Alina se encuentra en una situación desesperada.
No solo perdió a su esposo debido a algún malentendido que incluso si ella lo quiere aclarar solo lo oscurece más, sino que sus amigos y madre le dan la espalda.
Con un niño en brazos y otro en el vientre, Alina debe enfrentar un sinnúmero de situaciones que harán su vida difícil.
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Ya nació tu hija
— ¿Aún no has pensado un nombre para la niña? Pronto nacerá y no la podemos seguir llamando bebé — comentó Scarlett mientras tocaba mi vientre.
El ambiente dentro de la casa de moda era agradable en estos días luego de que el desfile fuera todo un éxito. Habíamos conseguido recaudar mucho dinero, el cual fue destinado para la fundación que habíamos establecido en conjunto.
La vida parecía sonreírnos, solo esperaba que estos momentos no fueran efímeros y duren mucho tiempo.
Incluso Andresito se había mostrado más animado en los últimos días que casi me había olvidado de que estaba enfermo.
— No me he decidido aún, he buscado en internet algunos, pero ninguno me convence lo suficiente.
Scarlett sonrió mientras me entregaba una hoja llena de un sinnúmero de nombres.
— Las chicas han estado pensando mucho en el nombre de tu hija, creo que están más emocionadas que cualquiera con el nacimiento de la bebé e hicieron una lista con los nombres que más les gustaron.
Leí la lista de nombres con emociones encontradas.
— Valentina, Alexa, Mónica, Monserrat, Clarisa, Valeria…
— En lo personal me gustó Victoria y Ayxa — me interrumpió Scarlett.
Torcí los labios sintiéndome insegura.
— Cielos, todos los nombres suenan hermosos, sin embargo, no puedo decidirme por ninguno, creo que darle un nombre a un niño es una gran responsabilidad — dije con preocupación — Mira que es el nombre que lo va a acompañar toda su vida.
— Creo que estás pensando demasiado — comentó Scarlett risueña — No creo que la niña odie… ah, no espera, uno de mis gemelos siempre me ha dicho que odia su nombre. Así que, es mejor que decidas bien Alina.
— Ya ves, este es un asunto serio y trata sobre cómo las personas percibirán en el futuro a mi hija, si le pongo un nombre demasiado suave la gente la tomará por tonta, si le pongo un nombre demasiado antiguo, las personas se burlarán de ella y si le pongo un nombre demasiado común mi hija lo odiará.
Bueno, sabía que estaba siendo melodramática, pero no podía detenerme.
— Ustedes están siendo ridículas, solo dejen que la niña decida — comentó Nohemí mientras entraba a la oficina — Aquí traje algunos nuevos diseños, esta vez quiero hacer algo de ropa para mujeres embarazadas y de grandes curvas. Miren si hay algo en lo que debo mejorar.
Acepté los diseños mientras la miraba con curiosidad.
— ¿Y cómo se supone que ella va a elegir? ¿No es como si le pudiera preguntar? — cuestioné de manera irónica.
Scarlett se puso de acuerdo al escuchar mis palabras.
— Fácil, solo mira su reacción cuando la llames por uno de los nombres, si te da una patada es porque le gusta, si no lo hace es porque no le gusta.
Nohemí tenía unas ideas tan locas, ahora podía entender por qué había optado por el diseño. Una mente como la de ella sin duda alguna era todo un misterio.
— Nunca creí que hubiera una manera tan casual de elegir un nombre, pero me gusta — comenté.
— Yo también estoy de acuerdo, es más, traeré mi celular para grabar este maravilloso momento en el que la bebé decide su nombre.
Solté una carcajada ante el entusiasmo de Scarlett mientras subía mi blusa y dejaba mi vientre al descubierto.
— Bueno, voy a empezar a nombrar algunos nombres, si alguno te gusta me das una patada, bebé. Solo si te gustan — aclaré mientras tocaba mi vientre.
Andresito que había estado jugando con sus carros, dejó de lado sus juguetes y también me tocó el vientre con sus manitas.
— Bebé, mami, bebé — balbuceo mientras besaba mi vientre.
— Sí, mi cielito, vamos a elegir un nombre para la bebé.
Ante mis palabras, él aplaudió como si entendiera lo que íbamos a hacer.
— Bueno, puedes empezar desde ahora — dijo Scarlett mientras sostenía su celular.
— ¿Bianca?
La bebé no hizo ningún movimiento.
— ¿Sofía?
Mi vientre siguió tranquilo.
— ¿Valentina?
Luego de que recite una docena de nombres más, mi vientre siguió estando tranquilo.
Justo cuando pensé que el experimento no había dado resultado, la niña pateó mi vientre.
