El Omega Alfa

Yun miro fijamente los ojos grises frente a él, allí estaba el hombre que en solo unos meses desestabilizó toda la vida que había construido con tanto esfuerzo, lo hizo dejar de su hogar, su trabajo y su vida, pero aún así estaba feliz de verlo. .

-Presidente… aun no me ha respondido porque está aquí – el omega dio unos pasos hacia atrás para distanciarse de Jean y aguantó su semblante.

El Alfa no supo que hacer, lo que tanto anhelo estaba frente a él, pero pareciera que la distancia entre ambos había aumentado en estos meses, Yun frunció el ceño cuando se percató de la apariencia de Jean, se veía más delgado y el tono oscuro. Bajo sus ojos demostraba la falta de sueño, su suave piel había perdido el brillo que recordaba.

El omega no pudo evitar sentirse confundido\, la persona frente a él parecía incluso estar sufriendo\, pero eso era imposible\, -*** Porque el Presidente estaría sufriendo por mi renuncia\, estoy siendo demasiado estúpido ***- pensó Yun.

-Secretario Yun… por favor….– Jean intento hablar, pero el omega se lo impidió.

-Ya no soy su Secretario Joven Presidente Thomas, entre usted y yo no hay nada pendiente, le ruego que me diga a que ha venido – la mirada del omega no demostró ninguna emoción, Jean sintió que el suelo a sus pies se abría y caía por un precipicio sin fin, el frío recorrió su cuerpo comenzando a temblar.-*** Acaso esa noche no significo nada para el ***- se preguntó desconcertado el Alfa.

-Yo…yo….– Jean se sentía estúpido, sabía que estaría nervioso, pero sencillamente las palabras no salían de su boca.

-En vista que el Joven Presidente no tiene nada que decirme, me retiro.– Yun avanzo hacia la puerta para salir del despacho, el Alfa lo vio alejarse y entrar en pánico, al momento que Yun paso por su lado, el brazo de Jean se levantó de manera automática sujetando al omega – por favor….Vuelva… regresa conmigo Secretario Yun….Hare lo que sea…- la mirada de Jean estaba fija en el suelo, su cabeza levemente agachada escondía sus ojos grises la gran mano estaba tan fría como hielo, el omega se estremeció al sentir el tacto del Presidente, pero retire la mano con fuerza al darse cuenta de que Jean podría notar su pulso agitado.

-¿Porque debería regresar a trabajar con usted?– Yun sintió el dolor en su pecho con cada palabra, hubiera sido feliz incluso al verlo de lejos por un momento cada día, pero ya había cruzado la línea acostándose con él esa noche en el hotel, pese a que tenían un acuerdo, Yun no Soportaba la idea de que el interés del Alfa sea solo para superar su condición, lo necesitaba solo por eso.

-Le pagaré….– las palabras salieron de la boca del alfa antes de siquiera darse cuenta.

-¿Como dice?– Yun estaba evidentemente molesto, nada le impedía darle un golpe en el rostro.

-Si me ayuda le daré el monto que usted me pida….Secretario Yun usted ya conoce mi condición y como pudo notar es el único que puede ayudarme….Seis meses….Solo seis meses y luego de eso no me volverá a ver en su vida – Jean se maldijo así mismo por ser un cobarde, había planeado confesarle sus sentimientos al omega, pero Yun no parecía sentir nada por él, esa fue la única manera que encontró para ganar tiempo mientras ideaba otro plan.

El aroma dulce de Yun en ese momento era tenue como una brisa de primavera, solo ese aroma lograba calmar a Jean, la ansiedad que había sentido esos meses se había disipado solo con tener cerca al omega, no se podía permitir perderlo nuevamente.

-Y si me niego – pregunto Yun con un tono de decepción, ya se imaginaba la razón del porque el Presidente había insistido tanto en buscarlo, pero escucharlo de su propia boca era aún más doloroso, pero debía reconocer que no era un mal trato, Solo seis meses bastarían para no volver a verlo y podría recuperar su vida.

-Seguiré persiguiéndolo hasta que acepte.– esta fue la última carta desesperada que tenia el Alfa.

Yun solto un suspiro en señal de resignación – Bien… lo ayudare… - Jean levanto la cabeza y sus ojos brillaron cálidamente, se sintió tan feliz que su primer impulso fue abrazar al omega, pero lo reprimió por miedo a alejarlo nuevamente.

-Bien… entonces empaquetamos sus cosas y nos iremos de inm….–

-Espera….– lo interrumpió el omega – yo acepto ayudarle, pero en ningún momento dije que renunciaría a mi empleo.– la cara del alfa palideció, no entendía a que se refería el omega.

-No comprendo Secretario Yun usted acepta volver conmigo a la empresa – dijo Jean confundido.

-Se equivoca Joven Presidente, yo acepto ayudarle nuevamente en su tratamiento, pero en ningún momento acepto volver a su empresa.Le daré mi dirección electrónica para que me envíe los detalles y las fechas que tenga que ir al Hospital donde el Dr. Michell, pero no volverá a ser su Secretario Personal, seguiré trabajando para el Director Teuber.– el tono del omega era tajante, dentro de su desesperación Jean creía que al aceptar ayudarlo con su tratamiento podría tener a Yun cerca todos los días, pero el panorama actual era desolador, había regresado al principio… no tenia nada.

