Mi Ex Esposa Será Mi Reina.

Cecilia creyó tener a la familia real de su lado, sobre todo a la princesa viuda.

Hilda vió desde un corredor oculto por enredaderas, como Cecilia Moldren era sacada del palacio de River Green, como una delincuente, la chica a la que ella le tuvo una fé ciega y un cariño inmenso, fue sepultada por una completa extraña, que solo le importaba pertenecer a la realeza a como diera lugar, haciendo cosas tan bajas como embarazarse de quién sabe que cristiano para hacerle creer a Alejandro que era suyo.

De no ser por lady Sara y su hija Lorie, Hilda jamás hubiera abierto los ojos con respecto a Cecilia.

..."La vimos salir de la casa de Lord Brightman, bastante acalorada y sostenía un libro, pero Cecilia se estaba escondiendo, porque Lorie la saludó y ella emprendió la huída hacia un taxi de mal aspecto que había en la calle, luego la vimos en la plaza y Lorie le dijo que la había visto, ella lo negó rotundamente haciéndole creer a Lorie que la había confundido"....

Hilda la había estado siguiendo, Cecilia no se ocupaba de su hijo, Dora Moldren o ella se encargaban de cuidarlo, el niño parecía más hijo de las abuelas que de la misma Cecilia, lo que descubrió, es que Cecilia siempre iba a la misma dirección, a escondidas, vestida lo más simple posible, esperaba justo el crepúsculo y caminaba unas calles para entrar a la casa Brightman.

"¿Que hace Cecilia Moldren en casa de Lord Brightman?", Hilda se hizo esa misma pregunta.

Temía la respuesta.

Alejandro había estado ocupado con asuntos del reino, tenía un problema serio con la llegada de migrantes a la frontera con países bajos, causaban problemas, porque no tenían documentos legales y venían en tren lo cual hacía mucho muy difícil su detención, Tulip Kingdom no quería meterse en problemas de migración, eran probablemente irlandeses y los ingleses le estaban pisando los talones. Viajó hasta Andorra para investigar una posible empresa que pertenecía a Lord Brightman, en Tulip Kingdom estaba prohibido tener negocios en otro país para evadir impuestos, todo el dinero que se generaba en el país, se quedaba invertido en el país, por eso es que tenían arcas llenas.

Estaba estresado, cansado y tenía cuarenta de temperatura, pero antes de llegar a River Green, pasó a supervisar el avance del palacio de Montwhite, en donde Melanie y su hija vivirían después de la coronación.

__Ya está listo majestad, quedó tal cual lo pidió.__Le dijo uno de los encargados.

__¿Que hay de la cerca?, la princesa es muy pequeña y me preocupa que en un descuido caiga al estanque.__Dijo mientras caminaba alrededor de un enorme estanque lleno de peces japoneses, regalo de Hilda.

__Su alteza dijo que no lo quería, que dañaba la estética del palacio.

Melanie si que tenía buen gusto.

El palacio de Montwhite era hermoso, casi o mejor que el de River Green, todo blanco, con cúpulas verdes y enormes jardines de tulipanes, un huerto con árboles frutales y la atracción principal, un hermoso quiosco estilo árabe, adornado con pequeñas líneas de jade.

Alejandro tenía muchas ganas de ver a su hija, Melanie no le daba tiempo con ella, excusándose con el estricto horario de la pequeña para dormir o para bañarse o cualquier cosa que se le ocurría con tal de no dejar que ellos dos estuvieran demasiado tiempo juntos.

Había visto ya a su hijo , el pobre niño estaba triste por qué su madre no había estado con el en todo el día.

__¿Dónde estás cuando no te ocupas de tu hijo?, no me importa lo que hagas con tu vida o con tus bragas, pero mínimo has bien tu trabajo como madre.__Le habló al teléfono, Cecilia Moldren no respondió, o más bien fue que Alejandro no dejó que hablara, colgó la llamada antes que ella pudiera articular palabra.

Llegó al palacio de Greendellville.

Ya era tarde y la cabeza lo estaba matando, pero no se iría a descansar hasta ver a su pequeña.

Entró y subió hasta la habitacion de Melanie.

Vió a su niña jugar con un tablero de ajedrez.

__Es un sueño.__Susurró.

__Es una pesadilla.__Respondió Melanie, detrás de el.__Aunque debo admitir que es asombroso, tiene casi cuatro años y sabe exactamente dónde poner cada cosa...

Alejandro le sonrió, para después caer desvanecido a sus pies.

Más tarde, se despertó en la oscuridad, estaba aturdido y desorientado__¿Melanie?__Murmuró.

Ella se levantó del sofá, prendió la lámpara y se acercó.__¿Que sucede, te duele algo?.__Dijo poniendo sus dedos en la frente de Alejandro.