Repetí rápidamente el último nombre que había recitado para comprobar si ese le había gustado y obtuve el mismo resultado. Para estar segura recité otros nombres, sin embargo, mi vientre se mantuvo tranquilo, solo cuando recitaba “Milena” empezaba a moverse como si estuviera bailando dentro de mi vientre.
— ¿Lena? — cuestionó Andresito haciendo que sonriera.
— Sí, bebé. Tu hermanita se llama Milena. Si grabaste esto — le pregunté a Scarlett — Que conste que ella fue la que aceptó este nombre.
Nohemí y Scarlett sonrieron.
— No te preocupes. Todo está documentado. Pero, Alina. No creo que odie el nombre, ya que Milena tiene un hermoso significado. Creo que es perfecto para ella y lo que ella significa en tu vida. Milena significa “amada” aunque también significa “señora resplandeciente de luz” por lo que juzgo que esta pequeña princesa, será muy amada y traerá mucha luz a tu vida, Alina.
Sonreí ante su explicación mientras tocaba mi vientre con cariño.
Mi Milena, mi dulce niña.
***
Luego de tantos días agitados, pude por fin encontrar una casa para mí y mis pequeños. Ciertamente, me sentí un poco reacia a abandonar el pequeño cuarto que había alquilado, pero debía hacerlo.
El nuevo lugar en donde íbamos a vivir mis hijos y yo, no era tan lujoso como la mansión de los Hidalgos, ni tan grande como muchos otros lugares que en el pasado había visitado, debido a que lo único que quería era encontrar una casa acogedora y cálida para mis hijos y para mí. Lo suficientemente grande para nosotros tres.
Y estaba satisfecha con el resultado.
Al final, terminé comprando una pequeña casa en una ciudadela de prestigio, que quedaba cerca de la casa de moda, así como del consultorio de mi hijo.
Sin embargo, solo me mudé cuando la empresa de mudanza se había encargado de dejar todo instalado.
— Nuestro hogar es precioso — dije mientras recorría cada una de las habitaciones de la mano de mi hijo — ¿Te gusta?
Andresito asintió al escuchar mi pregunta mientras correteaba con su carrito rojo.
— Espero que en este lugar tengamos muchos buenos recuerdos, tú, Milena y yo.
Justo cuando dije aquello sentí que algo se me había roto. Cuando noté la parte inferior de mi cuerpo mojada supe que la bebé iba a nacer. Por lo que rápidamente llamé a Scarlett para que me ayude.
Traté de mantener la calma mientras la esperaba y soportaba los dolores de parto.
— Inhala y exhala.
Dios, hablar era una tortura, por lo que decidí no hacerlo mientras esperaba la llegada de Scarlett. Y trataba de no poner nervioso a Andresito.
Por suerte, no tuve que esperar demasiado tiempo. Ella pronto llegó junto con Sara y Clementine.
— Tranquila, Alina. Ya llamamos a tu doctora para que tenga todo listo.
— Respira, respira.
Ignoré sus palabras mientras señalaba a Andresito.
— Por favor, cuídenlo, cuiden a mi hijo.
Luego de que dijera aquello, todo se tornó borroso para mí, debido al dolor. Me sentí como si estuviera flotando. Por lo que solo pude recuperar la conciencia cuando llegué a la clínica y la doctora revisaba mi estado.
Cielos, el dolor era tan fuerte que parecía que mi estómago iba a explotar.
— ¿Normal o Cesárea?
— La paciente específico que su parto será normal — explicó una enfermera.
— ¿Cuántos centímetros es su dilatación?
— Diez centímetros, doctora.
— Okey, alisten todo para la llegada del bebé — ordenó la doctora para luego mirarme — Pequeña belleza, esto va a hacer doloroso. Respira hondo y puja con todas tus fuerzas — luego miró hacia Scarlett que se encontraba a un lado y la llamó — Señora, sujeté la mano de su hija para que no tenga miedo, es mejor para ella si tiene a alguien que la anime.
Scarlett asintió mientras tomaba mi mano. Y me daba el ánimo y apoyo que se supone que mi madre me debió dar.
— Sé fuerte, Alina. Yo estoy aquí, así que no tengas miedo — susurró.
No tuve la energía suficiente para responder debido al dolor.
Así que solo puje y puje cuando la doctora lo ordenó.
Casi había olvidado lo doloroso que era esto.
No sé cuánto tiempo tomó el parto, lo único que sí es que solo cuando escuché el llanto de mi bebé pude sentirme tranquila.
Era como si el peso de toda una vida se hubiera retirado de mis hombros.
— Ya nació tu hija — susurró Scarlett haciendo que quisiera llorar.
Mi hija.
Mi Milena.
Ella significaba mucho para mí, era el comienzo de mi nueva vida.
Hola, pequeña reina, gracias por leer, no te olvides de dejar un like o comentario, con amor, Erica.
pero cuando eso se rompe ya es imposible confiar.