-Además… - agrego Yun – debemos dejar las cosas muy claras antes de retomar nuestro acuerdo, usted me avisará con anticipación las citas con el hospital, solo nos encontraremos cuando sea estrictamente necesario, no se aparecerá en mi lugar de trabajar sin avisar y no puede interferir en mi trabajo de ninguna manera, si rompe alguna de estas reglas, nuestro acuerdo se acaba y usted deberá cumplir su promesa de dejarme tranquilo aunque no se hayan cumplido los seis meses y si en ese tiempo no logra ningún avance, me dejará ir. de igual manera.– Yun estaba a punto de perder la calma, era evidente que las feromonas del Presidente estaban descontroladas, pasaban de la furia a la emoción y la pena solo en segundo, se maldijo así mismo por ser débil ante el aroma a granos de café,

-Bien… acepto sus condiciones – era claro que Jean no estaba de acuerdo con esas reglas, pero podría tener cerca al omega nuevamente, eso le daba tiempo para idear algún plan para mantener con él para siempre.

El omega se sorprendió ante la respuesta, esperaba ansiosamente la negativa del Alfa, pero todo había mejor de lo que pensaba.

Ambos hombres salieron del despacho y retornaron al comedor principal, Mika había regresado a su habitación, solo el Director Teuber permanecía sentado en la cabecera con una copa de vino tinto en su mano y un periódico en la otra.

-Veo que les tomo mas tiempo del esperado – hablaba el viejo alfa mientras levantaba una ceja y miraba por encima de sus anteojos.

-Me disculpo por las molestias Sr. Director.– el omega hizo una pequeña reverencia mientras miraba de reojo a Jean.

-Le agradezco su tiempo Director Teuber, creo que es hora de retirarme.– habla Jean.

-Es una lástima, me temo que nuestra cena se pospondrá – el tono del viejo alfa era sarcástico, lo cual desconcertó a Yun pero no al Alfa.

-Me disculpo nuevamente.– repitió el Alfa.– Bien ahora me retiro, con su permiso.– el Alfa se encamino a la salida con resignación.

-Mi Secretario se comunicará con usted para agendar una reunión y ver los detalles de nuestro contrato.– hablo el viejo alfa, quien estaba demasiado feliz, aunque Yun había monopolizado la atención del invitado por completo.

-Estaré esperando su llamada para detallar los acuerdos de nuestro negocio.– respondió Jean mientras caminaba por el largo pasillo.

-*** ¿Negocios?***- pensó el omega\, sabía perfectamente que el joven Presidente no tenía intención de involucrarse con el Director Teuber debido a su fama de mafioso\, esa era una de las razones porque había elegido este empleo\, pensó que nunca se cruzarían\, pero ahora No solo acepto ayudarte nuevamente\, sino que tendría que verlo en las cenas que preparaba a menudo su jefe para sus socios y amigos.

Yun se disculpó nuevamente con el Director Teuber y le comentario el acuerdo con el Joven Presidente Thomas, la información pareció no sorprender al hombre quien aceptó de buena gana que el omega asista a las citas del Hospital con regularidad.

Al día siguiente Yun subió las escaleras como de costumbre para llevar a Mika a la Universidad, eran cerca de las 10 de la mañana, el omega estaba cansado, no logro dormir en toda la noche, apenas cerraba los ojos el recuerdo de las palabras del El presidente venía a su cabeza.***- por favor ….Vuelva… regresa conmigo Secretario Yun….Hare lo que sea …-*** Yun sacudió su cabeza para eliminar el recuerdo y golpeo suavemente la puerta del cuarto de Mika.

-Adelante – se escucho desde el interior.

-Es hora de irnos o llegaremos tarde – hablo Yun mientras veía al pequeño omega recorrer una mochila y guardar algunos libros.

-Buenos días, Yun – sonrío Mika, no habían hablado desde anoche, Yun había intentado huir del gran comedor, pero fue interceptado, mientras era llevado por Presidente al despacho de la mansión, Mika fue arrastrado por su padre y sentado en la gran mesa. , luego de eso lo enviaron a su cuarto.

-Buenos días, Mika, debemos salir ya – reitero el omega con rostro impasible.

-Lo se… lo sé – refunfuño Mika avanzando hacia la puerta, al llegar junto a Yun lo miro y pregunto.– ¿te encuentras bien?– Yun se sorprendió ante la pregunta, esperaba que Mika no mencionara el tema, ya que no sabía como explicar la situación, pero no tuvo suerte.

-Estoy bien no hay de que preocuparse – lo calmo el omega simulando una sonrisa.

-Esta bien no te forzare a contarme – respondió el pequeño omega encogiéndose de hombros - además eres igual a mi y se ve que los Alfas igual son un dolor de cabeza para ti, no es así Yun?– hablo Mika, pero restándole importancia siguió caminando por el pasillo.

Yun quedo helado ante la insinuación del pequeño omega, esperaba haber entendido mal.

Continuara….