En un mundo donde los Alphas están arriba de todo y los Omegas abajo, Aria Vance una trabajadora de un club exclusivo para Alphas dominantes, donde se ofrecen servicios para ayudarlos a liberar la carga de sus feromonas, siendo que todos los empleados de la servidumbre estrictamente son Betas, por lo cual ella tuvo que mentir en su sub genero para poder trabajar allí, escondida en la cocina como ayudante. Todo iba bien hasta que un día de trabajo una serie de eventos inesperados la pusieron frente a Liam Vidal, un Alpha dominante, que llevado por sus instintos se abalanza sobre ella. Después de allí comienzan a ocurrir sucesos que la obligan a correr lejos de la vida de aquel hombre, entre ellas es el hijo que ahora llevaba en su vientre.
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Capitulo 8. El inicio y el final de una vida tranquila
Se dice que el ser humano a pesar de que tiene la capacidad de adaptarse a sus entornos, el proceso para hacerlo es largo y lento, por ello, la mayoría nunca procura salir de su zona de confort, el miedo de tener que comenzar de nuevo es algo que los invade, no importa la condiciones que tenga a su favor.
Ahora luego de seis años, pareciera que hubiese sido ayer cuando Aria tuvo que salir corriendo de su zona de confort, llevando consigo a su madre y su pequeño en el vientre, llegar a un nuevo lugar, conocer nuevas personas, crear una nueva rutina, todo era un tanto difícil, movilizar a su madre desde el hospital, conseguir un lugar para vivir y después adaptarse a estar allí, todo eso sumándole los síntomas del embarazo. Lo que convirtió las cosas de nivel difícil a medio, era que esa vez contaban con el factor monetario, fue por ello que pudo comprar una casa lo suficientemente grande para ellos tres, contratar a una enfermera para que atendiera a su madre y centrarse en tener todo lo necesario para el bebé, incluyendo las consultas médicas. Aunque en aquel entonces se sentía culpable por muchas cosas, entre ella el hecho de haberle mentido a su madre sobre la forma en que quedó embarazada, inventando una relación fallida en la cual quedo en estado del padre de su hijo, y también por haber recibido sin chistar aquel dinero, después de tanto tiempo, supo que había tomado una buena decisión, de lo contrario tal vez, aquel hombre no le hubiera permitido seguir con su embarazo o quizás ni siquiera conservar su propia vida.
Otra buena decisión que tomo, en la cual tuvo que gastar gran parte del dinero, pero lo creyó necesario, fue en conseguir documentaciones falsas, que la respaldaran a ella y a su madre, de esa forma podría esconderse de aquella familia y proteger a su hijo. Aunque dado que no lograba recordar el nombre o siquiera el rostro de aquel hombre y años tras año el recuerdo de aquella vida se iba borrando, Así que, desde hacía seis años ya su nombre no era Aria Vance, en lugar de eso todos la conocían como Elara Alistair, una madre soltera de un niño de cinco años y medio que viven solos con la abuela del niño.
Debido a la marca, Aria utilizaba el collar para Omegas, es grueso, de cuero y cubre toda la nuca, se supone que su función es para proteger a los Omegas de no ser marcados por los Alphas en caso de un momento de ataque debido a las feromonas, pero para Aira solo servía para cubrir aquella marca en su nuca, mientras en cada mes de su celo, debía sufrir las consecuencias de estar alejada de aquel hombre.
Por otro lado, algo que no es muy bien visto en una sociedad prejuiciosa, que no pide explicaciones a la hora de criticar y censurar a una Omega soltera con un niño, a la cual nunca se conoció el padre de dicha criatura.
Estos rumores y chismorreos de vecinos, no eran algo que a Aria le molestara, pero poco a poco se comenzaron a convertir en una molestia, ya que debía lidiar con las cosas que escuchaba su hijo, Killian, quien ya estaba en la escuela primaria.
- ¿Por qué lloraste hoy en la escuela? – le dice Aria mientras caminaban de regreso hacia la casa.
- Mis compañeros decían cosas feas - le dice el niño comenzando a sollozar
- ¿Qué te decían? – le dice preocupada
- Decían que, los niños que no tiene papá es, porque no los querían y los abandonaron – le dice en tono triste
- Así que, eso dijeron – dice pensativa, sabiendo que esas palabras eran muy fuertes para niños de primaria, obviamente estaban influenciados por sus padres
- Si – le dice encogiéndose de hombros – mamá, ¿Por qué yo no tengo un papá? – le pregunta Killian entristecido
- Pues veras – se detiene para hablar de frente con el niño – lo que pasa es que, para poder traer un hijo al mundo se necesita el amor de dos personas – le comienza a explicar – el motivo de eso es, porque un bebé necesita demasiado amor y con una sola persona no basta – acaricia la mejilla del niño mientras le sonríe – pero, yo te amaba tanto que solo con mi amor bastaba para traerte a este mundo – le dice de forma cariñosa
- Entonces, ¿yo fui hecho solo con el amor de mamá? – le dice el niño, sus ojos mostraba un mejor semblante
- Si, así es – le dice Aria abrazándolo, sintiendo una profunda pena por engañarlo de esa forma, pero quizás la realidad sería más dura en ese momento
- Entonces, yo todavía puedo tener un papá, ¿verdad? – le dice emocionado
- ¿Qué? – le dice Aria confundida ante el argumento del niño
- ¡Claro mamá!, si consigo un papá que me ame, entonces sería el niño con más amor del mundo, porque tendría el tuyo y un extra con el de papá – le dice eufórico
- ¿Cómo llegaste a esa conclusión? – le dice sorprendida mientras se ríe de las ocurrencias de su hijo Kllian.
- Porque…. Soy un niño muy inteligente – le dice orgulloso sacando pecho
- Ja, ja, muy bien, niño inteligente, ¿Cómo piensas lograr tu cometido? – le dice curiosa
- Eso… eso, lo hablare con la abuela – le dice en tono misterioso
- Ja, ja, Ok – le dice riendo
A pesar de todas las cosas, dificultades y una que otra amargura, sus días eran pacíficos y llenos de alegría, al menos era de esa forma hasta que llegaron a la casa y por más que buscaron a la abuela y la enfermera encargada de cuidarla, no las consiguieron. Preocupada, Aria llamó a la enfermera.
- Lo, lo, lo siento, todo sucedió tan rápido, que no tuve tiempo siquiera de avisarle – le dice la enfermera, la mujer sonaba agitada
- ¿Qué pasó?, ¿Dónde está mi mamá? – le dice Aria alterada
- Estamos en el hospital, su madre tuvo una recaída y…
- Está bien, iré para allá – le dice colgando la llamada
- ¿Mamá?, ¿Qué le paso a abuela? – le dice Killian confundido
- Tú, tú, tu abuela está bien, solo se sintió un poco mal, ahora debo llamar a tu niñera – le dice agachándose para hablar con el niño – por favor Killian, necesito que seas un niño bueno, ¿ok? – le dice viéndolo fijamente
- Ok, mamá – le dice Killian
- Bien – le dice sonriéndole y abrazándolo – todo saldrá bien – le dice, después llamó a la niñera y en cuanto la mujer llego, Aria salió corriendo hacia el hospital, rezando para que todo estuviera bien, aunque miles de cosas pasaron por su mente en ese momento.