El vampiro más tenebroso de todos los tiempos busca regresar.
Su única oportunidad es un corazón puro que posee una chica, la misma de la que su hijo se enamoró...
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Capitulo 22. CONCLUSIÓN
Historia desarrollada en las oficinas del gobierno.
—Sabía que ese estúpido vampiro estaba planeando algo.—Dijo el hombre cuando Darinka le contó todo.—Esta vez fue demasiado lejos, está experimentando con personas, deformandolos y asesinando. Necesitamos intervenir inmediatamente.
—Eso lo hará enojar señor.—Le comentó uno de sus hombres acercándose.—Hemos logrado tener el balance en este pueblo. Si se enfurece, destruirá este lugar nuevamente...
El líder golpeó con fuerza en la pared, esas palabras le habían dado un fuerte golpe en la moral pero su coraje era más y seguía convencido de que era un buen momento para atacar a su enemigo.
—Por muchos años hemos estado intimidados por él.—Lo miró a los ojos para tener un poco de control sobre él.—La presidencia de este país nos puede ayudar si mostramos estas pruebas, seguro nos prestaran ayuda.
—Si es que ese ser no nos destruye primero...
Los malos comentarios seguían tratando de bajar el ánimo de aquel fuego que luchaba por encenderse.
Esto no era para menos ya que conocían por experiencia propia los alcances de ese ser. Los había controlado todos esos años sin ni siquiera verlos a la cara, lo hacía con emisarios desde aquella habitación en la que estaba condenado.
—Si él quisiera destruir este pueblo ya lo habría hecho.—Sugirió otro de los hombres.—Me mantengo firme en que él ya no está en este pueblo, solo dejó encargados, podemos contra ellos.
—Esa es una posibilidad, después de todo, no le hemos visto en muchos años...—Suspiró para seguir analizando.—Maldito Lor, vaya que nos haces sufrír.
Se generó un momento de silencio por parte de todos. Decidieron guardar sus palabras y analizar sus pensamientos para buscar una solución.
La joven Darinka estaba en el suelo aún con mucho miedo, había vivido cosas muy aterradoras en un solo día. Algo que contrarrestaba su tranquila vida.
La jóven siempre había sido calmada. Nunca se metía en problemas, era un ejemplo de hija aunque sus padres nunca lo notaron. Era la primera vez que ella se metía en una situación así. Sus máximas complicaciones eran no sentirse aceptada por la sociedad, falta de amigos y una depresión constante, pero todo se solucionaba al huir de ahí y refugiarse en el bosque. Ahí aliviaba sus problemas.
Pero ahora todo era distinto, tenía una amiga por la cual luchar y pedir, pero desafortunadamente estaban en problemas y en unos muy graves. Se habían metido en medio de una lucha que llevaba años, políticos contra un vampiro. Ambos deseando controlar no solo el pueblo si no todo el estado y extenderse más allá. Durante mucho tiempo esos hombres fueron sometidos por Lor quien no mostró compasión alguna, pero ahora, incluso desde su habitación y en su condición enferma, estaba involucrando a dos chicas inocentes en su guerra.
Eliz por otro lado, se inquieto tras escuchar el nombre del vampiro, aunque ella desconocía lo que era realmente, sabía que se trataba de él.
—¡El ser Lor al que se refieren aún vive en la casa, está en este pueblo!—Gritó con desesperación viéndolos en esta ocasión como posibles aliados para salir de la persecución de sus hombres.—Sigue siendo igual de aterrador a como lo describen.
—¿Qué dices niña?, ¿Tú has visto a ese ser?
Todos los ahí reunidos la miraron muy interesados, aquellas palabras podían ofrecer la información que buscaban.
—Si, yo viví en esa casa todos estos años.—Les dijo aún con sus ojos llorosos.—Hace unos días escapé para tener una vida aquí, no imaginé que pasaría esto.
Todos los hombres se miraron, no sabían si creer o no en las palabras de aquella chica pues aunque se escuchaba sincera no podían darse el lujo de ser engañados, desconfiar era parte de vivir.
—¿Cómo llegaste a esa casa?, ¿Qué relación tenías con él?, ¿Como escapaste de ahí?
Las preguntas comenzaron a inundar a Eliz quien no pudo responder nada, el miedo le hizo quedarse en silencio.
—¡Dinos todo lo que sabes, es de vital importancia!
—Yo... no sé...
Esas fueron sus últimas palabras antes de ser interrumpidos por una gran explosión afuera de aquellas oficinas.
La conmoción llegó a tal grado que se olvidaron de las chicas y solo se preocuparon por tomar posiciones defensivas.
—¿Qué fué eso?—Preguntó el líder acercándose a una ventana tratando de averiguar.
"Nos atacan, alerta, nos atacan."
Se escuchó ese mensaje por la radio que tenían ahí. Les estaban alertando de una invasión a la propiedad.
—¿Nos atacan?, ¿Cómo es eso posible?
Nadie respondió más por ninguna de las comunicaciones. Todo lo que se alcanzaba a escuchar eran balazos, gritos, golpes y todo lo que trae consigo una batalla campal.
Los hombres decidieron sacar sus armas y esperar ahí para recibir a sus enemigos.
El nerviosismo se apoderó de todos mientras esperaban que los enemigos llegaran, fue una espera larga y tediosa.
Eliz y Darinka no eran la excepción, se acercaron una a la otra para refugiarse entre ellas.
Eliz era quien le daba fortaleza a su amiga revisando que todo estuviera bien pero ella sentía desconfianza tras lo que había escuchado... su amiga venía de una casa extraña donde vivió con un ser extraño.
No hubo tiempo para confrontarla, cuando menos lo esperaron los enemigos llegaron rompiendo la puerta.
Para sorpresa de todos y más de los dos jóvenes, Airet era quien encabezaba aquello.
El joven semivampiro se veía algo diferente, ellas lo habían conocido con su rostro humano pero ahora se veía diferente. Sus ojos brillaban con un rojo intenso mientras que su boca mostraba rastros de sangre y unos colmillos muy afilados. Sus facciones se veían agresivas, la violencia estaba por todo su ser, les dió miedo desde que lo vieron entrar.
Este miedo aumentó cuando Airet comenzó a moverse rápidamente para atacar a todos los hombres que ahí estaban. Los noqueó con facilidad hasta que no quedó ninguno en pie.
Después de eso se acercó a las dos chicas que intentaban refugiarse debajo de una sillas.
Él clavó su mirada en ellas y se acercó a una pequeña distancia.