"Sansa" - Sobrevivir Siendo La Villana.

Nailah había sorprendido a todos diciendo aquello. El príncipe SenebKay se acercó más a ella y le pidió que hablara. La madre le indicó un lugar al lado de su hija, para que se siente.

SenebKay sin dudarlo se sentó, pasando un brazo por la cintura de Sansa, la levantó para que se siente en su regazo. Nailah solo sonrió ante ese gesto del príncipe, pero el visir quería reclamar aquel atrevimiento del príncipe, pero al ver la sonrisa de su amada esposa desistió. Decidió que era mejor sentarse cerca de ella y disfrutar de su compañía y del ambiente familiar que estaban teniendo en aquel momento.

Nailah suspiró, y procedió a contar todo lo que Akmman le había dicho mientras se ocupaba de torturarla.

- Esto pasó unos días antes de que usted me rescatara de ese lugar en donde estaba encerrada.

Recordando...

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Akmman entró molesta buscando a Nailah, quería desquitar si enojo con ella porque el nombre de su hija había sido enviado al palacio para entrar como concubina del faraón.

- ¿sabes lo que el imbécil de tu esposo hizo? Se negó a entregar a tu hija al faraón y se atrevió a enviar la información de Marwa, ¡mi hija! Me encargaré de desquitarme contigo hoy-, dijo molesta agarrando del cabello a Nailah y, llamando a dos sirvientes les ordenó que la sostengan mientras ella agarraba un látigo para darle unos golpes a Nailah.

Los gritos de dolor de la mujer se escuchaban en todo el lugar. Akmmam la golpeó hasta que su brazo se sintió cansada y haciendo una señal con la mano, le pidió a los sirvientes que se fueran, dejando a la pobre mujer tirada en el suelo.

Akmman se sentó y la miró riéndose;

- iré a ver a mi primo y haré que se fije en tu hija para hacer un intercambio. Ese hombre está loco, quizás lo consiga. Es capaz de todo, no dudó en matar a su padre cuando le dijo que no sería el heredero del imperio por sus malas acciones-, Akmmam se levantó, acercándose a Nailah le dio una patada y sonrió, volviendo a hablar;

- A veces me pregunto por qué las personas son tan estúpidas. Un ejemplo claro es mi primo y su debilidad por las mujeres. Si tan solo fuera el verdadero rey elegido, no me negaría a que mi hija sea su esposa, es más lucharía por hacer de ella su esposa principal-, Akmmam cambió de un rostro sonriente a uno de molesta mientras se quedaba pensativa antes de decir,

- sé muy bien que mi primo no es el verdadero heredero. El verdadero heredero es su hermano menor. Y lo más gracioso es que él creyó que era su hijo, y no sabía de su existencia, puesto que asesinó a todos sus hermanos cuando subió al trono. Lo que no sabía en ese entonces es que su padre tuvo un hijo, un hijo con la concubina de su propio hijo y a quién pretendía reconocer como príncipe heredero. Para su suerte, cuando la concubina murió yo estaba con ella, y me entregó una carta y un testamento que el anterior faraón se la había entregado para que cuando Senebkay tenga edad suficiente, pueda reclamar su lugar como verdadero heredero del imperio-, Akmmam suspiró y se giró para mirar a Nailah para decirle;

- negocié con él la carta, pero el testamento aún está en mis manos y mi primo no sabe de su existencia. Si las cosas van mal para mí en algún momento, es mi seguro de vida y de riquezas-, dijo eso volviendo a sonreír y agarrar del cabello a Nailah.

Akmmam la golpeó hasta dejarla inconsciente. Y antes de salir de aquel lugar, le ordenó a los sirvientes que no la ayuden a sanar las heridas. Por los golpes que había recibido, sufriría sin atenciones hasta su próxima visita.

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- Akmmam nunca me perdonó el hecho de que yo haya sido la elegida por ti. Por eso me mantuvo viva, para hacerme sufrir y para asegurar que tú hagas lo que ella desee; dijo Nailah mientras tocaba las manos de su marido.

- No estoy segura, pero la muerte de algunos de tus hijos quizás está relacionada con ella y el faraón, quién quería la carta que su padre había dejado-, terminó de hablar Nailah finalmente

Todos se quedaron estupefactos ante aquella revelación, Senebkay en realidad era el hermano menor del faraón.

- eso explicaría los intentos de asesinato en mi contra desde hace unos años atrás-, murmuró Senebkay.

- y la razón por la que no quiere que tengas descendencia-, agregó el visir.

- entonces, ella tiene la prueba de que el verdadero heredero es Senebkay. Necesitamos conseguir eso lo antes posible. Nada nos asegura que por su situación actual, no la utilice para obtener un favor del faraón y más ahora que su hija está en el harén-, mencionó Sansa aquello con ansiedad.

- si ve que su hija no logra el favor del rey, lo hará-, dijo el visir.

Estuvieron hablando por bastante tiempo, hasta que la noche llegó y fueron guiados por las siervas a las habitaciones que estarían ocupando, ya que decidieron que se quedarían unos días en aquel lugar.

Ya cuando Senebkay y Sansa estuvieron solos en la habitación que se les había asignado, ella le preguntó sobre lo que pensaba hacer a continuación.

- si todo lo que tu madre dijo es verdad, lo más lógico es probar que soy el verdadero heredero de mi padre, el anterior faraón. Eso servirá para que el actual rey sea juzgado por ser un usurpador y también por todos los crímenes realizados durante este tiempo-, menciona el príncipe sentándose en la cama.

- entre revelarse y tomar el palacio por la fuerza, y hacerlo por legitimidad, la segunda opción es siempre la mejor. No habría necesidad de que vidas inocentes se pierdan durante una batalla-, habló Sansa ayudando a su esposo a quitarse la ropa para descansar mejor.

- no nos preocupemos por eso ahora, es mejor descansar. Ha sido un día largo. Ven aquí -, dijo Senebkay acostándose y haciendo que ella se acueste también para abrazarla.