__Todo bien, pero ¿dónde estoy y que me pasó?.

__Mmm, estás en mi habitación y te desmayaste, tenías fiebre de cuarenta grados, así que hice la buena obra del día.

El sonrió, débil.

__Soy un despojo, viejo y enfermo.

__¡Sagrado señor!, apenas tienes treinta y algo, todavía te falta mucho para ser un despojo, ya estás diciendo tonterías, voy por agua , no te levantes por qué en verdad pesas como una vaca y juro que si te caes , te dejaré en el piso.

Melanie salió en busca de agua y de aire, su corazón estaba a punto de salir por su boca y dejarla en evidencia, ella simplemente moría de angustia por ese miserable que estaba acostado en su cama.

Llamó a Hilda y a la reina para asegurar que Alejandro estaba con ella y que ya estaba mejor.

Fue a espiar que Ginebra estuviera en su cama ya dormida, revisó que las ventanas estuvieran bien cerradas, apagó la luz y se fue de nuevo con su peor pesadilla. Estaba sentado en la orilla de la cama.

__Debes estar muy cansada, duérmete , yo no iré a ningún lado.__Dijo Alejandro.

__Tal vez no quiero dormir contigo aquí.

Le dolió, esas palabras fueron de acero caliente en su corazón, pero se la merecía.

__¿Qué?__Repuso Melanie con un tono amargo.

__Es solo que...__La miró confundido y avergonzado a la vez__Es...es que , diría muchas cosas, solo que ¡no puedo!.__Soltó un gemido angustiante.

__Por favor Alejandro, no reprimas tus pensamientos, ya nada de lo que digas me va a lastimar o a sacudir al menos, habla.

Sabía que la temperatura lo estaba orillando a decir incoherencias, mañana no se acordaría de absolutamente nada.

Alejandro dejó caer sus brazos a los costados, agachó la cabeza y algunas lágrimas comenzaron a salir. Melanie sabía que probablemente se iba a arrepentir de consolarlo.

__No, Alejandro__Le dijo mientras se acercaba a la cama y trataba de hacer que se recostara o terminaría por lastimarse la espalda.

Cuando la tuvo tan cerca , Alejandro cerró sus brazos alrededor de su cuello y estampó su boca en la de ella, no era deseo , era una necesidad absoluta que era alentada por la fiebre y el dolor.

Ella lo rechazó, luchó por deshacerse de él, lo apartó con suavidad.__No su majestad, está muy enfermo ahora, debe descansar.

La miró suplicante.__Lo, s, si, siento Melanie, por favor, por, por, por favor... perdóname.

Dijo tartamudeando y ahogando la voz, definitivamente Melanie Humpring no estaba preparada para eso, simplemente se había hecho a la idea que Alejandro era un gran bloque de hielo que no le importaba nada más que su propio bien.

El la volvió a atrapar, esta vez fue más fácil, ella estaba muy distraída, la apretó con fuerza pero no desmedida, las lágrimas seguían saliendo y sollozando abrazó su cintura pequeña, apretándose en ella.

Fue derrotada, era una tonta , una estúpida por ceder a sus labios, pero...tenía mucho sin ser tocada más que por el polvo y el viento__¡¡No, por favor, no me apartes!!__Le suplicó Alejandro.

Suspiró profundamente, dejó caer su cuerpo encima de Alejandro, se maldijo tantas veces en esos escasos segundos, tenía miedo de admitir que ese cretino todavía le movía el piso y las neuronas.

__Estoy en problemas, en grandes problemas.__Se dijo, mientras se recostaba a un lado del rey de Tulip Kingdom.

__Lo siento, yo te quiero, yo no quería...bueno nunca quise en realidad, no me acuerdo de nada de lo que pasó esa noche.

Alejandro comenzó a balbucear. Sacudía la cabeza mientras las lágrimas no cesaban.

__Tienes muy mal aspecto, voy a llamar al médico.

El acarició sus mejillas__Me siento más culpable que nunca, si pudiera regresar el tiempo y comenzar de nuevo, fue un crimen lo que hice contigo, no lo merecías y aún así estás aquí...conmigo.

__Que extraño, probablemente mañana no vas a recordar nada de esto, pero en verdad necesitaba tus estúpidas disculpas, fueron mis fantasías por años, se siente bien el saber que muy en el fondo de tu ser, te arrepientes.

El inclinó su cabeza a su lado, tomó su mano y la puso en su pecho hirviendo.__Melanie Humpring, de verdad no voy a poder vivir sin ti después de esto.

Y volvió a poner sus labios calientes en ella, rogando a un buen Dios que se llevara los malos recuerdos de su memoria para hacer espacio a todas las "fantasías" que quería cumplir a la hermosa mujer que era madre de su hija y que sería su reina.