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Mafiosa Obsesión

Mafiosa Obsesión

Status: En proceso
Genre:Mafia
Popularitas:4.6k
Nilai: 5
nombre de autor: KeliindA RojanO C.

Rubí huye a Nápoles buscando escapar de Diego Salvatore, un pasado que la asfixia con su enfermiza obsesión. En Italia, creyendo encontrar un respiro, se topa con Donato Valletti, un capo mafioso cuyo poder y magnetismo la atrapan en una red de intrigas y deseos prohibidos.

Donato, acostumbrado a controlar cada aspecto de su mundo, se obsesiona con Rubí, una flor exótica en su jardín de sombras. La seduce con promesas de protección y una vida de lujos, pero la encierra en una jaula dorada donde su voluntad se desvanece.

Diego, consumido por la culpa y la rabia, cruza el Atlántico dispuesto a reclamar lo que cree que le pertenece. Pero Nápoles es territorio Valletti, y para rescatar a Rubí deberá jugar con las reglas de la mafia, traicionando sus propios principios para enfrentarse con el mismísimo diablo.

En un laberinto de lealtades rotas y venganzas sangrientas, Rubí se convierte en el centro de una guerra despiadada entre dos hombres consumidos por la obsesión.

NovelToon tiene autorización de KeliindA RojanO C. para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 13

POV RUBI

Al llegar a la mansión de Diego, el guardia me abrió la puerta del auto con una sonrisa. Le agradecí con un gesto y caminé hacia la entrada, donde vi a Marcos esperando por mí.

—Señorita Ruby. Un gusto verla. Permítame decirle que se ve realmente muy hermosa— me dijo, con su tono amable de siempre.

—Igualmente, Marcos, tú también estás muy guapo, igual que siempre— le respondí, sintiendo que su cumplido me alegraba la noche.

—Gracias, permíteme llevarte hasta donde Diego te espera— dijo, haciendo un gesto para que lo siguiera.

—Está bien, vamos— respondí, sintiéndome emocionada.

Marcos me condujo a través de la mansión, y tomamos el ascensor hasta la última planta. La anticipación crecía en mi interior mientras subíamos.

—Hasta aquí te acompaño. Que tengan una linda noche— me dijo Marcos al salir del ascensor, y yo le sonreí mientras él volvía a entrar y las puertas se cerraban detrás de él.

Cuando las puertas se abrieron de nuevo, di un paso hacia el pasillo y caminé un poco más. Lo que vi me dejó sin aliento: una azotea iluminada por luces suaves que emergían del suelo, creando un ambiente encantador. En el fondo, vi a Diego de espaldas, mirando a través del cristal.

Al escuchar mis tacones resonar, se giró.

»Por Dios«

El es un hombre de otro mundo.

El negro le acentuaba perfectamente, y no pude evitar sentir un cosquilleo en el estómago.

Al llegar a él, le di un beso suave y él me tomó por la cintura, intensificando el momento.

—Gracias por el auto— le dije entre los besos, sintiendo que cada palabra salía con sinceridad.

Se separó un poco y me miró a los ojos, sus expresiones eran intensas.

¡Demasiado!

—Es algo pequeño, comparado con lo que te mereces— dijo, y una sonrisa se dibujó en mi rostro.

Sus palabras me hicieron sentir especial y apreciada.

Realmente me gusta este hombre. Había algo en su forma de ser, en su mirada, que me hacía sentir viva. La noche apenas comenzaba, y ya podía sentir que sería mágica.

POV DIEGO

Los besos de Ruby eran irresistibles, como una droga. Cada vez que nuestras bocas se encontraban, sentía un impulso que me empujaba a querer más. La atracción era intensa, y no podía evitar acercarla aún más a mí, dominando el momento.

La sujeté por el cabello, tirando suavemente para que me mirara a los ojos. Era un juego de poder, y me gustaba. La forma en que se entregaba a cada beso me decía que sabía lo que quería, y eso me excitaba.

—No te alejes— le susurré, sintiendo que la necesidad de tenerla cerca era más fuerte que cualquier otra cosa.

Ruby sonrió, pero en su mirada había algo más que solo diversión. Era una mezcla de desafío y aceptación, y eso me mantenía alerta.

Esta noche, todo estaba bajo control. La azotea era el escenario perfecto, y yo era el que movía las piezas. Ruby era parte de mi juego, y no tenía intención de dejar que se escapara.

La llevé hacia el cristal, colocándola de espaldas, sintiendo la electricidad entre nosotros. Rodeé su cabello hacia un lado y empecé a besar su cuello con una necesidad casi desesperada. Cada beso era un recordatorio de lo que significaba tenerla cerca.

—Vamos a tu habitación— me pidió entre jadeos, su voz temblando de anticipación.

Sin pensarlo dos veces, la giré hacia mí, levantándola con facilidad. Ella envolvió sus piernas alrededor de mi dorso, y el movimiento hizo que el vestido corto se levantara, dejando al descubierto más de lo que había esperado. La sensación de su piel contra la mía era intensa.

Podía sentir que esta noche no sería como las demás. Había un fuego en el aire, y sabía que no podía dejar que se escapara. Ruby era parte de mi mundo, y no tenía intención de perderla.

Con Ruby en mis brazos, la llevé rápidamente hacia mí habitación. Cada paso que daba sentía la adrenalina fluir a través de mí. La puerta se cerró tras nosotros con un suave golpe, y el ambiente se volvió aún más cargado.

