Mi Cruel Realidad

Sus ojos incrédulos, miraba con asombros aquella escena, quería ir y en enfrentarlos, pero su cuerpo no respondía, ver a su marido besando a otra mujer y sus hijas aplaudiendo, y festejando ese romance, era como si estuviera dentro de una pesadilla. Cada aplauso, grito de felicidad y sus risas, ingresaban a su mente en forma de zumbidos, José que tenía de la mano a Lucia, miro hacia al frente encontrándose con las miradas de Aurora, él solo la miro y pensó que la estaba confundiendo, ya que en ese espacio un árbol no dejaba ver clara a la persona porque cubría parte del alumbrado público, el taxi ya estaba esperando que suba su pasajero así que llamo su atención para que ingrese.

Aurora subió al taxi y con dificultad, dio la dirección de su casa, al llegar las luces de su villa estaban apagadas en señal que su familia no había vuelto, ella ingresó a su habitación tiro la cartera a la cama, se miró al espejo y no pudo contener más sus lágrimas, al recordar la escena y las voces de sus hijas festejando, sintió un dolor profundo en su corazón más bien eran como unos cuchillos afilados perforando su pecho, su llanto se ahogó en su garganta, pero tenía que ser fuerte para enfrentarlos.

Ahora entendía por qué sus hijas, hablaron de la separación de ellos, la frialdad de su esposo y sobre todo las palabras hiriente de sus hijas, toda esa preguntas que ella se hacía antes ahora ya tenía respuesta, sus hijas que cargo en su vientre por nueve meses y dos años prácticamente en sus brazos, ya no la querían, porque ellas habían elegido a una nueva mamá, era su cumpleaños y el regalo que le dio su familia fue el peor de todos, seco sus lágrimas, recogió sus cabellos regreso a la sala y espero a su familia con la frente en alto, no quería que la vean derrotada, así tomo la postura de una mujer con clase, tal como le había enseñado su nana ya que su madre murió cuando ella era pequeña.

Cerca del sofá el teléfono de su hija menor estaba a su alcance, como no tenía contraseña ella pudo ingresar sin problemas reviso su WhatsApp donde se encontró con el grupo que ellos tenían activo el grupo se llamaba Familia "Luna Sánchez", ella empezó a leer cada mensaje, ahí encontró las conversaciones que tenia Lucia con sus hijas, donde hablaban mal de ella y los mensajes de amor de su marido y Lucia, fotos de ellos cinco, cada vez que José lleva a sus hijas de viaje se iban con Lucia, Aurora cerro el teléfono celular y empezó sonreír con amargura, ella había sido tan estúpida que pensó que el cambio de humor de sus hijas era por la adolescencia, y la frialdad de su marido pensaba que era por la rutina, todo estaba más que evidente, en esa familia ella estaba de más.

Mientras tanto después de bajar del departamento de Lucia, José volvió a recordar a la mujer que los observaba del otro lado de la calle, ella se parecía tanto a Aurora, pero se tranquilizó porque pensó que su mujer no salía mucho de casa y cuando lo hacía solo iba al mercado y volvía muy rápido.

Nancy---: ¿Que pasa papá porque estás distraído?

José---: Me pareció ver a tú mamá.

Juliana---: Vamos papá, ya te dio cargo de conciencia, que ves a mi madre por todas partes, tu crees que si hubieras visto a mamá vamos a estar tranquilos, ella hubiera hecho un escándalo, sin importarle que estábamos en la calle.

José asintió y con las palabras de su hija se tranquilizó, lo que él no sabía era que Aurora tenía dignidad y jamás sé portería como una mujer vulgar, por su parte Aurora solo esperaba en la oscura y solitaria sala, ella había apagado la luz, soltó de nuevo sus cabellos, para parecer más imponente cuando todas llegaron Nancy se sorprendió al ver a su madre con sus cabellos sueltos, Juliana también se sorprendió un poco, su madre había cambiado su apariencia y la hacía ver hermosa, lo único raro eran las miradas frías que su madre mostraban.

Cuando José ingresó, mira a Aurora sorprendido, era la misma mujer que los observaba desde el otro lado de la calle, sintió un vuelco en su estómago y su pecho empezó a doler no había duda la mujer que vio era Aurora, empezó a tartamudear, porque las palabras no le salían y la apariencia gentil de su mujer habían desaparecido.

José---: ¿Fuiste, a la avenida Ponce Luque?

Cómo Aurora no contesto y lo miro fijamente a los ojos, él asimiló que era ella, al principio no sabía cómo explicarle la escena que vio miro a sus hijas que también estaba sorprendida por la pregunta de su padre.

José---: Escucha, sé que no tengo justificación, solo que...(intenta tocar su mano)

Aurora rechazó el contacto con Jose y se puso de pies, aunque su corazón le dolía ella no mostró vulnerabilidad, incluso le dió una sonrisa de lado, José aún preocupado quiso seguir explicando, pero la voz firme de Aurora lo interrumpió.

Aurora---: ¿Desde cuándo me ves la cara de estúpida? Y me engañas con esa mujer.

Tanto Nancy como Juliana al escuchar esas palabras salir de la boca de su madre entendieron que su madre ya estaba enterada de la presencia de Lucia, José iba a hablar otra vez, pero Juliana intervino, mirando a su hermana para que juntas poder apoyar a su padre en este problema.

