Reencarnando por un Dios en un hada; Num deberá salvar a la humanidad, pero este Dios es corrupto y no le interesan los humanos, Num buscará vengarse de las razas esclavizadoras y de este Dios.
¿Podrá Num acabar con ellos? ¿conseguirá su venganza?
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Capitulo 9
— Bienvenidos ¿Por qué estás desnuda?—. Una chica nos saluda al entrar.
Esta chica de gran sonrisa cabellos y ojos azules es Lan, la modista del lugar.
— Ella es Num, es mi amiga ¿Podrías darnos algo de ropa? Déjalo en la cuenta de Zero—.
— Nem, está bien, te haré un descuento por las urgencias—. Declara al verme con unos ojos preocupados.
Al entrar al vestidor, con ayuda de Lan me pruebo varios vestidos hasta dar con el que mejor me queda.
— Con este bastará, estás hermosa y humana—.
— Lo segundo no es un halago, pero gracias Nem—.
Es momento de salir al exterior.
En el salón iluminado por la suave luz de los candelabros, apareció ella, una visión de elegancia y misterio. Su vestido, un delicado tejido de seda que parecía flotar con cada paso, realzaba su figura con una gracia etérea. Pero lo que realmente capturaba la atención de todos era el cuerno que adornaba su cabeza, un símbolo de una belleza mágica y enigmática.
Los murmullos se desvanecieron cuando ella entró, y las miradas se volvieron hacia su presencia radiante. Cada movimiento suyo era una danza, cada sonrisa, un hechizo. En ese instante, el salón dejó de ser un simple lugar de reunión y se transformó en un escenario de fantasía, donde lo extraordinario se volvía posible.
Ella, con su vestido y su cuerno, no era solo una dama; era un ser de leyenda, una musa que inspiraba sueños y suspiros. Y así, en la memoria de todos los presentes, quedó grabada como la encarnación de lo sublime y lo maravilloso.
— Es parte de mis fantasías, aunque espero algún día se haga realidad, me gustaría que Ciel me viera elegante y sexy, como me merezco—. Declaro a lo alto.
No tiene nada de malo en sentir algo de amor por quien me dió esperanzas, quiero que mi compañero a quien le estoy ofreciendo mi guía... Mejor dicho, a quien estoy ayudando pueda verme como lo que soy, una hermosa mujer.
— ¿Estás delirando otra vez? Deja de soñar y vuelve a la realidad, llévanos al bosque de luz—. Ordena Nem al escuchar mis pensamientos.
.................
Un movimiento tiempo-espacial después:
— ¿Tu eres Nem y la Diosa Num?—. Pregunta una Driade frente a nosotros.
Es como si supieran que apareceríamos aquí.
— ¿Cómo sabes de nosotras? ¡Responde!—. Reclama Nem.
Un bosque iluminado por plantas luminosas en la oscuridad y bonitos animales peludos que corren por la hierba.
Me gusta.
— Soy Ivory, Diosa de las Driades, mi bendición me permite ver el futuro—. Responde calmadamente.
Es una mujer con una poca porción de tela, tapa justa sus partes íntimas y deja ver de su cuerpo como nacen hojas de todo tipo de especies.
Es extraño sin duda.
No es algo que pueda decir siendo yo la más rara de aquí, un hada con un cuerno de demonio transformada en humana viajando a una gran distancia en milésimas de segundos.
Momento ¿Pueden ver a Nem?
— Qué conveniente, te estábamos buscando—. Responde Nem.
— Lo sé, quieren ver cómo es nuestra sociedad ¿Me equivoco? Sean libres de ver lo que les interese—. Declara ella sin problemas.
— No me fío, esconder a los humanos y fingir ignorancia es buen plan—.
— Se equivoca Nem, en este lugar no necesitamos de esclavos ni sirvientes, somos hijos de la naturaleza y vivimos de ella, las distintas razas también son parte de la naturaleza—. Declara ella con una sonrisa leve.
— Bueno da igual, no te quejes Nem, no se puede hacer nada—.
— Ay que rabia—.
Tomo las palabras de Ivory y comienzo a investigar el bosque entero para darme cuenta de que ciertamente no hay ninguna estructura, solo grandes espacios dentro de los troncos de los árboles, no son profundos aunque se dejan ver por dentro, no hay nada que se pueda ocultar.
Dicen la verdad.
— No veo nada—. Declara Nem.
— Gracias por venir, sabíamos que ustedes serían buenos invitados, los siguientes me asesinaran para tomar por la fuerza este lugar y a nosotros—. Declara con un leve tono de tristeza.
— ¿Eso también lo viste en tu futuro? ¿Por qué no solo lo evitas?—.
— No es así como funciona señorita Nem, no tengo la fuerza para evitar mi propio destino, no soy como tú Rafael, tú si la tienes—. Comenta para mirarme fijamente.
— Me interesa, tú sabes algo y me gustaría que me lo cuentes—. Pido con sinceridad.
— Ya lo he visto todo, Génesis y Trinidez me matarán y mi gente serán sus esclavos—.
— ¿Eres idiota? Evita que pase eso, por algo te dieron una bendición—. Declaro con hostilidad.
— No tengo la fuerza y ustedes solo vinieron a observar ¿Verdad? No quieren destruir los lazos que su reina formó con los elfos—.
— Sabes mucho, nuestro Dios se encargará de eso más tarde—.
— ¿Pelearás? ¿Incluso si no somos humanos o demonios?—. Me pregunta en respuesta.
— No tiene que ver con las razas, lo que hacen los elfos es injusto y cruel, mi amiga los acabará—.
— Me encantaría que así fuera ¿Qué dices Rafael?—.
Aunque me observen de esa forma, mi respuesta esta clara.
Después de pasar tanto tiempo al yugo de los elfos los odio con todo el alma, pero luego de pasar tanto tiempo con Ciel me doy cuenta de que existen formas adecuadas de hacerlo y está es una arriesgada.
No puedo simplemente matar a todos, si dos dioses vienen aquí es seguro que perdería, además con que uno solo escape y diga "Una mujer con un cuerno nos atacó" echaría a perder todas las negociaciones de Primera y Zero con las naciones de las demás razas.
El único aspecto positivo es que me sentiría mejor y menos culpable.
Causa y consecuencia.
No vale la pena.
Ciel quiere perdonar a estas personas, me gustaría ver si su problema es solo con los humanos, matar a Ivory puede tener una razón política, Zero se enterará de esto y estarán obligados a darles una compensación a las Driades.
¿Qué pueden darles a seres que no son materialistas?
Zero lo sabrá estoy segura.
Muevo mi cabeza lado a lado en negativa.
—¿¡Es en serio Num!?—.
— En serio—. Le respondo a Nem.