia de que sé que ella quiere intentar algo contra ti y no avisarte, y también me gustaría contratarte a ti y ahora a tu novia para remodelar mis hoteles, quiero darles un nuevo aire, quiero olvidarme de mi pasado y olvidar que un día me involucré con Lara, además de remodelar quiero hacer marketing porque tendré que anunciar el fin de mi relación y no quiero que eso manche la imagen de mi hotel y sobre todo desligar a Lara como mi asistente de marketing, tengo que encontrar a otra.
— Lo entiendo, Bruna y yo haremos proyectos para tus hoteles en relación al marketing, acabo de contratar a un excelente profesional y podemos incluir en el contrato además de hacer la parte arquitectónica de tus hoteles también trabajaremos con el marketing.
— Te lo agradezco, Daniel, solo espero que esa rencilla que teníamos en el pasado termine aquí, ya sabes que todo era porque siempre estuve enamorado de Lara y tú estabas con ella.
— Está todo bien, Yuri, eso queda en el pasado, ya no soy ese Daniel, Bruna y mi hija Melissa me han transformado en otro hombre, ahora tengo un corazón latiendo dentro de mi pecho y dos corazones latiendo fuera así que puedes darte cuenta de que tengo mucho amor.
Me despido de él y me quedo pensando cómo Lara fue capaz de hacer eso, jugar con los sentimientos de una persona, pero también tengo que estar atento en relación a Eduardo, voy a probarlo, quiero ver si será capaz de traicionarme, no es bueno confiar al 100% en la gente...