¿Mujer, Indefensa? |Duología Venganza #1

Alma llego al restaurante que previamente Anastasia le había indicado que sería su punto se reunión.

Entró con prisa y busco entre la multitud.

Sonrió, cuando sus ojos se encontraron con los azules de aquella pelirroja.

Anastasia le hacía un gesto con la mano para que se acercará.

—¡Cuánto lo siento! —se disculpo al sentarse —Me he atrasado.

Anastasia le sonrió con calidez.

—No se preocupe, recién llegó y francamente creí que venía tarde también. —murmuró y ladeo la cabeza —¿Cómo se encuentra señora Rizzo? La veo más radiante que nunca, los medios informan que ya retomo las cosas en Queen, supongo que todo va de maravilla.

Alma asintió y sonrió al recordar a Elisa y Konan.

—Si, todo va de viento en popa y eso me mantiene un poco tranquila.

—¿Algún progreso con sus recuerdos? —preguntó, reclinandose en el respaldo

—No... —suspiró la oji negra —No como a mi me gustaría.

Antes que Anastasia pudiera decir algo, un mesero llego a ellas para servirles.

—Me tome el atrevimiento de pedir por usted. —explico la pelirroja —Lazaña... Si no mal recuerdo, su comida favorita.

Alma observó aquel plato blanco con una pieza cuadrada de Lazaña.

—¿Me he equivocado? —balbuceo la oji azul con tristeza —¿Acaso la lazaña le gustaba a Ti...

—¡Oh! ¡no! —le corto la peli negra —Es que me sorprendió que en efecto le haya acertado.

Anastasia sonrió con satisfacción.

—Nos hemos visto pocas veces pero... Recuerdo muy bien los gusto y pequeños detalles de la gente que se involucra a mi vida. —mencionó, guiñandole un ojo —Pues adelante, comamos que me muero de hambre. He tenido una junta pero muy aburrida.

Alma le sonrió e imito hasta que ella empezó a comer.

—Por cierto, antes que se me olvide señora Rizzo. Tengo que pedirle un favor.

La oji negra, clavo la mirada en aquellos ojos azules quienes la miraron con rapidez antes de fijarse de nuevo en su comida.

—¿Qué desea?

—Tengo que salir del país por un tiempo, es una lastima, no deseaba ausentarme mucho, sobre todo ahora y por como se están desarrollando las cosas. —murmuró para si, como si estuviera decepcionada

—¿A dónde irá? Pareciera que estará mucho tiempo lejos.

Anastasia le miró.

—Si, lamentablemente estaré lejos por lo menos un año. Si es que me va bien... —con una mueca, se llevó un poco de lazaña a la boca

—Oh...

—Tomaré un vuelo está misma noche y por eso tantas juntas, pero no quiero alargarme con eso. Deseaba ir a Queen a hablar de negocios personalmente con usted pero temo que le mandaré mi solicitud por correo.

—¿De qué se trata?

—Mi familia es experta en genética, medicina, etc. Para no hacer el cuento largo... —siseo con fastidio la oji azul —Y se ha asociado a una farmacéutica de renombre en Inglaterra para hacer crecer el mercado. Así que pronto se empezarán las construcciones de laboratorios en algunos países y necesitamos una empresa constructora capaz de llevar esos proyectos en conjunto con otras constructoras.

Alma la miró perpleja.

—No entiendo...

—Deseo que Queen se haga cargo del 50% de las construcciones de dichos laboratorios. Se piensan construir cuatro en total en todo el mundo aparte de la que esta en Inglaterra.

—¿Dónde?

—París, New York, Italia y Corea del sur. —sonrió la mujer —Un proyecto ambicioso porque se construirán todas al mismo tiempo o eso se pretende. ¿Qué dice? —preguntó, alzando una ceja —¿Desea ayudarnos con el proyecto?

—¡Claro que si! Anastasia, ésta es una oportunidad única. Cuente con Queen.

La pelirroja sonrió.

—¡Perfecto! Entonces cuento con que usted me represente en el viaje de prueba de suelo que se hará en New York este lunes para la construcción.

Alma casi escupe su comida.

—¿Qué? ¿Este lunes? No... No sé... Yo...

Levantando la mano, le sonríe.

