El Destino De Dos Corazones

Los días pasaron lentamente después de la conversación entre Seo-Joon y Hye-Rin, y la relación entre Da-Hye y Seo-Joon comenzó a mostrar las grietas que la tensión había dejado. A pesar de los esfuerzos de ambos por seguir adelante, la incomodidad y la inseguridad se convirtieron en compañeros constantes.

Seo-Joon se concentraba cada vez más en sus estudios, utilizando la presión académica como una manera de distraerse de los problemas en su relación. Da-Hye, por su parte, sentía una mezcla de tristeza y frustración. Sabía que ambos estaban lidiando con mucho, pero no podía evitar sentirse sola, como si una barrera invisible se hubiera levantado entre ellos.

Una tarde, después de clases, Da-Hye decidió hablar con Seo-Joon. Se dirigió al lugar donde solían reunirse, un pequeño café cerca de la escuela. Cuando Seo-Joon llegó, notó de inmediato la expresión seria en el rostro de Da-Hye.

"Seo-Joon," comenzó Da-Hye, su voz suave pero decidida, "necesitamos hablar de lo que está pasando entre nosotros. Siento que algo ha cambiado, y no podemos seguir ignorándolo."

Seo-Joon suspiró, dejando su taza de café en la mesa. "Lo sé, Da-Hye. He estado pensando mucho en esto. No quiero que nuestra relación se deteriore, pero no sé cómo solucionar lo que está mal."

Da-Hye lo miró a los ojos, buscando una conexión que parecía haberse debilitado. "Seo-Joon, sé que hemos pasado por mucho últimamente. Pero siento que te estás alejando de mí, y no sé cómo acercarnos de nuevo."

Seo-Joon asintió, reconociendo la verdad en sus palabras. "Tienes razón. He estado enfocado en los estudios y en todo lo que está pasando, y no he sido justo contigo. Pero también me siento presionado. Hay tantas expectativas, tanto de mis padres como de mí mismo, y siento que estoy fallando en todos los frentes."

Da-Hye tomó la mano de Seo-Joon, tratando de ofrecerle consuelo. "No estás solo en esto, Seo-Joon. Estamos juntos, y deberíamos apoyarnos mutuamente. Pero para eso, necesitamos ser honestos y abiertos. Si algo te preocupa, háblalo conmigo."

Seo-Joon se quedó en silencio por un momento, procesando sus palabras. Finalmente, asintió lentamente. "Tienes razón, Da-Hye. Necesitamos trabajar juntos en esto. No quiero perder lo que tenemos."

Decidieron hacer un esfuerzo consciente por pasar más tiempo juntos, a pesar de las exigencias académicas. Sin embargo, la presión del final del semestre estaba en su punto máximo, y mantener el equilibrio se volvió cada vez más difícil. Los exámenes se acercaban, y ambos sentían el peso de sus respectivas expectativas.

Un día, durante una larga sesión de estudio en la biblioteca, Da-Hye notó que Seo-Joon estaba cada vez más irritable y distraído. Parecía estar bajo una presión tremenda, y cuando ella intentó hablar con él, él simplemente se cerró.

"Seo-Joon, ¿estás bien?" preguntó Da-Hye, preocupada por su comportamiento.

Seo-Joon negó con la cabeza, sin apartar la vista de sus apuntes. "Lo siento, Da-Hye, es solo que estoy... abrumado. Hay tanto en juego, y no quiero fallar."

Da-Hye sintió una punzada de empatía, pero también una creciente frustración. "No tienes que cargar con todo tú solo. Estamos en esto juntos, y puedes contar conmigo."

Sin embargo, en lugar de sentirse aliviado, Seo-Joon parecía aún más tenso. "Sé que estás tratando de ayudar, pero a veces siento que lo que necesito es espacio para manejar las cosas a mi manera."

Las palabras de Seo-Joon cayeron pesadamente sobre Da-Hye, quien no supo cómo responder de inmediato. Aunque entendía la necesidad de espacio, también sentía que este "espacio" era lo que los estaba separando lentamente.

Los días que siguieron fueron complicados. Da-Hye y Seo-Joon continuaron viéndose, pero la comunicación entre ellos se volvió cada vez más superficial. Las conversaciones que solían ser profundas y significativas ahora se limitaban a temas triviales o al estrés de los estudios.

Una tarde, después de un largo día de clases y estudios, Da-Hye decidió que necesitaban un cambio. "Seo-Joon," dijo mientras caminaban hacia casa, "creo que necesitamos hacer algo diferente. Solo estudiar y preocuparnos por los exámenes está afectando nuestra relación. ¿Qué te parece si hacemos algo divertido este fin de semana? Podemos ir a la playa o salir a caminar, solo para despejarnos."

Seo-Joon asintió, aunque su respuesta fue un poco apagada. "Podemos intentarlo. Tal vez un poco de aire fresco nos haga bien."

Sin embargo, cuando llegó el fin de semana, Seo-Joon se vio obligado a cancelar sus planes. Un proyecto importante se había adelantado, y su equipo necesitaba reunirse para terminarlo. Da-Hye, aunque decepcionada, trató de entender, pero no pudo evitar sentir que algo más estaba sucediendo.

El domingo por la tarde, mientras revisaba sus notas en casa, recibió un mensaje de Hye-Rin. El mensaje era breve, pero el contenido la dejó helada: "Necesitamos hablar. Es importante."

Da-Hye sintió una mezcla de miedo y confusión. ¿Qué podría ser tan importante para que Hye-Rin quisiera hablar con ella? Decidió responder y acordaron encontrarse en un café cercano.

Cuando llegó al café, encontró a Hye-Rin sentada en una mesa en la esquina, con una expresión seria. "Gracias por venir, Da-Hye," dijo Hye-Rin, mientras se sentaba. "Hay algo que necesitas saber sobre Seo-Joon y yo."