La Ceo Del Diablo

Narrador:

Estaban todas las mujeres rodeando a Sabrina, mientras la maquillaban y peinaban, ella estaba volviéndose loca por ver tantas manos sobre ella, estaba a punto de estallar, hasta que la organizadora le llevo algo de paz —todo está listo —Sabrina le sonreía

—No hay ningún error

—Ninguno, ya revise y analice todo más de 20 veces, todo saldrá perfecto, como tú lo ordenaste.

—La seguridad

—Estan todos en sus lugares, los necesarios a la vista, y el resto ocultos, las cámaras de seguridad están funcionado la 100 %, Alexander se está encargando de eso ahora, el banquete ya llegó y están acomodando la mesa de bocadillos, los fotógrafos ya están abajo también, la música ya está —miraba su tablet mientras hablaba —Mmmh, haber me falta por decirte, a si, ya está listo el jardín, la sillas, el lugar donde estarán tu y tu prometido, adornado como lo pediste, del otro lado está casi todo listo, las mesas, todo, las luces, flores todo está quedando como pediste

—Gracias Celina, eres la mejor asistente, y organizadora de bodas

—Al menos podré dedicarme a otra cosa, si me corres

—Jamas dejaría que te fueras, jamás encontraría a alguien tan eficiente como tú, y discreta.

—Hablando de discreción, los padrinos y damas andan rondando por todo el lugar y me volverán loca, el novio está en una habitación allá abajo

—Okey, ve tomate un shot de tequila, y mándame a mis damas —ella salía asintiendo, la verdad Sabrina quería a Celia como su dama también, pero ella dijo que era suficiente con el cargo de organizadora, unas dos horas después, Monse y Ame ya la ayudaban a ponerse el vestido

—Estas nerviosa cuñada

—Como jamás en mi vida lo he estado.

—Ten, y ahora sí estás lista —Sabrina se miraba en su espejo de cuerpo completo, sonreía —toda una reina

—Aun sigo pensando que el que ví, te haría ver como reina.

—Era ostentoso, y saben que no me gusta.

—Pero es verdad no sé puede negar, estás hecha toda una diosa, mi hermano se enamorara más de ti —tocaron a la puerta y Monse abrió, dejando ver al padre de Sabrina, con su traje gris a la medida, sonrió al ver a su hija.

—Estas bellísima hija.

—Gracias papá, tu también estás muy guapo.

—Bueno los vemos allá abajo —Salian las dos, dejándolos solos, tocaban nuevamente la puerta, y al abrirla, estaba parado Isidro, los ojos de sorpresa de Sabrina se podían notar

—Hola, estás hermosa, solo vine a decirte algo.

—Tienes 1 minuto, me esperan abajo.

—Vengo a pedirte perdón por si alguna vez te dañe, te dije algo malo, o la cague, me di cuenta que a veces llegamos a la vida de la gente en la vida equivocada, te deseo lo mejor Sabrina, y que seas feliz —se dió media vuelta sin esperar respuesta de Sabrina

—Okey, no esperaba eso

—Creo que nadie hija, pero te tengo una sorpresa, antes de bajar.

—A si, que es —un hombre mayor, parecido a su padre estaba con un traje azul de pie frente a la puerta de la habitación, Sabrina no logro evitar sentir alergia por verlo. —tio Lionel —se abrazaron

—Hola mi niña, mírate estás bellísima, igual a ti madre.

—No puedo creer que estás aquí

—Ni en mil vidas me perdería el día más importante de tu vida princesa, jamás me perdonaría el no estar aquí

—Sabes me alegra tenerte aquí, mis abuelos estarán felices de verlos juntos

—Si, sobre eso, vine con mi mujer y mi hijastro —aparecia una mujer pelinegra, cuerpo envidiable, para su edad, con un vestido rojo corte corazón, de tras de ella aprecia un hombre cabello negro, ojos grises, cuerpo fornido, vista imponente, y sonrisa perfecta, la mirada de él recorría a Sabrían, algo que la hizo sentir nerviosa, no incómoda, ella se mordió el labio inferior, y después de segundos ambos se miraban a los ojos —ella es Estela mi mujer, y el Thiago mi hijo —Estela se acercaba a Sabrina y su padre

—Un gusto, tu debes ser Leonardo y tu Sabrina

—Si, a si es —hablo el padre de Sabrina, ya que ella parecía perdida en sus pensamientos

—Un placer Sabrina, eres más hermosa de lo que Lionel decía

—Ah... A si, un gusto conocerlos —dijo ella desviando la mirada hacia su tío —me alegra ver que estás feliz tío, y que est...

—No quiero interrumpir, pero dan inicio en 5 minutos, y el novio está impaciente —dijo Celina al llegar corriendo.

—Los vemos allá, vamos hija —Sabrina tomo el brazo de su padre para bajar con él, pensaba en su prometido, en lo poco que debe estar al no verla llegar y sonrió para ella —estas bien hija

—Si papá, son los nervios supongo, vamos antes de que le dé algo a mi prometido, no quiero ser viuda antes de tiempo —ambos rieron, y en poco menos de dos minutos estaban en el inicio del camino de piedras, decorado con flores blancas, frente a ella estaba un arco con rosas blancas y rosas, algunos globos del mismo color, estaba un estrado y detrás estaba un sacerdote, y a su lado estaba Salvatore jugando con sus manos por los nervios, al levantar su vista se encontró con su prometida quien le dedicaba una sonrisa, el sonrió y todo nervio desapareció, al llegar el la tomo de la mano, y la ayudo acomodarse a su lado, el padre dió inicio a la ceremonia, y todo iba tan bien, hasta que Sabrina empezó a sentir una mirada sobre ella, miro sobre su hombro y se topo con la sonrisa perfecta de Thiago, ella volvió su vista al frente ignorandolo

—Sabrina Romano aceptas a Salvatore D'Angelo como tú esposo, para amarlo, respetarlo, serle fiel, y estar con el en la salud enfermedad, en las buenas y malas

—S..si... Acepto

—Salvatore D'Angelo aceptas a Sabrina Romano como tu esposa, para amarla, respetarla, serle fiel, estar con ella en la salud, enfermera, buenas y malas.

—Si, acepto

—por el poder que me da la iglesia los declaro marido y mujer, puedes besar a la novia —Salvatore, coloco su mano sobre la cintura de Sabrina, y la otra en su mejilla para acercarla a él, y besarla, Sabrina colocó ambos brazos sobre su cuello, todos aplaudían, y los felicitaban, se fueron al otro lado de la casa para dar inicio con la recepción, en eso Salvatore no pudo más y le pregunto a Sabrina algo

—Y ese quien es.

—¿Quien amor?

—Ese tipo —Sabrina lo miro, y Thiago cruzó su mirada con la de ella, al ver que ambos lo veían decidió ir hacia ella

—Hola de nuevo Sabrina

—Hola, mira el es mi esposo Salvatore, y el amor, es Thiago, hijastro de mi tío Lionel.

—Un gusto Salvatore

—Igualmente Thiago —a Salvatore no le gustaba como Thiago miraba a su esposa, pero no arruinaría su día, lo vería después, poco después ellos bailaban su primer baile como esposos, y después todos parecían disfrutar de la fiesta —Estas bellísima, ese vestido te queda perfecto amor —le decía Salvatore mientras le daba un beso en los labios.

—Te amo amor

—Te amo más amor.