Regresar Para Enmendar

Mika se quedó mirando desde lejos, viendo cómo Kaito se encontraba con Rin. No podía evitar sentir un doloroso anhelo, deseando que ella fuera la chica que Kaito miraba con tanta ternura.

"Es mejor que vaya a casa", se dijo a sí misma, tratando de convencerse de que no quería ver más. Era demasiado doloroso ver a Kaito con otra persona, sintiendo que él le pertenecía a ella. Con un suspiro, Mika dio la espalda y se alejó, tratando de escapar del dolor que le causaba ver a Kaito con Rin.

Mientras Mika caminaba hacia casa, no podía evitar sumergirse en sus pensamientos. "¿Cómo es que la historia se volverá a repetir?", se preguntaba.

Recordando cómo se enamoró de Kaito en la secundaria, un recuerdo vívido como si hubiera sucedido ayer. En ese entonces, Mika era la chica nerd con lentes, muy estudiosa y con ropa nada llamativa.

Todas la ignoraban, tratándola como una extraña. Aunque era doloroso, Mika siguió adelante, sin dejar que las opiniones de los demás la detuvieran.

Pero de pronto Mika empezó a recordar aquel día en que su vida cambió para siempre. Fue un día como cualquier otro, pero uno que nunca olvidaría. Corría por el pasillo, desesperada por llegar a clase a tiempo. Pero su prisa le jugó una mala pasada y tropezó, cayendo al suelo. Sus lentes volaron de su cara y todos los estudiantes que la rodeaban se echaron a reír.

Pero en medio de las burlas, hubo alguien que se levantó en su defensa. "¿Qué se ríen? Ven a una compañera en el suelo y ni siquiera la ayudan", dijo el chico con una voz firme.

Mika se sintió avergonzada y confundida, pero el chico se acercó a ella y le preguntó: "Hola, ¿estás bien?". Ella no podía ver quién era, pero respondió: "Sí, estoy bien, solo que al caer, mis lentes volaron...".

El chico le devolvió los lentes y Mika se los puso, pudiendo ver finalmente al chico que la había ayudado. Se quedó admirando su rostro y sonrisa. "Levantante", dijo el chico, ofreciéndole su mano para ayudarla a levantarse.

"Me llamo Kaito, un placer", dijo sonriendo. "Yo, Mika, un gusto", respondió ella, sintiendo una conexión instantánea con él. Pero antes de que pudiera seguir, Kaito dijo: "Ya se me hace tarde para entrar a clase, nos vemos...". "Sí, gracias", dijo Mika, y en ese momento, quedó enamorada de él.

Los siguientes días, Mika siempre veía a Kaito pasar, pero temía que la rechazara. Sin embargo, un día, el profesor pidió que formaran grupos para un proyecto y Mika pensó que se quedaría sola. Pero para su sorpresa, Kaito se acercó a ella.

"Hola, ¿tienes grupo?", dijo Kaito con una sonrisa.

"Hola, no...", respondió Mika, incrédula. "¿Por qué quieres hacer grupo conmigo?", preguntó, sin poder creer que Kaito se acercara a ella.

"Si, así es", dijo Kaito, sonriendo de nuevo. "Me gustaría trabajar contigo".

Mika se sintió emocionada y nerviosa al mismo tiempo. No podía creer que Kaito, el chico que la había defendido y ayudado, quisiera trabajar con ella. Aceptó con gusto y juntos formaron un grupo, comenzando a trabajar en el proyecto.

A medida que pasaban los días, Mika se dio cuenta de que su conexión con Kaito iba más allá de la amistad...

Cuando llegó el día en que Mika se había decidido a confesarle a Kaito sus sentimientos, lo vio conversando con una chica de una manera que le pareció amorosa. O al menos, eso pensó. Lo que vio en ese momento le rompió el corazón. Creyó que Kaito y la otra chica tenían algo, y se sintió devastada.

Pero, como suele suceder, las apariencias engañan. En realidad, Kaito solo estaba aconsejando a la chica, que estaba enamorada de un amigo suyo. Sin embargo, Mika no lo sabía, y pensando que Kaito y la otra chica tenían una relación, comenzó a alejarse de él.

Con el corazón roto y la sensación de que había perdido su oportunidad, Mika se distanció de Kaito, sin saber que en realidad, él no tenía sentimientos por la otra chica. La confusión y el malentendido habían sembrado la semilla de la tristeza en el corazón de Mika.

Por más que Kaito intentara acercarse, Mika se alejaba, consumida por la tristeza y el malentendido. Luego de unos días, se enteró de que todo lo que había pensado no era verdad, y decidió acercarse a él nuevamente. Pero esta vez, era demasiado tarde. Una chica había llegado a la vida de Kaito, y él ya no estaba solo.

Los días se convirtieron en meses, y los meses en años. La chica inteligente y linda que Mika había sido, ya no existía. Ahora, solo era una chica de 30 años, sola y triste, con un empleo simple. La oportunidad de amor y felicidad que había tenido con Kaito, se había esfumado, y ahora solo le quedaban los recuerdos y el arrepentimiento de no haberse acercado a él cuando tuvo la chance.

La vida había seguido adelante, y Mika se había quedado atrás, atrapada en su propio dolor y nostalgia. La pregunta que se hacía ahora era: ¿qué hubiera pasado si hubiera confiado en Kaito y no hubiera dejado que el miedo y la duda la alejaran de él? Pero ya era demasiado tarde, y solo le quedaba vivir con el "qué hubiera sido".

Al recordar, Mika se dio cuenta de que su inseguridad la había cegado, haciéndola invisible a los ojos de Kaito. También se dio cuenta de que había estado tan enfocada en sus propios miedos y dudas, que no había visto lo que estaba delante de ella. Kaito había estado allí, tratando de acercarse, pero ella lo había alejado. Y ahora, era demasiado tarde.

De pronto también Mika se recordaba a sí misma caminando sin rumbo, deseando que todo terminara, cuando llegó a una colina con una vista impresionante. Fue allí donde se encontró con una figura femenina que se acercó a ella.

"Hola, ¿qué haces aquí tan tarde? Ya es de noche, no deberías estar sola", le dijo la mujer.

Mika, sin importarle nada, respondió con sinceridad: "Eso no me interesa, solo quiero...".

Pero fue interrumpida por la mujer, que le dijo: "Quieres volver a hacer lo correcto, ¿verdad?"

Mika se sorprendió, ¿cómo sabía esa mujer lo que estaba pensando? ¿Cómo sabía que estaba arrepentida de no haberse acercado a Kaito cuando tuvo la oportunidad? La mujer parecía leerle la mente, y Mika se sintió vulnerable, pero al mismo tiempo, curiosa. ¿Qué quería decir esa mujer con "volver a hacer lo correcto"?