Juliana---: Papá, no le des explicación no puedes justificar algo que no es justificable, (mirando a su madre) ya sabes la verdad que quieres que te digan, papá ya eligió una nueva pareja que es mucho mejor que tú, mírate eres una simple ama de casa que se conforma con muy poco, Lucia es elegante, es una mujer que no necesita de otra persona para sobrevivir, en cambio, tú estás en casa todo el día, no te arreglas, por eso...

Aurora---: ¿Eligieron una nueva mamá?

Nancy---: Mamá Juliana tiene razón, Lucia nos comprende, no se mete en nuestras vidas, en cambio, tú, siempre quieres estar en todo, no nos dejas ser feliz.

Juliana---: Lucia es buena madre.

Aurora---: (sonrisa) Yo no...

José---: Escucha mi amor no es así tú.

Juliana---: Papá, todos queremos a Lucia, no puedes dejarla por mi madre que es una insípida...

José---: ¡JULIANA! Cállate no le hables así a tu madre.

Juliana---: Es la verdad, ella solo es una mujer insípida que nos avergüenza a todos.

La mano de Aurora se estrelló en el rostro de Juliana su hija mayor, Juliana era la más blanca de sus hermanos y en su rostro quedó la marca de los dedos de Aurora, Nancy sintió temor y no intervino más, solo ayudo a levantar a su hermana que por el impacto había caído al mueble.

José---: Aurora, descarga tu coraje conmigo, pero no maltrates a mis hijas.

Juliana---: Me golpeaste, tú jamás me has golpeado.

Aurora---: Tenía que haberlo hecho hace mucho tiempo, majadera, malagradecida, todos ustedes son unos malagradecidos, tanto que di por esta familia y así es como me pagan, la traición la podía aceptar de José pero de ustedes que son sangre de mi sangre, (dejando que sus lágrimas salieran) ¡QUE HICE MAL! Dígame. Lo único que hice es dar mi vida entera por ustedes que hasta me olvidé de mí. (trago grueso y contuvo las lágrimas) y tú no fuiste lo suficiente hombre para hablar con la verdad y decirme que ya no me amabas, perdon (sonríe y llora) si me lo dijiste con actitud solo que yo no quise creer.

José sintió un dolor en su corazón, Aurora siempre es una mujer de vota que cuido de su familia, ahora el le había fallado, se sentía culpable por esas lágrimas y presionó su pecho para calmarse.

Juliana---: Hace todo este escándalo porque no te invitamos a la playa,

Aurora---: Crees que me interesa ir a la playa con ustedes, trío de sinvergüenzas.

José---: Si tú me dices que no vaya a la playa no iremos.

Nancy---: Papá no nos puedes hacer esto, mamá entenderá talvez si la dejamos sola ella se calmará y podremos hablar con más calma el lunes.

José---: Solo respóndeme (intenta tocarla)

Aurora---: No me toques(lo mira con odio)

Juliana---: Nancy tiene razón papá, mi mamá entenderá, vamos y así todos nos calmamos y hablaremos con tranquilidad después.

Aurora---: Solo tengo una última pregunta, Juliana ya eres mayor de edad, es mas que evidente que este hogar ya no va más, Nancy vendrías conmigo o te quedas con tu papá.

Nancy---: Yo me quedo con papá, y Lucia.

Aurora---: Es todo, pueden irse.

La elección de su hija menor era el puñal más profundo en su corazón se sentó en el mueble, sin mostrar debilidad, José ingresó a su habitación, a tomar algunas cosas, y puso dentro de un bolso, la sensación de separarse de Aurora no lo dejaba respirar, sentía un nudo en la garganta, en el fondo de su ser ya no quería ir a la playa porque sentía que si el salía de la villa iba a perder a su mujer para siempre, recordó las palabras de sus hijas, no era tiempo de aclarar las cosas, porque Aurora estaba alterada, mejor decidió darle espacio y hablar con ella cuando regrese de la playa.

Nancy---: Mamá, hablamos el lunes, que ya estemos más calmados.

Juliana---: Vamos Nancy (se va sin despedirse)

José salió de la habitación, se sentó a su lado tratando de justificarse, tomo su mano, pero Aurora no lo miro, ella tenía puesta su mirada en un retrato familiar cuando sus hijos eran pequeños.

José---: Hablaremos el lunes y llegaremos a un acuerdo, (besa su mano)

José se levanta y antes de salir el dolor de su pecho aumento, porque vio como Aurora secaba en silencio sus lágrimas, abrió la puerta y salió y al cerrarla escucho un llanto de dolor era su mujer que se desahogaba a través del llanto, él se arrimó a la puerta con ganas de entrar, pero sus hijas lo llamaron como estaba seguro de que al volver Aurora seguiría ahí, porque ella no tenía donde ir, le hizo caso a sus hijas, dónde fueron en busca de Lucia y Jamilec para pasar un excelente fin de semana juntos.

Mientras Aurora tenía una tormenta emocional en la mente y el corazón, un enfado consigo mismo porque había dado todo por esa familia que jamás la valoro, frustración y sentimientos contradictorios hacia su familia. Incluso aunque los amaba, no iba a perdonar a ninguno de ellos, porque hasta su hija más pequeña que era su única esperanza había elegido a su nueva mamá, y de repente algo dentro de ella estaba experimentando sensaciones opuestas del amor hacia ellos.