—Tranquila, se que tiene otros proyectos pero, también se que encontrará a quien dejarle esa responsabilidad. Además, le vendrá como anillo al dedo ir.

—¿Por?

Anastasia dejo los cubiertos y rebusco en su bolso hasta sacar una tarjeta. La coloco sobre la mesa y la deslizó hacia la oji negra antes de darle dos toques con su finas uñas.

—Aquí encontrará a la persona que busca.

Alma, con el corazón acelerado, tomó la tarjeta.

—Maldición. —Anastasia le sonrió —¿París?

—¿No es genial? —chillo la mujer —Me he comunicado con la persona de dicha dirección, en efecto, te conoce o al menos eso me dijo. Curiosamente, Esmeralda y yo somos socias y entre ustedes, al parecer también. ¿No es chico el mundo? —río —Le dije que la conocía y que sería de ayuda si me daba el documento que requería.

—¿Y?

—Bueno, es de confianza sin duda, porque me dijo que sí tiene su documento desencriptado, pero si no eras tú en persona la que lo recogiese, no me lo daría por muy amigas o socias qué fuéramos entre nosotras. Así que cambie de tema y me dijo que iría a New York por trabajo. ¿Adivina cuando? —sonrió con satisfacción —Precisamente la próxima semana.

Alma le dio vuelta a la tarjeta.

—¿Allí estará?

—Si, esa es la dirección de la disquera en la que es socia. Le dije que estarías ahí y le pareció bien verte. ¿Qué dice? ¿Ira como mi representante a New York?

Alma sonrió.

—Si, iré, así matamos dos pájaros de un tiro.

—Me agrada la visión que tiene, casi es usted de nuevo... Sólo un poco —le felicito y guiño el ojo —Le diré a mi asistente que le envié todo para el proyecto de laboratorio.

—¿Cuál es la otra empresa que apoyará con el proyecto? —preguntó la oji negra mientras tomaba su copa de vino —¿Es de algún otro país? —pregunto y sorbio

Anastasia sonrió.

—Oh no, es King.

Tosiendo, la oji negra dejó a un lado su copa.

—¡Oh! Cielos, ¿Está bien? —la oji azul la miro con preocupación

Alma levantó la mano y tosió un poco más.

—Si si... Estoy bien... Sólo... Me tomó por sorpresa dicha noticia.

—No veo el porqué —murmuró, alzando una ceja con diversión —A decir verdad, yo solo tenía contemplado a Queen, pero la otra familia asociada prefirió King. —se encogió de hombros, restandole importancia —Así que llegamos a un punto medio. Ambas empresas, liderarian la construcción de los laboratorios apoyados de otras empresas locales de dichos países para un rápido avance. No se preocupe, yo le mandaré todo lo que tiene que saber y lo único de lo que tiene que preocuparse es en darnos resultados. Y nosotros de dar el dinero. —sonrió con inocencia la mujer

—¿La empresa King ya lo sabe?

—Oh si, el señor Conte ya lo sabe y... Antes de saber que me iría, habíamos quedado que viajariamos juntos en un mismo avión. Así que no le importara ir en el Jet privado de Alan Conte hasta New York, ¿verdad? —cuestionó, sorbiendo un poco de vino —Él se ofreció, saldrán mañana y regresarán el miércoles. ¿Está de acuerdo?

—Cl-Claro...

—Bien, espero que todo le salga bien en el viaje señora Rizzo. —Anastasia, miró su vino

Alma la observó y observó el líquido, parecía más espeso de lo normal.

—¿No desea darme un consejo? Tal vez lo necesite.

La oji azul le miro.

—No lo creo señora Rizzo, hasta ahora, todo lo ha hecho bien y como se debería. El panorama pinta bien.

—¿Realmente lo cree? Yo tengo mis dudas.

Ella le sonrió.

—No se preocupe, lo hace bien. Además, dudo que mi consejo le sea de ayuda ahora. —bebió

—Bueno, no es como si un consejo pueda matar a alguien.

La oji negra se arrepintió de decir aquello, Anastasia perdió la sonrisa y por unos segundos, miro al vacío.

—Se equivoca querida, si seguimos un mal consejo por no analizarlo antes, en efecto, podemos morir. —le miró —¿No lo cree?