La solté suavemente, pero no antes de asegurarme de que ella sintiera mi presencia. La miré a los ojos, buscando esa chispa de deseo que sabía que estaba ahí. Ella estaba nerviosa, pero también emocionada. Era su primera vez, y aunque yo no era un romántico, sabía que tenía que ser cuidadoso.

La acosté sobre mí cama y me despoje de mi ropa sintiendo el peso de mi deseo.

Al quitarle su vestido vi la exquisita lencería que tenía.

La muy perversa me da una sonrisa traviesa que me hace estremecer.

Con desesperación me acerqué a ella bese sus labios, bajé por su cuello y llegué a sus hermosos y redondos senos.

Me lamí los labios, y agarrando uno con mi mano me lo llevé a la boca, ella gimió y yo lo chupé como el más delicioso caramelo.

Sintiendo que no podía resistirme más me separé para mirarla a los ojos.

—¿Estás lista?— le pregunté, con mi voz baja y firme, mientras la acercaba a mí.

Asintió, pero había un destello de incertidumbre en sus ojos. La tomé de la cintura y la atraje hacia mí, manteniendo el control, pero también sintiendo que debía ser delicado. Mis manos recorrieron su espalda, notando la suavidad de su piel bajo el vestido.

—Confía en mí— murmuré, inclinándome para besarla de nuevo. Esta vez, el beso fue más profundo, y más intenso.

Poco a poco, fui aumentando la presión, llevándola a un lugar donde ambos supiéramos que estábamos en sintonía. La sensación de su cuerpo contra el mío era abrumadora.

Me asegure de que se sintiera cómoda. Pero la posesividad comenzaba a tomar el control. La deseaba, y no podía evitarlo. La atraje hacia mí una vez más, besando su cuello y dejando que mis manos se deslizaran por su lenceria.

—Eres mía— le dije, con mi voz grave, mientras la miraba a los ojos y me entraba en ella. Quería que supiera que no solo estaba aquí por un momento; quería marcar este instante.

Ella arqueó su espalda mientras su boca se abría dejando salir gemidos.

Dejé salir un gruñido por lo que me hacía sentir, sentía que mi miembro iba a explotar por lo cerrada que ella está.

Poco a poco, fui despojándola de sus dudas mientras me hundía en ella. Mis manos se movían con confianza, y aunque era su primera vez, me aseguré de que cada toque fuera una mezcla de ternura y firmeza.

La sentía temblar bajo mi movimiento, y eso solo aumentaba mi deseo.

—Relájate— le susurré, mientras comenzaba a ser un poco más rudo cuando vi que ya estaba mejor, llevando la situación a un nuevo nivel.

Sabía que necesitaba ser claro y directo, pero también entendía que debía cuidar de ella.

Mientras la besaba, mis manos se movieron con más intensidad. La sensación del momento era casi eléctrica. Ella respondía, y eso me hacía querer más. La atracción entre nosotros era palpable, y no podía dejar que se interpusieran las dudas.

Con cada movimiento, sentía que la conexión se hacía más fuerte, y aunque no era un romántico, sabía que había algo especial en cómo nos encontrábamos en ese momento.

1
Betty Saavedra Alvarado
Diego si no te apuras perderás a Rubí
Blaka Blaka
Se ACABO ?¡¹
Maya
Ahora se pelearán por esa chica esos. 2
María Vargas
Vamos 💪Diego no me decepciones 🥰
Betty Saavedra Alvarado
En donde más duele se cuando atacan a nuestra familia Donato estas desatando una guerra
Betty Saavedra Alvarado
Ahora a luchar por el poder los Salvatore nadie los humilla
Betty Saavedra Alvarado
A luchar a no dejarse vencer Ruby saldrás adelante con tus amigas
Betty Saavedra Alvarado
Se vienen los problemas
Betty Saavedra Alvarado
Rubí a darle una lección a Diego
Betty Saavedra Alvarado
Diego eres un bruto con todas sus letras
Maya
Ojalas no sea pura boca siempre en todas las historias dicen eso y después cuando los ven caen redonditas con ese idiota
bela
Bandido....sinverguenza....Pobre Ruby pero talvez se de cuenta de lo que perdió ODIOTA
Veronica May Correa
Luego no te quejes idiota dejarla sin decir nada
JZulay
candente....!!!!! 🔥🥰😋
Karina Vazquez Gonzalez
que lujuria más placentera de los dos mucho calor 🔥🔥🔥🔥 toda la.noche disfrutando se el uno al otro ...esperemos que todo acabe bien y que diego no la.haga a un lado o la lastime ..porque hasta donde yo se el tiene mucho miedo de enamorase y ser todo para ruby excelente historia nos llevaste ala imaginación de los protagonistas
Betty Saavedra Alvarado
Diego y Ruby disfrutando su noche
Karina Vazquez Gonzalez
ahora si empieza lo bueno qur psara con ellos dos será que realmente se interese el por ella y no juegue con ella ..excelente historia nos llevaste ala imaginación escritora muchas felicidades
Yanitza Aguirre
Comenzó la pasión y deseo de estos dos ☺️ gracias
Betty Saavedra Alvarado
Diego y Ruby son fuego pasión y deseo
JZulay
waooo ....lo vas a matar de la impresión ...😋
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